Accidente cerebrovascular: cómo detectar y prevenir un ACV

Durante octubre es el mes del accidente cerebrovascular (ACV), también conocido como ataque o derrame cerebral, una situación de emergencia que en Chile es una de las principales causas de muerte e invalidez.

Se trata de un problema donde la prevención es un factor clave para disminuir el riesgo de tener un ACV, lo que se busca potenciar desde la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía de Chile (Sonepsyn) y Asociación Chilena de Enfermedades Vasculares Encefálicas (ACEVE).

Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, un ACV ocurre cuando se daña un vaso sanguíneo del cerebro y el flujo de sangre de una parte del órgano se detiene. Si el flujo sanguíneo está detenido por más de algunos segundos, el cerebro no puede recibir oxígeno ni nutrientes y se pueden dañar las células cerebrales, causando daño permanente.

Mueren dos millones de neuronas cada minuto que una arteria cerebral se encuentra tapada, por lo que el tiempo es un factor fundamental para que el afectado tenga más posibilidades de sobrevivir y quedar sin secuelas, por lo que la persona debe ser atendida lo antes posible.

• Isquémico: el que ocurre cuando un vaso sanguíneo es bloqueado por un coágulo de sangre. A su vez este tipo de ACV se divide en accidente cerebrovascular trombótico, cuando se forma un coágulo en una arteria muy estrecha; o accidente cerebrovascular embólico, el que aparece cuando un coágulo se desprende desde otra parte del cuerpo y se traslada al cerebro.
• Hemorrágico: sucede cuando un vaso sanguíneo de una parte del cerebro se rompe y provoca que la sangre escape hacia el cerebro.

Se debe sospechar si una persona presenta súbitamente alguno de los siguientes problemas, que si al menos uno llega de manera abrupta significa en un 80% de probabilidades que se trata de un ACV.

• Asimetría de la cara
• Dificultad al hablar
• Debilidad de un lado del cuerpo o una extremidad

“Dichos síntomas se presentan de forma brusca, de un momento para otro, ya que no son de progresión lenta, pues la persona de un día a otro puede presentarlos”, comenta Rodrigo Rivera, neuroradiólogo intervencional y director de ACEVE.

Existen varios factores de riesgo que aumentan las probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular, donde algunos de ellos son manejables a través de llevar hábitos de vida saludables.

• Se recomienda controlar la hipertensión.
• Ejercitar al menos 5 veces a la semana.
• Mantener una dieta balanceada.
• Reducir el colesterol.
• Mantener un peso saludable.
• No fumar.
• Reducir el consumo de alcohol.
• Identificar y tratar la fibrilación auricular.
• Manejar la diabetes.
• Manejar el estrés y la depresión.

El ataque cerebrovascular le puede ocurrir a cualquiera, aunque se considera más frecuente en personas mayores de 60 años, más aún si éstas tienen factores de riesgo como hipertensión, diabetes 2 o colesterol alto.

También es fundamental conocer los antecedentes familiares de enfermedades de riesgo como parte del autocuidado, tal como recomienda la Doctora Anita Olivos, neuróloga del Hospital Gustavo Fricke y coordinadora del Mes del ACV desde Sonepsyn.

“Es necesario también, saber si en la familia hay enfermedades que se pueden heredar como la HTA, diabetes o dislipidemias que podrían afectar. Es el autocuidado una responsabilidad personal, y el médico le ayudará a conseguir mantenerse sano si el paciente responsablemente forma parte activa de ello. Es uno mismo el protagonista de su cuidado”, destaca la profesional.

Ante la aparición repentina de los síntomas o una situación de emergencia se debe llamar al SAMU 131 o acudir inmediatamente al servicio de urgencias más cercano.

Desde el Ministerio de Salud también extienden el llamado a resolver cualquier duda a través del teléfono de Salud Responde, marcando el número 600 360 7777.