¿Cuáles son las vacunas obligatorias para perros y gatos en Chile?

La World Small Animal Veterinary Association indica que la vacunación es recomendable para todos los perros y gatos, ya que este proceso no solo protege a una mascota, sino que también ayuda a que se pueda crear una inmunidad colectiva para minimizar “la probabilidad de brotes de enfermedades infecciosas”.

De esta manera, la entidad declara como vacunas esenciales a “aquellas que, independientemente de las circunstancias o ubicación geográfica, deben recibir todos los perros y gatos”.

Estas “protegen a los animales de enfermedades graves, potencialmente mortales, que tienen distribución mundial”.

De acuerdo a un decreto del Ministerio de Salud, publicado en el 2014, la única vacuna obligatoria para perros y gatos en Chile es la antirrábica, la cual los protege contra el virus de la rabia.

Este escrito indica que “todo perro y gato, deberán estar permanentemente vacunados contra la rabia. Será responsabilidad de sus propietarios y de las personas a cuyo cuidado estén, mantener a estos animales con vacunación antirrábica vigente, lo que se acreditará con un certificado extendido por un médico veterinario”.

No obstante, existen otras vacunas que son consideras como esenciales. En este caso, conforme a lo indicado por Viviana Valenzuela, directora de la Comisión Nacional de Tenencia Responsable de Mascotas del Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet), los animales perrunos deben utilizar la vacuna séxtuple u óctuple.

La profesional del Colmevet dice a La Tercera que esta inoculación sirve para proteger a la mascota de seis agentes infecciosos: Distemper, Parvovirus, Parainfluenza, Adenovirus II, Hepatitis Infecciosa (Adeno I) y Leptospira (2 cepas).

Mientras que, por el lado de los gatos, Valenzuela explica que estos deben recibir dos vacunas esenciales, las cuales son las siguientes:

• Triple felina: Con el uso de esta, se protege a los gatos de la Rinotraqueitis Infecciosa Felina, Calicivirus Felino y Panleucopenia Felina.
• Leucemia: Se indica que esta debe ser utilizada en gatos sanos para poder prevenir tumores linfoides que son causados por la infección del virus de la Leucemia Felina (FeLV).

Si bien, estas vacunas esenciales no son obligatorias, la directora de la Comisión Nacional de Tenencia Responsable de Mascotas comenta que estas sí son necesarias para prevenir enfermedades graves “y generar respuesta inmunitaria activa en nuestros pacientes”.

Por este motivo, expresa que los “médicos veterinarios las consideramos de igual manera obligatorias en nuestro plan o calendario inicial y anual de vacunación considerando también lo establecido en la Ley 21.020 sobre la tenencia responsable de mascotas y animales de compañía”.

La veterinaria Carmen Manquián explica que el precio de las vacunas obligatorias siempre dependerá de la clínica en la que se realice el proceso, ya que los valores podrían llegar a ser de “hasta $30.000”.

Esto concuerda con lo publicado por el Sernac en noviembre del año pasado, quienes informaron que la vacuna antirrábica tiene un valor mínimo de $6.000, pero que también puede ser encontrada en algunos lugares hasta por $36.000.

Manquián recomienda que, tras la vacunación, se realicen cuidados básicos, como “proporcionar agua a libre disposición”, así como también un lugar seguro y libre de estrés por si la mascota presenta sueño.

Si bien, Valenzuela afirma que es poco frecuente que las mascotas tengan reacciones adversas tras vacunarse, también señala que es posible que estas presenten algunos síntomas como “letargo, anorexia, inflamación de ganglios linfáticos e inflamación en la zona de punción”. Sin embargo, asegura que estos “signos a menudo desaparecen sin ningún tipo de tratamiento y pueden considerarse normales luego del procedimiento”.

No obstante, la profesional indica que en caso que el perro o el gato presente síntomas más graves y que “no remitan al cabo de las primeras 24 horas, se debe acudir a un médico veterinario”.

La médica veterinaria Manquián explica que la importancia de la vacunación “radica en evitar y disminuir el contagio de enfermedades infecciosas que puedan llevar a la muerte” de la mascota.

A esto, se suma lo indicado por la directora de la Comisión Nacional de Tenencia Responsable de Mascotas, quien dice que, al no realizar este proceso en perros y gatos, “estamos arriesgando que contagien, enfermen y transmitan enfermedades a otros animales”, así como también no se estaría cumpliendo con las obligaciones que se tiene como tutores de mascotas con respecto a un correcto cuidado de su salud.