A más de un mes del inicio de la primavera, las personas pueden comenzar a notar ciertos cambios en el medio ambiente, como el aumento de las temperaturas y alergias, así como también la llegada de las polillas.
Este tipo de insectos suelen ser abundantes durante esta fecha y, según el Museo Nacional de Historia Natural de Chile, pueden ser vistos de manera más frecuente “en zonas aledañas a cultivos o vegetación silvestre”.
¿Por qué aumenta la llegada de polillas en primavera?
Las polillas, al igual que todos los insectos, tienen ciclos de vida, por lo que experimentan periodos de inactividad, los cuales suelen suceder durante invierno, ya que estos “no son capaces de controlar la temperatura corporal como lo hace el ser humano”, indica Tomislav Curkovic, académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, a La Tercera.
De esta manera, añade que, cuando llega la primavera, las temperaturas ya no son letales, por lo que estas vuelven a aparecer. No obstante, explica que estos insectos, en realidad, nunca desaparecen porque buscan refugio en el ambiente, como lo puede ser el jardín de alguien. Por ende, estas “no se ven porque están ocultas, pero están ahí”.
Alfredo Ugarte, ingeniero agrónomo y entomólogo, señala a La Tercera que la temporada de polillas está recién comenzando porque se vienen “muchas y hay que estar preparado”.
Sin embargo, también menciona que estas desaparecerán una vez que los pastos estén bien secos, aunque esto dependerá de las precipitaciones, ya que “si vuelve a llover luego, se alarga el periodo de estos insectos. Si no llueve pronto, y empieza el calor, entonces habrá un peak importante de polillas y después va a desaparecer”.
¿Son dañinas para las personas?
En el país, según el académico de la Universidad de Chile, no existen polillas dañinas, aunque sí comenta que el mayor daño que estas pueden causar en su forma adulta “es que asusta a mucha gente que les tiene fobia, porque revolotean alrededor de uno”.
Sin embargo, destaca que el insecto no realiza este movimiento con intenciones de atacar, sino que, “simplemente, es su hábito de vida, ellas vuelan de esa manera”.
¿Qué efectos pueden causar en el hogar?
Ugarte explica que hay dos tipos de polillas que llegan a los hogares, por lo que están las grandes, las cuales miden dos centímetros de largo y las pequeñas, que son de máximo un centímetro.
De esta manera, indica que, las que son de gran tamaño, no hacen daño, ya que “no se comen la ropa o la comida de la despensa. No hay ningún problema, porque se alimentan de las raíces del pasto”, aunque afirma que estas “sí tienen un efecto en la agricultura”.
No obstante, en el caso de las polillas pequeñas, las cuales son torpes para volar y no llegan necesariamente a la luz, estas sí pueden “comer la ropa y meterse a la despensa”, debido a que, cuando este tipo de insecto vuela, según el entomólogo, va botando huevos por distintos lados y de estos “nace un gusanito que tiene la capacidad de perforar el plástico blando”.
Sin embargo, expresa que, si alguien llegase a comerse estos gusanos, no pasará nada, ya que estos “no son tóxicos, al contrario, son proteínas de alta digestibilidad”.
¿Cómo evitar la llegada de polillas al hogar?
Para evitar que las polillas entren a las viviendas, Curkovic recomienda tener un nivel de aislamiento, por ende, aconseja “usar mallas mosqueteras” o variantes de estas.
A esto, se suman los consejos de Ugarte, quien comenta que se debe tomar las siguientes precauciones:
- Mantener las ventanas cerradas, ya que a las polillas las atrae la luz.
- Guardar los alimentos en contenedores de plástico duro o de vidrio.
- No utilizar insecticidas en las proximidades del comedor, la cocina o la despensa, debido a que su uso puede causar un daño mayor.
¿Qué hacer si ya hay polillas?
El académico de la Universidad de Chile expresa que, si ya se tienen polillas en el hogar, no se debe utilizar insecticidas, ya que es preferible “recurrir a especialistas” y, en caso de encontrar ropa con hoyos, aconseja deshacerse de esta debido a que si bien, se perderá una prenda, la persona evitará que esto se repita.
Además, recomienda realizar aseo y no dejar “en el clóset prendas por mucho tiempo sin mover, ya que estos son lugares predilectos para que colonice la polilla y lo mismo con los alimentos, no deben estar expuestos”.
Finalmente, en este mismo contexto, Ugarte añade que, para evitar tener los huevos que botan estos insectos, la solución es pasar la aspiradora. Sin embargo, comenta que no es necesario realizar esta acción todos los días, ya que con “una vez al mes es más que suficiente” para acabar con este problema.