Cómo fue la misión de una unidad militar de Ucrania para capturar a un soldado de Corea del Norte

Son alrededor de 12.000 soldados de Corea del Norte los que se han unido a las tropas de Rusia para batallar en su guerra contra Ucrania.

Los primeros reportes sobre su llegada a la región rusa de Kursk —donde las fuerzas de Kiev iniciaron incursiones transfronterizas el pasado 6 de agosto— comenzaron en octubre.

Aunque en un principio se afirmó que fueron mantenidos fuera de las líneas de frente —para que así ayudaran en tareas logísticas y recibieran entrenamiento— , a mediados de diciembre se denunció que efectivos norcoreanos comenzaron a ser desplegados en combate.

Cabe recordar que Ucrania se enfrenta a una invasión militar a gran escala por parte de Rusia, desde el pasado 24 de febrero de 2022.

Ni Moscú ni Pionyang han reconocido públicamente el despliegue de soldados del país asiático para apoyar a las tropas rusas en Kursk.

Sin embargo, tanto Kiev como sus aliados aseguran que la cifra es de aproximadamente 12.000.

De hecho, han reportado el hallazgo de escritos personales de soldados norcoreanos que murieron en combate e, incluso, la captura de efectivos con vida.

Hasta principios de enero, miles de esos uniformados que luchaban junto a Rusia habían fallecido o resultado heridos.

No obstante, ninguno de ellos había sido capturado.

Mientras algunos habían sido asesinados por su propio bando tras sufrir heridas de gravedad, otros optaron por suicidarse en lugar de rendirse, según videos y relatos del ejército ucraniano revisados por el Wall Street Journal.

También se reporta que han sido obligados a cruzar campos abiertos a pie, sin el apoyo de vehículos blindados ni equipamiento de artillería.

Junto con ello, las autoridades ucranianas han encontrado documentos de identificación falsos, los cuales parecen haber sido emitidos para sostener que los soldados desplegados provenían de Rusia.

Según los funcionarios de Kiev, las tropas rusas y norcoreanas hacen todo lo posible para ocultar y eliminar a los soldados de Pionyang que resultan heridos.

En los documentos de un oficial anónimo del ejército norcoreano —quien falleció en combate— se puede leer: “Nuestros combatientes, que vieron caer a otros camaradas, mataron sin piedad a los que intentaban rendirse”.

Tales escritos, recuperados por las fuerzas ucranianas, fueron publicados por la oficina de Corea de la Human Rights Foundation.

Dicha organización ha estado ayudando a las fuerzas especiales de Kiev a analizar los documentos de soldados norcoreanos que se han podido reunir.

Militares ucranianos han relatado que los efectivos de Corea del Norte suelen llevar una granada con la que inmolarse o, en algunos casos, una navaja para atentar contra sus vidas.

Previamente habían capturado a un uniformado con vida, pero este estaba gravemente herido, por lo que terminó muriendo mientras era trasladado, según los reportes de Kiev.

El comandante de una unidad de élite ucraniana, un capitán que se presenta como Green, comentó al Journal que la motivación de los soldados de Pionyang es “de alto nivel”.

“Su entrenamiento físico es de alto nivel y su disposición a morir es la misma”, agregó.

Green fue, precisamente, el encargado de dirigir una misión de alto riesgo para capturar con vida a un soldado norcoreano que batallaba junto a las tropas rusas.

Durante los primeros días de enero, Green y su equipo analizaron los movimientos de unos ocho soldados norcoreanos que estaban estacionados en un bosque, en la región rusa de Kursk.

Tras identificar las mejores rutas de entrada y salida, los efectivos ucranianos se vistieron de camuflaje para acercarse a ellos y pasar desapercibidos.

La misión partió al mediodía del 9 de enero.

En el transcurso del operativo, los militares ucranianos pasaron por un campo minado —que era la ruta más corta— e hicieron una emboscada a los soldados norcoreanos.

La sorpresa llevó a que estos últimos se retiraran de la zona.

En palabras de Green: “Entendieron que no podían luchar contra nosotros”.

