¿Cómo funcionan las minas antitanques?

Durante la madrugada de este viernes, una persona falleció y otra resultó con heridas tras la explosión de una mina antitanque en la frontera de Chile y Perú, en la región de Arica y Parinacota.

El hecho ocurrió en las cercanías del Hito 15, en el complejo fronterizo Chacalluta, luego de que un vehículo intentara huir del país por un paso no habilitado.

El fiscal regional de Arica y Parinacota, Mario Carrera Guerrero, expresó que los ocupantes del vehículo cortaron los cercos y lo traspasaron, lo que llevó a que terminaran ingresando al campo minado. Este se encontraba señalizado.

De acuerdo al persecutor, el vehículo activó una mina antitanque, causando la destrucción del vehículo y la muerte inmediata de una persona de sexo masculino. Su identidad aún no ha sido determinada.

“Otra persona resultó herida, esta persona seguramente no iba a bordo del vehículo, sino que tiene que haber ido caminando algunos metros cercano a este”, agregó Carrera.

Desde el Ejército, en tanto, señalaron que el el Equipo de Desactivación de Explosivos (EOD) se acercó a la zona del incidente para rescatar al civil que solo resultó con lesiones, quien posteriormente fue rescatado por el SAMU para ser trasladado hasta el Hospital Regional.

Las minas antitanques son municiones explosivas que tienen por fin dañar o destruir vehículos blindados. Debido a que su objetivo es ese, podrían estar en carreteras, cunetas o caminos. Se diferencian de las minas antipersonales por su tamaño más grande y por tener una carga explosiva de mayor alcance.

Su detonación se produce cuando existe una presión directa de 130 a 150 kilogramos, según describe el Servicio de las Naciones Unidas para la Acción contra Minas (UNMAS). Sin embargo, eso no quiere decir que si una persona de peso inferior la pisa sería totalmente seguro.

Lo anterior se debe a que también existe la posibilidad de que con el paso del tiempo los sistemas se deterioren para disminuir la cantidad de presión necesaria para que explote.

Las minas antipersonales, en tanto, solo explotan ante la presencia o cercanía de personas. Su propósito es dejar lesiones graves, incapacitar o matar. De acuerdo a la UNMAS, pueden estar enterradas en el suelo pero también ancladas en altura.

Pero las dos armas tienen también puntos en común. Y es que suelen ser usadas como armas de defensa, especialmente en tiempos de guerra, para brindar protección en posiciones militares o generar destrucción en infraestructuras de las tropas enemigas.

En el caso de Chile, ese tipo de artefactos fueron instalados en las fronteras con Perú, Bolivia y Argentina, durante la dictadura de Augusto Pinochet, quien ordenó sembrar más de 181.000.

En 2001 el país se suscribió a la Convención de Ottawa, tratado que prohíbe el uso, almacenamiento y producción de minas terrestres.

Aunque el compromiso era desminar todo el territorio hasta 2012, las operaciones se prolongaron por varios años más. Recién en 2020, el Ministerio de Relaciones Exteriores dio a conocer que se habían retirado 179.815 minas antipersonales y antivehículos en 200 zonas de la frontera.

Pese al retiro masivo, las municiones siguen suponiendo un riesgo en algunas áreas. El año pasado, seis soldados del Ejército resultaron heridos por la explosión de una mina antitanque mientras se desplazaban en vehículo por las cercanías del Hito 15, región de Arica y Parinacota.