Alarma en Australia: cientos de frascos con virus mortales desaparecieron de un laboratorio
El incidente se habría originado a causa de un congelador que comenzó a presentar fallas técnicas. Al transferir las muestras con virus a otro congelador, no se completó la documentación necesaria y se les perdió el rastro.
Una preocupante situación ha sacudido a la comunidad científica. Se trata de la desaparición de cientos de frascos con virus mortales desde un laboratorio de Australia.
Según reportó Australian Broadcasting Corporation (ABC), el ministro de Sanidad de Queensland, Tim Nicholls, indicó que unas 323 muestras de virus desaparecieron en 2021 en una “violación importante” del protocolo de bioseguridad, por lo cual ya han iniciado una investigación.
Cuáles son los virus que desaparecieron de laboratorio de Australia
De acuerdo a las autoridades australianas, los 323 frascos extraviados estaban almacenados en el laboratorio Public Health Virology Laboratory de Queensland. En los materiales faltantes se incluyen 100 viales de virus Hendra, 223 de lyssavirus y dos de hantavirus.
El virus Hendra fue descubierto a mediados de la década de 1990, luego de que se identificara un brote de enfermedad pulmonar y cerebral en caballos y personas. Desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) señalan que, aunque las infecciones por Hendra son poco comunes, pueden causar la muerte en más de la mitad de quienes lo contraen (57%).
Por otro lado, el lyssavirus es un virus similar a la rabia y también tiene una alta tasa de mortalidad que llega al 100% en los casos no tratados. El hantavirus, en tanto, es transmitido por roedores infectados y puede provocar el síndrome pulmonar por hantavirus, que cuenta con una tasa de mortalidad cercana al 40%.
Si bien la desaparición de los frascos con microorganismos ocurrió en 2021, el incidente se descubrió en 2023 y ha sido ahora que las autoridades australianas lo pudieron confirmar.
Cómo fue la desaparición de frascos con virus mortales
El Ministerio de Sanidad de Queensland explicó que las muestras estaban conservadas en un congelador que comenzó a presentar fallas técnicas. Durante la transferencia a otro congelador se les perdió el rastro, ya que no se completó la documentación necesaria para hacerles seguimiento.
“Es esta parte de la transferencia de esos materiales la que está causando preocupación”, explicó Nicholls. “Es posible que los materiales hayan sido retirados de ese almacenamiento seguro y se hayan perdido, o que no se haya podido contabilizar su paradero”.
A pesar de que se ha iniciado una investigación para esclarecer cuál fue el destino de los viales, las autoridades australianas han enfatizado en que no hay evidencia que sugiera de que fueron robados desde el laboratorio con fines maliciosos, por ejemplo, para usarlos como armas biológicas.
“Este tipo de investigación se lleva a cabo en secreto, pero no tenemos constancia de que se haya utilizado de algún modo como arma. El proceso de convertir un virus en un arma es muy sofisticado y no es algo que haga un aficionado”, describió Nicholls.
Más allá de eso, el incidente ha puesto en evidencia lo frágil que pueden llegar a ser los sistemas de control sobre microorganismos peligrosos, especialmente en laboratorios de alto nivel de bioseguridad.
¿Hay riesgo para la población?
John Gerrard, Director de Salud de Queensland, declaró en un comunicado que no hay evidencia de riesgo para la salud de las personas por las muestras extraviadas.
“Es difícil concebir un escenario en el que el público pueda estar en riesgo”, comentó Gerrard en un comunicado.
Según la autoridad, cuando están fuera del congelador, las muestras comienzan a degradarse “muy rápidamente” y pierden su capacidad de ser infecciosas.
Una de las hipótesis en las que cree Gerrard es que los frascos hayan sido destruidos “mediante autoclave”, que es un protocolo común en los laboratorios. Posterior a eso, es probable que “no se hayan registrado adecuadamente”.
“Es importante destacar que no se han detectado casos de Hendra o Lyssavirus entre humanos en Queensland durante los últimos cinco años, y nunca ha habido informes de infecciones por Hantavirus en humanos en Australia”, concluyó Gerrard.
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