Cómo es el Sistema de Misiles Tácticos ATACMS que Estados Unidos autorizó que Ucrania use para atacar dentro de Rusia

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, permitió por primera vez que las fuerzas de Ucrania puedan utilizar misiles suministrados por su país para ataques dentro de Rusia.

La información fue confirmada al New York Times por funcionarios del país norteamericano, quienes afirmaron que es probable que las armas se empleen inicialmente contra las tropas rusas y norcoreanas en la región rusa de Kursk, en donde los soldados ucranianos empezaron incursiones transfronterizas el pasado 6 de agosto.

Cabe recordar que Ucrania se enfrenta a una invasión militar que Rusia comenzó el 24 de febrero de 2022.

Durante los más de dos años y medio en los que se ha extendido la guerra, los paquetes de ayuda militar y económica de Estados Unidos y los aliados occidentales de Kiev han sido fundamentales para que sus fuerzas puedan contrarrestar la ofensiva rusa.

La decisión de la administración Biden se da apenas dos meses antes de que el presidente electo, Donald Trump, asuma el cargo. El cambio de mando está previsto para el próximo 20 de enero de 2025.

A lo largo de su campaña, el abanderado del Partido Republicano prometió limitar el apoyo al país presidido por Volodimir Zelenski.

Junto con ello, Trump prometió que pondría fin inmediato al conflicto, aunque no entregó detalles sobre cómo planeaba hacerlo.

Informaciones reunidas por el Washington Post aseguran, citando a fuentes familiarizadas con sus acciones, que el presidente electo ha dicho en privado que apoyaría un acuerdo en el que Rusia se quede con parte del territorio ucraniano capturado.

Según dijeron los funcionarios estadounidenses al Times, la autorización de la administración Biden contempla que las fuerzas ucranianas puedan utilizar el Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS).

Previamente, desde el Kremlin han insistido en que el uso de misiles occidentales de mayor alcance dentro de su territorio podría significar una escalada en la guerra.

Los funcionarios estadounidenses afirmaron que la luz verde del gobierno es una respuesta a la decisión de Rusia de incorporar tropas de Corea del Norte al combate.

Los ATACMS, fabricados por Lockheed Martin, son misiles balísticos que —según el modelo— pueden alcanzar objetivos a 300 kilómetros de distancia con una ojiva que contiene alrededor de 170 kilos de explosivos.

Estos pueden ser disparados desde los lanzadores móviles HIMARS que Estados Unidos ha proporcionado a Ucrania, como también desde los M270 más antiguos enviados desde Reino Unido y Alemania.

Aunque se les tiende a clasificar como “misiles de largo alcance”, este es un término subjetivo, dijeron especialistas al citado medio.

Pueden llegar más lejos en Rusia que cualquier otro misil ucraniano, pero no pueden viajar tan lejos como un misil de crucero o un misil balístico intercontinental.

El sistema fue desarrollado en la década de 1980 con el objetivo de destruir objetivos soviéticos, a través de un arma guiada.

Actualmente, según rescata el Times, el Pentágono cuenta con dos versiones del ATACMS en su arsenal: un arma de racimo y otra que lleva solo una carga explosiva.

Desde el comienzo de la guerra, el presidente Zelenski ha insistido a Estados Unidos en que debe suministrar y permitir el uso de estos misiles en ataques dirigidos a Rusia.

La administración Biden proporcionó ATACMS a Ucrania en 2023, pero hasta ahora habían retenido su aprobación para que pudieran usarlos al otro lado de la frontera.

La espera de Estados Unidos se debió a que permitir su uso por parte de las fuerzas ucranianas para ataques en Rusia podría aumentar las tensiones con el Kremlin y potenciar una escalada, como han advertido reiteradamente las autoridades rusas.

Sin embargo, los funcionarios consultados por el Times dijeron que la incorporación de tropas norcoreanas a las filas rusas contribuyó a que se tomara la decisión.

Las tropas rusas se están preparando para realizar un ataque masivo con 50.000 soldados —incluidos efectivos norcoreanos— sobre las posiciones ucranianas atrincheradas en Kursk, según rescata el citado periódico estadounidense.

Dicha ofensiva tiene el objetivo de recuperar el territorio ruso que las fuerzas ucranianas han podido capturar con las incursiones transfronterizas iniciadas en agosto.

En medio de este escenario, el ejército ucraniano podría usar los misiles ATACMS para atacar concentraciones de tropas adversarias, piezas de equipo militar, depósitos de municiones y líneas de suministro dentro de Rusia.

De esta manera, podrían afectar a la efectividad de la contraofensiva rusa.

En el pasado, el Ejército de Estados Unidos disparó alrededor de 30 misiles ATACMS en 1991, en el marco de la Operación Tormenta del Desierto, según registros del gobierno revisados por el Times.

Fueron utilizados para atacar lanzadores de misiles balísticos de alcance medio de Irak, además de sitios de misiles tierra-aire.

Se trató de versiones en racimo de primera generación que podían volar alrededor de 160 kilómetros y que, una vez sobre sus objetivos, lanzaban unas 950 bombas pequeñas.

Estados Unidos también disparó más de 400 de estos misiles tácticos en la llamada Operación Libertad Iraquí, especialmente en las primeras horas de la invasión de 2003.

No obstante, más adelante se restringió el uso de municiones de racimo, debido a que fallaban regularmente y a que podían generar consecuencias incluso después de finalizado un combate.

Por este motivo, se renovaron muchos de los primeros ATACMS en la década del 2000 y se reemplazaron las bombas pequeñas por una única ojiva explosiva.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, declaró este lunes 18 de noviembre en su conferencia de prensa diaria que “si se ha tomado la decisión, significa una nueva espiral de tensión y una situación completamente nueva con respecto a la participación de Estados Unidos en este conflicto”.

También acusó a la administración Biden de “echar leña al fuego y seguir avivando la tensión”, según declaraciones rescatadas por la BBC.

En septiembre, el mismo mandatario Vladimir Putin advirtió que si se permitía a Ucrania el uso de armas de largo alcance dentro de Rusia, verían dicha acción como una “participación directa” de los países de la OTAN.

Poco después, el líder del Kremlin anunció cambios en la doctrina nuclear del país.

Este último es el documento que establece las condiciones bajo las cuales Rusia podría decidir usar sus armas nucleares.