El equipo científico de la misión Perseverance de la Nasa anunció esta semana que el vehículo de exploración espacial encontró una gran variedad de compuestos orgánicos en Marte.
Dicho proyecto es el que tiene mayores expectativas sobre el planeta rojo de la historia, mientras que también es el más costoso.
El hallazgo de la misión Perseverance en Marte
Según informaciones reunidas por El País, las muestras recogidas por el vehículo fueron encontradas en el cráter Jezero, una cuenca que se formó por el impacto de un meteorito y que hace cerca de 3.500 millones de años tuvo un lago del que fluía un río.
Perseverance llegó a ese lugar hace dos años y medio, mientras que durante los últimos meses se ha encargado de explorar el antiguo río que hoy está seco.
En 2022 ya había encontrado compuestos orgánicos sencillos que sugerían una relación con la presencia de vida en el pasado, pero ahora, halló otros de carácter más complejo que podrían demostrar esa teoría.
Para conseguir los datos, usaron un espectrómetro de luz láser que lleva el Perseverance, el cual es conocido como Sherloc y tiene la capacidad de detectar la luz que emiten diferentes moléculas que están en el terreno marciano.
Ahí, vieron signos relevantes.
“Los ladrillos básicos de la vida podrían haber estado presentes durante un largo periodo de tiempo”, aseguraron los investigadores en un artículo publicado en la revista Nature, refiriéndose al cráter Jezero.
Aún así, aquello no asegura que haya existido vida, ya que los compuestos detectados por la misión podrían haber sido el resultado de procesos geológicos específicos, como el volcanismo o el impacto de meteoritos, entre otros.
Bajo esta línea, el coautor del estudio, Joseph Razzell Hollis, explicó al citado medio español que “estas señales son muy intrigantes, porque podrían ser de origen biológico y, por tanto, demostrarían que los componentes básicos de la vida pudieron estar presentes en Marte durante mucho tiempo (millones de años) y en varios lugares a la vez”.
“Pero como científicos planetarios (...) tenemos que ser muy cautos; para nosotros la explicación biológica debe ser el último recurso al que no recurriremos hasta que podamos descartar todas las posibles explicaciones alternativas”, recalcó a El País.