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Cómo el DOGE de la administración Trump planea seguir sin Elon Musk a la cabeza

El magnate de la tecnología, quien ha enfrentado duras pérdidas en los ingresos de Tesla, anticipó que disminuirá su participación en el Departamento de Eficiencia Gubernamental a “uno o dos días a la semana”.

Cómo el DOGE de la administración Trump planea seguir sin Elon Musk a la cabeza. Foto: archivo.

En la presentación de resultados de Tesla del martes 22 de abril, el propietario de la compañía, Elon Musk, anunció que su participación en el Departamento de Eficiencia Gubernamental de Estados Unidos (DOGE, por sus siglas en inglés) probablemente se reducirá “significativamente” a partir de mayo.

El magnate, quien se ha desempleado como líder del organismo dedicado al recorte presupuestario de la administración de Donald Trump, agregó que seguiría trabajando en el DOGE “mientras el presidente lo desee”.

Las declaraciones de Musk—quien ostenta el primer puesto en la lista de multimillonarios de Forbes— se posicionaron alrededor de cuatro meses después de que el mandatario creara el departamento, a través de una orden ejecutiva que firmó el 20 de enero (el día en que asumió el poder y regresó a la Casa Blanca para un segundo mandato).

En ese entonces, el DOGE recibió una duración prevista hasta el 4 de julio de 2026.

Según han planteado distintos analistas, se espera que la disminución en la participación de Musk traiga consigo cambios en cómo se está llevando el departamento.

No obstante, se afirma que es poco probable que detenga su trabajo ahí por completo.

Durante sus primeros meses, el DOGE ha recortado empleos en casi todas las agencias federales. También ha cancelado miles de contratos y tomado control de los sistemas informáticos gubernamentales.

Mientras muchos republicanos han visto a Musk como un líder que permitirá aumentar la eficiencia y la reducción de costos, figuras demócratas han sostenido que las operaciones del DOGE han sido perjudiciales.

En lo que hay un consenso, es en que el magnate de la tecnología representa a la cara visible del DOGE, a pesar de que la mayor parte del trabajo del organismo ha sido realizado por docenas de programadores informáticos y abogados.

Aunque el también dueño de empresas como SpaceX y X reduzca su participación en el departamento, se espera que esos empleados permanezcan, según rescata el Wall Street Journal.

Se trataría de más de un centenar de trabajadores, de acuerdo a lo que ha afirmado Musk previamente.

Cómo el DOGE de la administración Trump planea seguir sin Elon Musk a la cabeza. Foto: archivo.

Estos han asumido en gran medida el control de la Oficina de la Administración de Personal —que ayuda a gestionar temas laborales federales— y han sido claves en el proceso para acabar con la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés).

Algunos funcionarios que pasaron por el DOGE también han conseguido altos cargos en la administración Trump, tales como Jeremy Lewin en el Departamento de Estado y Tyler Hassen en el del Interior.

Durante la campaña presidencial que terminó materializándose en un segundo mandato de Trump, Musk afirmó que a través del organismo recortarían dos billones de dólares de gasto público.

Posteriormente, prometió que iban a recortar un billón de dólares.

Sin embargo, aún no se han acercado a esa cifra. Según rescata el New York Times, Musk declaró a inicios de abril en una reunión de gabinete que hasta el momento habían recortado 150.000 millones de dólares del presupuesto federal del próximo año.

Por otro lado, de acuerdo a un análisis del Journal, el gasto federal desde que Trump asumió el cargo es mayor que hace un año.

Además de las complicaciones que ha enfrentado el DOGE, Musk también ha visto problemas en su empresa que fabrica vehículos eléctricos.

Según anunció a finales de abril, los ingresos netos de Tesla cayeron un 71% en el primer trimestre de este año, periodo en el que ha concentrado sus esfuerzos en las labores del Departamento de Eficiencia Gubernamental de la administración Trump.

Tras anunciar que su participación en el DOGE disminuirá a partir de mayo, precisó que seguiría dedicando “uno o dos días a la semana” a los asuntos relacionados con el departamento.

