Científicos descubren una nueva célula en nuestro cuerpo que podría curar la anemia
Después de una larga investigación, un grupo de científicos encontró que la solución para la anemia podría estar en nuestro propio cuerpo y, así, renovar el tratamiento que hasta el momento se hace con hormonas artificiales.
Las buscaron por 30 años y acaban de encontrarlas. Un grupo de científicos de Suiza, Israel, Alemania y Dinamarca hizo un hallazgo único y prometedor en materia de Medicina, y es que encontraron unas células que son las responsables de producir una hormona llamada EPO que es producida por los riñones.
La particularidad de esta es que se utiliza con frecuencia para tratar la anemia causada por tener un número reducido de glóbulos rojos o baja concentración de hemoglobina, pero hasta este descubrimiento, se desconocía que el cuerpo también era capaz de producirla.
Las células que podrían terminar con la anemia
Estas células no habían sido encontradas en humanos hasta este descubrimiento, y es que era demasiado astuta y rápida. Por esto, todos estos años, la anemia ha sido tratada por hormonas EPO producidas por la tecnología llamada ADN recombinante.
“La producción en células Norn (nombre con el que las bautizaron), aumenta bruscamente y vuelve a disminuir del mismo modo. Esta es la razón principal por la que identificarlas fue tan difícil”, explicó Roland Wenger, investigador de la Universidad de Zurich y participante del estudio.
Pero haberlas encontrado ahora es un gran potencial médico, ya que el 10% de la población sufre de enfermedad renal crónica que suele conducir a no producir suficiente EPO y, por tanto, la anemia suele ser fatal en los casos más graves.
“El descubrimiento de un nuevo tipo de célula no es un evento cotidiano y la identificación de las Norn ahora ofrece la oportunidad de desarrollar técnicas que las estimularán para que produzcan más EPO. Esto permite mejorar la cantidad de eritrocitos y la calidad de vida del paciente sin tener que administrar EPO artificial”, explicó Wenger.
Para lograr descubrirlas, examinaron los riñones de víctimas de incendios domésticos que murieron intoxicados con monóxido de carbono y estos mostraron una fuerte inducción de la producción de EPO. Utilizando esas muestras, encontraron que las células Norn eran las mismas que habían encontrado antes en ratones
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