¿Es recomendable dormir con humidificador, purificador o enfriador de aire por el calor?

Las altas temperaturas que existen durante el verano, afectan a muchas personas al momento de realizar sus actividades cotidianas en el día. Esto se suma a los problemas al dormir por el calor que hay en las noches, afectando el sueño y trayendo un malestar por esta situación.

En esta época muchos prefieren usar ventiladores, aires acondicionados, enfriadores de aire, humidificadores o purificadores de aire, cualquier artefacto que sirva para bajar la temperatura del hogar. Para esto, expertos dieron sus opiniones a La Tercera sobre cuál puede ser beneficioso durante la temporada de verano.

Para quienes viven en climas secos, los humidificadores de aire pueden ser útiles. Como menciona Theresa Schnorbach, científica del sueño de Emma Chile a La Tercera, dado estos aparatos añaden humedad, evitando que se sequen las membranas mucosas de la nariz y la garganta, lo que puede ser beneficioso para respirar y reducir el riesgo de infecciones respiratorias.

—Unos niveles de humedad adecuados también pueden evitar los ronquidos y hacer que el sueño sea más confortable. Sin embargo, es importante mantener el humidificador correctamente para evitar la proliferación de moho o bacterias.

Respecto a los purificadores, son eficaces para bajar los contaminantes del aire, los cuales pueden afectar al sueño y la salud. Estos aparatos atrapan o neutralizan sustancias y gases que son perjudiciales al respirar. Ante esto, minimiza los alérgenos y los desencadenantes del asma, lo que mejora la calidad del aire y reducir el riesgo de dificultades respiratorias durante el sueño.

El dormir en una habitación fresca, en especial, durante esta época de altas temperaturas, cuenta con varias ventajas. La científica de Emma Chile, menciona que el usar un enfriador de aire trae algunos beneficios.

—Cuando se acerca la noche, nuestra temperatura corporal desciende de forma natural, indicando que es hora de dormir y descansar. Manteniendo el dormitorio más fresco, podemos favorecer este descenso natural de la temperatura y mejorar la disposición de nuestro cuerpo para dormir. La temperatura fresca también puede facilitar el sueño y contribuir a mejorar su calidad.

A pesar de contar con varios beneficios, estos aparatos también traen algunos problemas si no se usa correctamente. Como menciona la científica Schnorbach, los humidificadores pueden crear un ambiente demasiado húmedo si no se regulan, por lo que puede existir un crecimiento de moho, bacterias o ácaros del polvo.

Los purificadores, por su parte, los que cuentan ionizadores o luz ultravioleta, pueden producir algunas cantidades de ozono, que agravan ciertas afecciones respiratorias. Por último, si la temperatura de los enfriadores de aire se ajusta muy baja, generaría incomodidad, lo que aumentaría los despertares nocturnos.

El uso de estos aparatos durante el verano dependerá de las condiciones del entorno y de las preferencias de las personas. Si una persona vive en una zona húmeda, utilizar el humidificador no es tan necesario. Sin embargo, si habita en un clima árido o utiliza aire acondicionado que seca excesivamente el aire interior, este dispositivo puede ser beneficioso para evitar la sequedad.

Respecto a los purificadores de aire, la científica de Emma Chile, menciona: “Su uso no depende de la estación del año y puede ser beneficioso durante todo el año, sobre todo si tiene alergias o vive en una zona con mala calidad del aire. Durante el verano, cuando los niveles de contaminación pueden ser más altos y las ventanas se abren con más frecuencia, pueden ayudar filtrando las partículas y contaminantes que entran en el espacio interior”.

Finalmente, sobre los enfriadores, estos pueden ser especialmente útiles durante la época de verano, para mantener una temperatura agradable en el hogar y para dormir, ya que favorece a una mejor calidad de sueño.

Para usar estos aparatos electrónicos durante el verano, la especialista entregó algunos consejos:

• Utiliza los aparatos en función de las necesidades. Por ejemplo, ponga en marcha los purificadores de aire los días en que el índice de calidad del aire sea bajo o durante los periodos de la temporada de alergias en que el recuento de polen exterior sea elevado.
• Ajusta la configuración de los climatizadores para conseguir el nivel de confort deseado sin enfriar en exceso, lo que puede ser innecesario y un derroche.
• Vigila las condiciones del aire interior y utiliza los aparatos en consecuencia. Las temperaturas exteriores excepcionalmente altas o los días de mala calidad del aire pueden requerir el uso constante de estos dispositivos.

Respecto a cuánto tiempo se pueden utilizar estos aparatos durante las rutinas de sueño, aconseja consultar con un médico, en especial, si padece una afección respiratoria preexistente, como asma, con el objetivo de que los dispositivos sean beneficiosos y no provoquen efectos adversos por un uso inadecuado.

Theresa Schnorbach, menciona que para las personas que cuentan con problemas respiratorios, estos artefactos pueden ser beneficiosos al momento de dormir. Los purificadores reducen la cantidad de sustancias irritables que existen en el aire, lo que ayuda a bajar la frecuencia y la gravedad de los síntomas del asma.

Sobre los humidificadores, al añadir humedad al aire, evita que se sequen las vías respiratorias. Sin embargo, esto puede agravar los síntomas del asma, por lo que es importante mantener los niveles correctos.

Manuel Acuña. medical advisor de Examedi, menciona que una temperatura entre los 18°C a 22°C, facilita el descenso fisiológico de temperatura corporal durante el sueño y permite un descanso óptimo, por lo que el calor del verano impediría esto.

La científica de Emma Chile, menciona que los adultos y adultos mayores deben buscar una temperatura ligeramente fresca. Los niños, por su parte, no debe ser ni demasiado cálido ni demasiado frío.

Respecto al calor, señala que este puede provocar despertares más frecuentes y un sueño más ligero, alterando la progresión natural a través de las etapas del sueño, especialmente el sueño profundo y el sueño REM, que son cruciales para la función cognitiva, la consolidación de la memoria y la recuperación física.

Finalmente, detalla que el calor excesivo puede llevar a la deshidratación durante la noche, alterando el sueño y exacerbar la sensación de cansancio al día siguiente.