A dos años del inicio de la invasión: qué está pasando en Ucrania con los ataques de Rusia

Este 24 de febrero de 2024 se cumplieron dos años exactos desde que Rusia inició su invasión militar en Ucrania.

Dicho conflicto armado ha seguido generando bajas en ambas partes, mientras que distintos analistas han sugerido que el fin de la guerra no se ve en un horizonte cercano.

A lo largo de este tiempo, el mandatario Vladimir Putin ha insistido en que Ucrania no es un país y que el Kremlin tiene derecho sobre ese territorio.

Por otro lado, las fuerzas del presidente Volodimir Zelenski se han mantenido en combate para evitar que las tropas rusas sigan adentrándose.

Según rescató la BBC, la línea de frente se extiende a lo largo de 1.000 kilómetros y ha enfrentado distintos cambios en este periodo.

Esto último, debido a que los soldados ucranianos han hecho retroceder a los militares rusos.

No obstante, estos últimos han retomado puntos, principalmente en el este y en el sur.

Aquello ha derivado en que algunos especialistas vean un escenario de “estancamiento militar”.

Pese a que Rusia ha podido avanzar a través de las tomas de ciudades clave como Avdiivka (en febrero de 2024), sus operativos se distancian de las expectativas que tenían a inicios de 2022.

De hecho, se estima que un 18% del territorio ucraniano está siendo ocupado por tropas rusas, según cifras rescatadas por el citado medio.

Aquello incluye la península de Crimea y parte de las regiones de Donetsk y Luhansk.

Como es de suponer, la guerra no solo ha dejado tragedias a nivel humano, sino que también ha provocado un desgaste económico.

Es por esto que los aliados de Ucrania, tales como la Unión Europea y Estados Unidos, han suministrado apoyo militar, financiero y humanitario.

Informaciones del Instituto Kiel para la Economía Mundial detallan que la UE ha aportado cerca de $92.000 millones de dólares, mientras EE.UU. unos $73.000 millones de la misma moneda.

Tales cifras contemplan desde el inicio del conflicto en 2022 hasta enero de 2024.

En medio de esta situación, las armas han tenido un rol esencial para enfrentar a las fuerzas dirigidas por el Kremlin.

Sin embargo, las ayudas han ido disminuyendo durante los últimos meses.

Por ejemplo, en el Congreso de Estados Unidos está en espera un apoyo de $60.000 millones, los cuales no han sido otorgados por debates políticos internos.

Recientemente, en febrero, desde la UE aprobaron una ayuda de $54.000 millones, pero aquello no se concretó sin antes pasar por varias discusiones y negociaciones.

En este sentido, Hungría es uno de los opositores latentes, debido a que su primer ministro Victor Orban es aliado de Vladimir Putin.

A esto se le suma que el organismo europeo tiene contemplado entregar cerca de la mitad del millón de proyectiles que iban a suministrar a Ucrania para marzo de este año.

Desde la vereda de Rusia, sus fuerzas han recurrido a Bielorrusia para acceder a Ucrania.

Asimismo, según EE.UU. y la UE, Irán los ha apoyado con drones Shahed para sus ataques.

Junto con ello, las sanciones efectuadas hacia el Kremlin no han dado los resultados que presupuestaron los aliados occidentales de Ucrania.

De hecho, han seguido comercializando su petróleo y obteniendo piezas para desarrollar armamento.

Un sondeo del grupo de especialistas en seguridad global, Globsec, reunió las opiniones de decenas de analistas para evaluar cuáles podrían ser los posibles próximos escenarios.

El más probable sugiere que podría prolongarse hasta más allá de 2025, según el análisis al que tuvo acceso la BBC.

Mientras tanto, Rusia continúa con su ofensiva en Ucrania, país que sigue batallando contra sus tropas.