El Ministerio de la Mujer y de la Equidad de Género informó que se “estima que una de cada ocho mujeres puede desarrollar cáncer de mama a lo largo de su vida”.
La Organización Mundial de la Salud indica que esta enfermedad es la principal causa de muerte en las mujeres, ya que en el 2020 se diagnosticaron más de dos millones de casos y fallecieron alrededor de 685.000 a causa de esta patología.
En Chile, el cáncer de mamá, en caso de sospecha o ya diagnosticado, cuenta con la cobertura AUGE/GES. De esta manera, de acuerdo a ChileAtiende, la mamografía es copago 0 para las personas de Fonasa en los centros de salud del sistema público.
Además, la entidad señala que todas las mujeres, de entre 50 a 69 años de edad, tienen derecho a acceder a una mamografía gratis cada tres años.
Sin embargo, en caso de estar fuera de ese rango, ChileAtiende indica que la persona debe asistir al consultorio que le corresponde, en donde se entregará una orden para realizar la mamografía. No obstante, esta será gratuita solo si se tiene un antecedente o sospecha de cáncer de mama, ya que, si no, este examen deberá pagarse.
¿Por qué es importante detectar el cáncer de mama?
De acuerdo a lo declarado por el Ministerio de la Mujer y de la Equidad de Género en el 2023, el cáncer de mama sigue siendo la primera causa de muerte oncológica en mujeres.
No obstante, cuando ocurre una detección temprana, nueve de cada 10 mujeres sobreviven, motivo por el que es tan importante la realización de exámenes preventivos.
Además, se informa que, cada 100 pacientes, 85 desarrollan cáncer de mama sin tener familiares directos que padezcan de esta enfermedad, por lo que no tener parientes con esta patología no es una excusa para no hacerse el examen.
¿Cuáles son los signos de alerta?
El Ministerio de Salud establece que los siguientes signos son de alerta de un posible cáncer de mama, por lo que, si una persona los presenta, debe asistir lo antes posible a un centro médico:
- Bulto o masa en la mama o en axila.
- Cambios en el tamaño o forma de la mama como una hendidura o huecos.
- Cambios en la textura de la piel, tener piel de naranja.
- Cambios de color, como enrojecimiento de la piel.
- Cambios en el pezón como la retracción o salida de secreción por el mismo.
- Cambio en la dirección del pezón.
- Retracción de zona de la piel de la mama o del pezón.
- Protuberancia en la mama.
- Venas crecientes en la mama.
Además, se indica que, en caso de tener un familiar directo con esta enfermedad (madre, hermana o tía), también se debe realizar una consulta con un médico.