Cómo la IA podría empeorar el “lado oscuro” del fast fashion de marcas como Shein

Fast fashion
Cómo la IA podría empeorar el “lado oscuro” del fast fashion de marcas como Shein

Los expertos advierten que las falencias actuales de las empresas de fast fashion, como la explotación de trabajadores y la contaminación, podrían acrecentarse con el uso de la Inteligencia Artificial.


Shein es la empresa de moda más contaminante del 2023 y, a la par, una de las plataformas más exitosas del mundo. Según un reciente artículo de Time, el gigante chino de fast fashion publica hasta 600.000 artículos en su página y vende a clientes de más de 220 países alrededor del mundo.

Y es que tiene precios indiscutibles y una gama de ofertas que la convierten en un competidor difícil.

Aunque, desde hace algunos años, está en la mira de las personas y organizaciones por las distintas investigaciones que han revelado su poco interés por la sustentabilidad e, incluso, violaciones a los derechos laborales de sus trabajadores en fábricas de China.

Ante ello, relató Time, el director de estrategia global y asuntos corporativos de Shein, Peter Pernod-Day, aseguró que están utilizando la Inteligencia Artificial para poder “reducir el desperdicio de inventario” y volverse así más sustentables.

Esta herramienta le sirve a la empresa para analizar la preferencia de los clientes y así poder fabricar lotes de mercancía que sean “pequeños” para que, cuando pasen de moda, no terminen en la basura o en un depósito para siempre.

No obstante, algunos analistas miran con recelo esta medida, pues el uso de la IA en el fast fashion podría ser un arma de doble filo.

Fábrica de Shein
Cómo la IA podría empeorar el “lado oscuro” del fast fashion de marcas como Shein

Qué es fast fashion

Fast fashion (o moda rápida) consiste en grandes ofertas de vestuario y accesorios de empresas que producen ropa de manera rápida, con materiales de baja calidad que suelen durar en promedio de siete a diez usos, de acuerdo a la plataforma medioambiental Earth.

Según explicó The New York Times, las marcas de fast fashion pueden tener un diseño listo en tan solo 15 días. Usualmente, los diseños son imitaciones y siguen las tendencias que se originan en redes sociales.

Básicamente, el objetivo del fast fashion es ofrecer ropa de moda, a un precio muy económico y accesible para cualquier usuario.

El problema es que tanto la producción, los envíos e incluso los mismos materiales que componen la ropa están provocando un grave daño al medioambiente: según un informe de Greenpeace, el poliéster —que es una fibra de bajo costo y que suele ser muy utilizada en la moda rápida— puede tardar hasta 200 años en descomponerse.

Fast fashion
Cómo la IA podría empeorar el “lado oscuro” del fast fashion de marcas como Shein

Por qué la IA podría empeorar las consecuencias del fast fashion

“Sin estándares éticos, sociales y ambientales sólidos, la IA podría fácilmente estar impulsando una producción más rápida y un consumo excesivo”, aseguró a Times Lews Perkins, presidente de Apparel Impact Institute, organización que mide el impacto climático de la industria de la moda.

La situación actual del mundo y la contaminación por esta industria es preocupante y, de utilizar la IA solo para agilizar la producción y no para velar realmente por la contaminación y los derechos de los trabajadores, el futuro podría permanecer sombrío.

Según la Agencia Europea del Medio Ambiente, el fast fashion representa el 10% de las emisiones globales, pues libera alrededor de 1.200 millones de toneladas de emisiones de carbono por año.

Y, de acuerdo a Time, Shein es la empresa que aventaja a todas las otras, no solo por su éxito en ventas, sino por la contaminación: ha superado a Zara, Nike, H&M y LVMH con creces.

Ante ello, Shein informó que el 61% de su huella de carbono se origina en su cadena de suministro y el 38% del transporte de mercancías desde las fábricas al hogar de sus clientes.

El gigante chino aseguró en su informe de sostenibilidad que planean reducir sus emisiones con ciertas estrategias, como acercar los centros de producción a sus clientes —por ejemplo, gran parte de sus ventas llegan de China a Estados Unidos, por lo que podrían pronto tener una planta allí—, e implementar un fondo para promover el reciclaje de textiles.

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Cómo la IA podría empeorar el “lado oscuro” del fast fashion de marcas como Shein. Foto: REUTERS/Nacho Doce

Además, sobre el uso de IA para reducir los residuos, desde Shein dijeron que “no vemos el crecimiento como algo antiético a la sostenibilidad”.

Y es que, de ocuparse bien, esta tecnología sí podría tener efectos positivos que amortigüen las consecuencias del fast fashion.

Según un estudio del Instituto de Riesgo y Respuesta Climática de la UNSW, las empresas pueden aprovechar las tecnologías impulsadas por IA para la acción climática, para así analizar su huella de carbono y diseñar estrategias para reducirla.

Para David Grant, coautor de esta investigación, “la IA mejorará toda la cadena de valor de las empresas, de manera que les ayude a evitar, mitigar o compensar los impactos ambientales de sus productos, servicios o procesos”.

Y es que, en comparación a los seres humanos, esta tecnología es más hábil, rápida y precisa en este tipo de trabajos.

Es por esto que Grant mira con optimismo el futuro del fast fashion y la IA, pues “los beneficios para el medioambiente, específicamente en lo que respecta al cambio climático, son, por tanto, mucho mayores de lo que se lograría de otro modo”.

Sin embargo, Shahriar Akter, coautor del estudio, aseguró que hay un riesgo de que la IA convierta al fast fashion en “un círculo vicioso de consumo excesivo, contaminación y explotación”.

Inteligencia artificial
Cómo la IA podría empeorar el “lado oscuro” del fast fashion de marcas como Shein

Ejemplificó que marcas como Shein podrían predecir la demanda de un tipo de prendas a “una velocidad vertiginosa”, lo que haría que los trabajadores de las fábricas se vean todavía más presionados y explotados para producir ropa lo más rápido posible.

Además, otro aspecto clave sobre los riesgos de la IA en el fast fashion es que esta tecnología puede infringir los derechos de autor y “comprometer la calidad artística de la creatividad humana”, aseguró Akter.

Esto ya le pasó a un artista en Estados Unidos: el diseñador Alan Gianna vio expuesta su obra en la plataforma de Shein, cuando nunca le habían pedido permiso o comprado alguna licencia para hacerlo.

Es por esto que, según Times, Shein tiene docenas de demandas por robo de diseño. Y es que aparentemente, el algoritmo que busca tendencias no ha aprendido a discernir entre obras con propiedad o de libre uso.

Es por todo lo anterior que los expertos declararon que es necesario encontrar un equilibrio: la IA utilizada en la industria de la moda y, específicamente, en el fast fashion, puede ser muy útil para ayudar con la sustentabilidad y también para las ganancias.

No obstante, el uso ético es el mayor desafío que enfrentarán.

“Para que la tecnología añada valor, las empresas tienen que darse cuenta de que nunca se trata solo de tecnología, sino que es necesario reconfigurar toda la organización”.

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