Astrónomos anunciaron el hallazgo de un asteroide cerca de la Tierra, pero era un auto Tesla que Elon Musk lanzó al espacio
El Tesla Roadster, un coche deportivo de color rojo que perteneció a Musk, fue identificado a unos 240.000 kilómetros de la Tierra.
A principios de enero, astrónomos del Minor Planet Center (MPC), un organismo que forma parte del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian en Cambridge, Massachusetts, dieron a conocer el descubrimiento de un raro asteroide.
El objeto fue bautizado como 2018 CN41 y causó gran intriga entre los científicos debido a su órbita, dado que se encontraba a menos de 150.000 millas (o 240.000 kilómetros) de la Tierra, que es más cerca que la órbita de la Luna.
Eso mismo le permitió ser calificado como un objeto cercano a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés), es decir, que debe ser monitoreado por el riesgo potencial que podría significar para la Tierra.
Sin embargo, el hallazgo pronto dio un giro inesperado. Menos de un día después, el Minor Planet Center emitió un aviso de que eliminaría al 2018 CN41 de sus registros porque se trataba de un asteroide, sino que un auto Tesla que el magnate Elon Musk lanzó al espacio hace siete años.
Qué se sabe del Tesla que fue confundido con un asteroide
Según la indica el aviso del MPC, al día siguiente de que se reportara el hallazgo del supuesto asteroide, verificaron que “la órbita coincidía con la de un objeto artificial” llamado 2018-017A, que es el nombre técnico del Falcon Heavy con el Tesla Roadster a bordo.
El Tesla Roadster, un coche deportivo de color rojo, en algún momento perteneció a Musk y que fue lanzado al espacio el 6 de febrero de 2018 desde el Centro Espacial Kennedy, en Florida. El vehículo sirvió como carga útil para el primer vuelo de prueba del Falcon Heavy, y según medios estadounidenses, fue una estrategia del empresario para recibir atención mediática.
Al momento de su lanzamiento, el coche iba equipado con cámaras para obtener vistas de la Tierra y en el asiento del conductor tenía un maniquí bautizado como Starman, inspirado en David Bowie, que iba vestido con un traje de astronauta.
El incidente que provocó el vehículo Musk no ha pasado desapercibido en la comunidad científica y ha puesto en evidencia el creciente problema que representan los objetos no rastreados que se encuentran en el espacio, como basura o experimentos espaciales, y que precisamente, obstaculizan el monitoreo de asteroides que podrían representar un riesgo para la Tierra.
“En el peor de los casos, gastas mil millones en lanzar una sonda espacial para estudiar un asteroide y solo te das cuenta de que no es un asteroide cuando llegas allí”, argumentó Jonathan McDowell, astrofísico del Centro de Astrofísica (CfA) al medio Astronomy.
De acuerdo al citado medio, no es la primera vez que el MPC experimenta un evento de este tipo. En 2007, el centro astronómico se vio obligado a sacarle la designación de asteroide al 2007 VN84 luego de que se descubriera que en realidad era el satélite Rosetta, que fue lanzado por la Agencia Espacial Europea.
“Este incidente (..) pone de relieve el estado deplorable de la disponibilidad de información sobre objetos artificiales distantes”, señalaron desde el organismo durante esos años. “Sería muy deseable contar con una única fuente de información sobre todos los objetos artificiales distantes”, agregaron.
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