5 trucos para hacer ejercicio y quemar más calorías mientras limpias tu hogar, según expertos
Incorporar ejercicios como sentadillas y flexiones mientras se hace aseo puede ser útil para que te mantengas en forma. Acá, los consejos de especialistas.
Las responsabilidades que debes cumplir a lo largo de tu rutina pueden dificultar que alcances a lograr todos los objetivos que tenías en mente cuando iniciaste tu día.
Por ejemplo, los pendientes en el trabajo, las tareas relacionadas a la familia y las reuniones con amistades pueden hacer que encontrar un espacio para ir al gimnasio sea complejo.
Aquello puede ser frustrante, sin lugar a dudas. Sin embargo, hay casos en los que puedes aprovechar una actividad para hacer otra al mismo tiempo y así sacar el máximo de tu productividad.
Esto puede darse en actos como limpiar tu hogar y hacer ejercicio.
Así lo aseguró al Washington Post la entrenadora personal con sede en Annapolis (Estados Unidos), Stephanie Thomas.
Según manifestó, desde cambiar las sábanas hasta mover objetos como una aspiradora ayuda a quemar calorías y a fortalecer tus músculos.
Un artículo publicado en Healthline detalla que pasar este último aparato por tu residencia quema cerca de 80 calorías por media hora, en una persona promedio con un peso aproximado de 79 kilos.
Si bien, es cierto que esa cifra puede ser mayor si se hace algún deporte, la ventaja está en que acá estás haciendo aseo en forma simultánea.
Este fenómeno en el que se gastan calorías al realizar actividades que son parte de la vida cotidiana es definido em inglés como NEAT (o termogénesis de la actividad sin ejercicio, en español).
Y otros casos en los que puede verse es cuando mueves bolsas del supermercado o sales a jugar con tus hijos al aire libre, por nombrar solo algunos.
“(Aunque) el ejemplo más popular de NEAT es dar 10.000 pasos al día, todas las demás formas de NEAT pueden suponer un gasto calórico diario adecuado para que la mayoría de la gente se mantenga sana en general”, explicó al Post el fundador de Intrinsic Athlete, Jak Wawrzyniak, quien dirige dicha empresa de entrenamiento personal en Vancouver, Columbia Británica, Estados Unidos.
No obstante, subrayó que “no importa cuáles sean los resultados deseados del ejercicio, ya sea NEAT o el entrenamiento más duro del mundo, el individuo debe tener una dieta adecuadamente alineada con sus objetivos”.
Respecto a cómo se puede aprovechar la limpieza del hogar para hacer ejercicio, existen dos principales estrategias.
Una es añadir ejercicios similares a los que harías en un gimnasio y la otra es replantearse la forma en que se hacen las tareas, con el objetivo de que impliquen un mayor esfuerzo y puedas sudar más.
Sea cual sea el método que utilices, la clave es la frecuencia, según afirmó al citado medio el académico de la Maryland University of Integrative Health, Duston Morris.
“Si utilizas la limpieza del hogar como una forma de aumentar el movimiento y la actividad física, haz de 20 a 30 minutos cada día”, sugirió.
En este sentido, aconsejó que un día puedes lavar la ropa y quitar el polvo de los objetos, otro puedes limpiar los baños, y así sucesivamente, dependiendo cuáles sean las prioridades más inmediatas.
A continuación encontrarás cinco trucos para ejercitar diferentes partes de tu cuerpo, mientras haces aseo en distintas secciones de tu casa o departamento.
1. Sentadillas cuando se saca el polvo
Para partir, la entrenadora Stephanie Thomas recomendó tomar un plumero y empezar a sacar el polvo que se acumula en los objetos. Tal acción ejercita tanto a los hombros como a los brazos, “sobre todo cuando hay que levantar la mano”.
Pero si quieres sacar el máximo provecho de esta actividad, dijo que se pueden incorporar “estocadas y sentadillas” intermitentes “mientras te mueves por las habitaciones”, además de hacer elevaciones con las piernas para acercarte a las zonas más altas.
Por supuesto, estos ejercicios y los que se mencionan más adelante deben hacerse con cuidado, para así reducir los riesgos de sufrir una lesión o un accidente.
Bajo esta línea, también sugirió cambiar la mano con la que se toma el plumero a medida que se entra en una nueva pieza, ya que “de ese modo se crea un equilibrio muscular y no sólo se ejercita un lado dominante”.
2. Un ejercicio completo para limpiar el baño
Pese a que es una de las zonas más complejas de limpiar —debido a que reúne la ducha, el inodoro, el espejo, etc.— Thomas destacó que el baño ofrece la oportunidad de trabajar múltiples músculos del cuerpo.
Si bien, al fregar sobre las distintas superficies ya estás ejercitando tus manos, brazos y hombros, para incluir tus piernas recomendó hacer acciones como elevar tus pantorrillas o hacer sentadillas.
De esa manera, harás que la rutina sea más completa.
3. Añadir flexiones al hacer aseo en la cocina
Al igual que en el baño, limpiar y ordenar la cocina implica trabajar diversos grupos de músculos.
Thomas aconsejó elevaciones de pantorrilla, sentadillas y estocadas a los movimientos que haces normalmente durante el aseo.
Asimismo, aseguró que hacer flexiones contra el mueble fijo y elevado de la encimera —por supuesto, mientras no la estés usando— hará que estas sean más fáciles, a diferencia de si las estuvieses haciendo en el piso.
Y si no estás conforme con estos ejercicios, Morris dijo que puedes intensificar el empeño que pones en “cargar y descargar la avavajillas”, ya que aquello “requiere una amplia gama de movimientos”.
4. Intercalar con ejercicios al doblar la ropa
Después de que uses tu lavadora y hayas secado tus prendas, seguramente te tomas el tiempo de doblarlas.
Aquello puede ser una tarea aburrida, por lo que para hacerla más dinámica y además ejercitar tu cuerpo, Thomas propuso que hagas flexiones contra la cama o el sofá.
Una buena estrategia para empezar es hacer cinco repeticiones por cada cinco prendas que dobles, planteó la entrenadora.
5. Cambiar de posiciones al usar la escoba, el trapero o la aspiradora
Puede que estés acostumbrado a hacer aseo de una manera determinada, pero hacer ciertas modificaciones puede ser útil para trabajar distintos músculos.
Por ejemplo, para barrer el piso, puedes tomar la escoba con una mano posicionada en la parte superior y la otra en la inferior, para más tarde aponerlas en las posiciones opuestas.
Esto también puede aplicarse con otros útiles de aseo como el trapero o la aspiradora, manifestó Thomas.
De la misma manera, el especialista de la Maryland University of Integrative Health recomendó hacer acciones como “empujar o tirar de una mesa de centro”, debido a que “va a involucrar a los bíceps, tríceps, pecho, espalda y núcleo”.
Y además, dijo que puedes sacudir las alfombras enérgicamente y “levantar la esquina del sofá para barrer debajo”.
A pesar de que probablemente estás leyendo estas sugerencias porque quieres ahorrar tiempo o incorporar más ejercicio en tu rutina, Morris enfatizó que ponerlas en práctica te traerá más beneficios asociados.
Según él, estar en forma y vivir en un espacio más limpio favorecerá a que mejores tu autoestima y tengas más ganas en hacer las otras actividades que más te gustan.
“Crees más en ti mismo”, sentenció.
Cabe recalcar que debes tener cuidado al hacer estos ejercicios y que, en caso de que se presenten molestias inesperadas, siempre es recomendable consultar a un especialista para evaluar los motivos de ese malestar.
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