Según el comandante de la unidad de élite, aquello también había sido considerado en el plan.

El siguiente paso era revisar la zona en busca de soldados heridos.

Aunque en un principio no encontraron a ningún efectivo con vida, luego se dieron cuenta de que uno de ellos —que presentaba lesiones— estaba en el suelo frente a unos árboles.

Green relató al citado periódico que se acercó a él, pero el norcoreano levantó una granada, como un gesto de que la haría explotar si seguía acercándose.

El comandante recurrió a frases coreanas que había aprendido para comunicarse.

Luego, siguió hablándole en ruso.

“Todo está bien. Estoy ayudando”, le dijo al soldado norcoreano que estaba herido en el suelo.

Para resguardar la seguridad suya y la de su unidad, “estaba constantemente observando sus manos”.

Mediante gestos, Green le mostró al soldado los primeros auxilios que quería realizar en su pierna herida.

En respuesta, el norcoreano levantó la mano y después la bajó.

Green lo interpretó como que le estaba diciendo que había sido atacado por un dron.

Tras esas interacciones, el uniformado cedió y le entregó la granada.

“Lo tratamos como a un niño. No queríamos que se lastimara”, comentó el comandante al Journal.

Según explicó Green, los soldados norcoreanos que intentan escapar suelen abandonar todo su equipo y armas, salvo una granada, en el campo de batalla.

El que ellos hallaron no tenía comida ni agua.

En un video del interrogatorio que se le hizo posteriormente, el efectivo norcoreano contó que había sido herido días antes y abandonado por su compañeros.

Green calificó la misión para llevar al soldado a su base como “el Armagedón”, debido a los altos riesgos.

Relató que en el camino fueron bombardeados por los obuses de las tropas rusas.

De la misma manera, pasaron por un campo minado, por sobre alambres de púas y se dispersaron en edificios y sótanos para esperar la evacuación.

“(Las tropas rusas) utilizaron todos los recursos que tenían en ese momento, simplemente para deshacerse tanto del coreano como de nosotros”, aseguró el comandante ucraniano al citado periódico.

En medio de ese escenario, en un principio, el prisionero no se dejaba inyectar un analgésico.

Finalmente, uno de los efectivos le explicó mediante señas que solo querían suministrarle una dosis para disminuir la sensación de dolor.

Cuando identificaron una pausa de cinco minutos en el bombardeo, la unidad y el norcoreano fueron hacia el vehículo de evacuación y pudieron escapar.

El 12 de enero, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, confirmó que dos prisioneros norcoreanos habían sido capturados.

El segundo fue atrapado por separado, por una unidad de militares paracaidistas.

Un video compartido ese día por las autoridades de Kiev mostró parte del interrogatorio que le hicieron al norcoreano atrapado por el equipo de Green.

“¿Sabes dónde estás?”, le preguntó un interrogador.

El prisionero negó con la cabeza.

“¿Sabes que estás luchando contra Ucrania?”.

El norcoreano volvió a negar.

Los registros también muestran al segundo efectivo, con su cabeza vendada y su mandíbula hinchada, quien aparentemente no puede hablar.

A partir del interrogatorio, los funcionarios ucranianos determinaron que el soldado capturado por el equipo de Green cumple 20 años en 2025.

El joven aseguró que creía que estaba en un ejercicio de entrenamiento y describió cómo vio morir a algunos de sus compañeros.

En un momento, preguntó si los ucranianos eran buenas personas.

Luego de que el interrogador le respondiera que sí, dijo que quería quedarse a vivir ahí.

Más tarde, le consultaron si regresaría a Corea del Norte.

Ahí respondió: “Volvería, si me lo pidieran”.

Pese a que las autoridades ucranianas han manifestado que estarían dispuestas a cambiar a los prisioneros por ucranianos en cautiverio ruso, hasta el momento ambos permanecen bajo custodia y no se tiene claridad sobre lo que les espera.

A continuación podrás encontrar parte de los videos que fueron compartidos, aunque cabe precisar que ciertas imágenes podrían herir la sensibilidad de algunas personas.