105 años del Tratado de Versalles: el documento que cambió la historia y desató el germen de la Segunda Guerra Mundial

Las sanciones impuestas a Alemania, entre otras, fueron la perdida de casi el 13% de su territorio, eso también significó perder a parte de su población, la prohibición de mantener a un ejército nacional y un proceso de desarme, además de pagar indemnizaciones por los costos de la los demás países


El 28 de junio de 1919 en la Galería de los Espejos del Palacio de Versalles en Francia se firmaba un documento que cambió el trayecto de la historia; el Tratado de Versalles. El acuerdo que ponía fin a la Gran Guerra sería la primera piedra del resentimiento nacionalista alemán que desató la Segunda Guerra Mundial.

La antesala del conflicto que culminó con el tratado de paz en Versalles comenzó en junio de 1914 con el asesinato del archiduque austrohúngaro, Francisco Fernando y su esposa Sofía Chotek, atentado que gatilló el primer conflicto bélico global. Tras cuatro años de crudos enfrentamientos en las trincheras y ataques químicos que marcarían un precedente en las formas de combate permitidas a nivel internacional, los aliados (Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia) fueron los vencedeores y para sellar su victoria impusieron un serie de medidas contra Alemania, nación a la que culpaban por la guerra.

Algunas de las restricciones impuestas, entre otras, fue la perdida de casi el 13% de su territorio, eso también significó perder a parte de su población, la prohibición de mantener a un ejército nacional y un proceso de desarme, además de pagar indemnizaciones por los costos de la guerra a los demás países.

Esto generó un malestar en Alemania que acrecentó el sentimiento nacionalista. Estas medidas fueron el caldo de cultivo para la radicalización política, en este periodo emergió la figura de Adolf Hitler, quien profesaba que debían recuperar la gloria del país y abolir las sanciones de Versalles.

Adolf Hitler y el Nacionalsocialismo

En 1935, tras el asesinato de dirigentes políticos contrarios al nazismo, Hitler rompió el tratado al crear Wehrmach, las nuevas Fuerzas Armadas en Alemania. Desde esa fecha se fortalecieron las divisiones castrenses y finalmente en 1939, con la invasión alemana en Polonia –tras incumplir un pacto de no agresión con la en ese entonces Unión Soviética– empezó la Segunda Guerra Mundial.

Mientras los tropas aliadas combatían contra Alemania, el regimen dictatorial de Hitler llevaba a cabo uno de los genocidios más grandes de la humanidad. En el holocausto murieron cerca de seis millones de judíos, que eran perseguidos, discriminados y forzados a trabajar en campos de concentración.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.