Breve historia del meme: cuál es el origen de la palabra

Cuando ingresamos a las redes sociales, es casi inevitable que nos encontremos con algún meme que hace humor sobre alguna experiencia, persona o sentimiento en particular.

A medida que los propios cibernautas van dando likes y compartiendo esa imagen, más se va popularizando. En ocasiones, el meme puede ir presentando variaciones y termina siendo completamente distinto que el original.

Sin embargo, un meme es más que una simple foto ampliamente difundida en las profundidades de las plataformas digitales.

“Recuerdo la primera vez que escuché la frase meme de internet. Me molesté un poco, porque claramente la gente piensa que este es el único tipo de meme que existe”, reflexiona la psicóloga Susan Blackmore, en diálogo con BBC.

Aunque cueste creerlo, el término meme se origina no en la era de Facebook o Instagram, sino que en 1976 por el biólogo evolutivo Richard Dawkins a través de su obra El gen egoísta.

En esa época, el científico británico deseaba despejar la incógnita de que algunas acciones sean tan usuales y normales en algunos grupos, pero después, a medida que la humanidad evoluciona, cuesta más comprender esos comportamientos.

De acuerdo a Dawkins, en el ser humano existen dos clases de procesadores informativos: el primero corresponde al genoma o sistema genético, donde las características se van heredando a las generaciones venideras; mientras que el segundo es el cerebro y el sistema nervioso, donde es posible adquirir información por aprendizaje, imitación y asimilación.

Para el experto, una de los elementos que es posible transmitir a otras personas es la información cultural, como los memes. Y al igual que los genes, son parte esencial de la vida.

¿Qué se requiere para que un meme sobreviva con el tiempo? Según Hawkins, tiene que poseer ciertas virtudes frente a otros. Por ejemplo, la creencia de la existencia de la vida después de la muerte suele tener apoyo constante y se sigue extendiendo a pesar del tiempo, probablemente porque algunas personas tienen miedo a morir.

Quizás no será siempre la misma idea, pero irá cambiando a medida que se va transmitiendo en otras generaciones posteriores.

Así como hay algunos memes que pueden durar más tiempo, hay otros que tienen una vida muy corta. Así lo indica a BBC Reilly, quien es ilustrador y creador de memes: “Muchos de los memes que he creado recibieron atención al principio, pero luego se quedaron un poco parados. Así que pensé que a lo mejor no eran tan graciosos”.

El artista cuenta que en 2017 hubo un desfile de la marca Dior en París, Francia. Justo en esa misma época, la cantante estadounidense Celine Dion estaba pasando por un buen momento ya que “todo el mundo hablaba de ella”, dice Reilly.

“Así que cuando vi una foto de ella con un bolso de Dior, modifiqué la foto para poner el logo de Celine encima en dorado, para que en el boso se leyera ‘Celine Dior’”, explica.

“Lo publiqué en mi cuenta y me fui a dormir. Cuando me desperté, mi celular estaba inundado de notificaciones. Resulta que Dior había compartido mi imagen y se había vuelto viral”, recuerda el ilustrador. Como lo había creado en el momento preciso, la imagen fue muy compartida en las redes.

Siguiendo las ideas de Dawkins, las ideas siempre están disputando para prevalecer frente a otras. Eso quiere decir que es probable que haya un proceso de selección, donde algunas ideas pueden mutar y difundirse por varias generaciones, y otras, de no tanto apoyo, van poco a poco muriendo.

Para Susan Blackmore, las razones que llevan a que algunos memes se vuelvan altamente populares y otros pasen sin pena ni gloria, radican en el proceso de replicación. “Los genes son replicadores. Cuando los animales se aparean o las semillas de una planta crecen, están copiando información con algunas variaciones”, comenta la psicóloga.

En esa línea, Blackmore argumenta que “debido a la gran presión de la selección natural, mucha de esta información muere. Esto ya lo explicó Darwin en ‘El origen de las especies’ en 1859″.

“Y esto es lo que pasa con los memes. Toda la información que recibimos durante el día, todos los libros que leemos y los programas de radio y televisión que vemos están compitiendo por nuestra atención”, asegura.

En sus palabras, esa cantidad de información recibida en el día ya ha sido casi olvidada cuando finaliza la jornada. “Pero unos pocos memes tienen éxito y son compartidos por millones de personas. Así que lo que ocurre con los memes es realmente lo mismo que ocurre en biología”, finaliza Blackmore.