Cómo el DOGE de la administración Trump planea seguir sin Elon Musk a la cabeza. Foto: archivo.

Cómo se posiciona el anuncio de Musk de participar menos en el DOGE

El analista internacional y académico de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo (UDD), Guido Larson, dice a La Tercera que para evaluar este escenario hay tres factores principales a considerar.

“Primero está toda la serie de revelaciones relacionadas al descuido con el cual este organismo aborda sus planes gubernamentales. Esto tiene que ver, por un lado, con quienes finalmente estuvieron detrás del análisis que se realizó para hacer ‘más eficiente’, como decía Musk, el uso de los recursos”.

“Fundamentalmente, eran individuos de su círculo, que no tenían experiencia política, que no conocían la administración estatal y que tenían déficit e ignorancia grave en cuanto a protocolos, reglamentos, normativas e incluso la ley. Individuos que aparentemente también —aunque acá hay una comisión de investigación que al menos pretende presentar el Partido Demócrata— tuvieron casi una negligencia en el uso y manipulación de datos privados”.

“Entonces, hay mucha presión política —que ha logrado contenerse en parte desde dentro del Partido Republicano— en torno a que si Trump, Musk y el Partido Republicano dicen a su audiencia que son una suerte de genios de la racionalización y la eficiencia, hay algo que no coincide cuando están este tipo de problemas”.

Larson sugiere que es probable que el reciente anuncio del magnate, o su eventual salida del departamento, logre aminorar el foco político que hoy existe sobre el DOGE.

“En segundo lugar, creo que es imposible desconocer que, desde que Musk asumió como cabeza de este organismo, la valorización bursátil de sus empresas se ha ido en picada. El ejemplo más emblemático es el de Tesla, que es evidentemente dramático”.

“En la prensa financiera estadounidense se ve que, en general, los accionistas estaban muy disconformes y se mostraban extremadamente preocupados. No solo por el grado de visibilidad política que estaba teniendo Musk —y cómo esto se traducía en la valorización de la bolsa— , sino que también por su grado cada vez más creciente de participación. No dentro del organismo, sino que a través de sus declaraciones, retórica y presencia en mitines”.

Un tercer punto a considerar, dice Larson, es que “es plausible que acá tengamos un escenario donde haya dos ferrocarriles por trayectoria de colisión: Musk y el propio Trump”.

Cómo el DOGE de la administración Trump planea seguir sin Elon Musk a la cabeza. Foto: archivo.

“Algunas informaciones y comentarios off the record en la prensa estadounidense dicen que Trump estaría altamente descontento con la manera en que Musk se ha desplegado pública y políticamente”.

Un ejemplo de aquello, comenta el analista, es cuando el magnate de la tecnología hizo un particular gesto con su brazo durante su discurso para celebrar la toma de posesión de Trump.

Dicho gesto fue ampliamente comparado con el saludo nazi, algo que Musk negó. A través de su cuenta de X (la red social antes llamada Twitter de la que es propietario), respondió a las acusaciones: “Francamente, necesitan mejores trucos sucios. El ataque de ‘todos son Hitler’ ya cansa”.

En este sentido, el académico de la UDD agrega: “Desde el punto de vista de la óptica, de cómo finalmente a Trump le gusta manejar la narrativa y que no haya nadie más que él dentro de la agenda… bueno, cuando hay un individuo enormemente poderoso y con gran riqueza económica como Musk, yo creo que Trump puede verse preocupado en términos políticos”.

Cabe recordar que algunas empresas del magnate, como SpaceX, han conseguido contratos con agencias gubernamentales como la NASA, incluso antes de que Trump asumiera la presidencia.

En cuanto a qué podría ocurrir en el futuro con el DOGE tras el anuncio de Musk, Larson plantea que “quizás también es sensato que un organismo como este pase a quedar alojado en una secretaría de estado, en el Tesoro por ejemplo”.

“Y de esa manera descomprimir si se quiere este ambiente completamente saturado de información, para concentrarse en cosas que de acuerdo a la administración Trump hagan sentido”.

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