“¿Por qué ya no duermo bien?”, “¿Será demencia?”, “¿Qué puedo hacer con esta barriga?”. Estas son algunas de las muchas preguntas que los adultos mayores comienzan a preguntarse, después de que notan que su cuerpo está cambiando, a medida que envejecen.
Y es que el envejecimiento se trata de un proceso natural por el que todas las personas vamos a pasar. No obstante, factores como las circunstancias económicas y sociales, comportamientos, estilos de vida, entre otros, pueden ser determinantes en esta etapa.
No existe un paso a paso de cómo cambia el cuerpo, aunque sí “ocurren cambios predecibles, pero no necesariamente al mismo tiempo o en la misma secuencia”, explicó la doctora Rosanne Leipzig, de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, Nueva York.
La experta trabaja con personas mayores, y dentro de sus objetivos, está “superar todos los aspectos negativos que existen sobre el envejecimiento y ayudarlas a comprender que hay muchas cosas que pueden hacer para adaptarse a su nueva normalidad, a medida que avanzan”, según explicó a The Washington Post.
Los 6 cambios que suceden en el cuerpo cuando envejecemos
La doctora Leipzig identificó seis cambios comunes que el envejecimiento provoca en el cuerpo:
- Cuando se enferman, los síntomas en personas mayores son distintos a los de los jóvenes. En lugar de tener fiebre y tos al presentar una neumonía, una persona mayor puede caerse o tener poco apetito. Este es un ejemplo que sucede a partir de los cambios en la composición corporal, función hepática, renal e intestinal, que afecta también a cómo los adultos mayores reaccionan a los medicamentos.
- Las personas mayores tienen reservas de energía reducidas. A medida que las personas envejecen, sus corazones se vuelven menos eficientes, los pulmones llevan menos oxígeno a la sangre y se necesita más proteína para la síntesis muscular, además que la masa y fuerza muscular disminuyen. Esto resulta en tener mucha menos energía que en la juventud. El hambre y sed disminuyen, los sentidos del gusto y olfato también, lo que reduce que una comida sea apetitosa.
- La cognición se ralentiza. El cerebro de los adultos mayores procesa la información más lentamente, y le cuesta más aprender nueva información. Los tiempos de reacción también se vuelven más lentos, y es típico que les cueste encontrar palabras, especialmente sustantivos. “Estos cambios son normales y no significan la aparición de demencia”, aseguró la doctora.
- El sistema musculoesquelético es menos flexible. Llega un momento donde la columna se acorta, dado que los discos que separan las vértebras se vuelven más duros y comprimidos. Los músculos de las piernas, caderas y nalgas se debilitan y la amplitud del movimiento de las articulaciones se contraen, además que los tendones y ligamentos ya no son tan fuertes y las caídas y fracturas son más frecuentes, a medida que los huesos se vuelven más frágiles.
- Cambios en la vista y el oído. Las personas mayores necesitan más luz para leer que los jóvenes, además, les resulta más difícil ver los contornos de los objetos o distinguir entre los colores. Esto, porque existen cambios en la córnea, el cristalino y el líquido dentro del ojo. Además, también se dañan las células ciliadas del oído interno que provoca que sea más difícil oír y entender un discurso rápido, en especial en entornos ruidosos.
- El sueño se fragmenta. Es normal que a las personas mayores les cueste conciliar el sueño, que duerman más ligero y se despierten más durante la noche.
La experta aseguró que la anterior lista no está completa, pues hay muchos más cambios fisiológicos que ocurren a medida que envejecemos. No obstante, sus recomendaciones para los adultos mayores son:
- No ignores los cambios repentinos en su funcionamiento; busque atención médica.
- En cada visita al médico, pregunta por qué está tomando medicamentos, si las dosis son adecuadas y si se pueden suspender.
- Se físicamente activo.
- Asegúrate de comer suficientes proteínas. Bebe líquidos incluso cuando no tengas sed.
- Reduce la multitarea y trabaja a tu propio ritmo.
- Haz ejercicios de equilibrio y resistencia.
- Haz que te revisen la vista todos los años.
- Consigue audífonos si se esfuerza por participar en conversaciones.
- No hagas ejercicio, tomes alcohol ni comas comidas copiosas dos o tres horas antes de acostarse.