Cómo un celular sobrevivió tras caer del avión de Alaska Airlines a 5.000 metros del piso
Durante el desperfecto del vuelo de Alaska Airlines, la presión de la cabina succionó distintos objetos personales, entre ellos teléfonos celulares de los pasajeros. Una persona encontró un iPhone en perfecto estado en tierra.
Mucho asombro provocó el caso del vuelo 1282 de Alaska Airlines que, mientras viajaba hacia California, sufrió un desperfecto y una parte de la puerta de cabina se desprendió del avión, dejando un agujero en pleno viaje.
La cabina se despresurizó con brusquedad y muchos de los objetos personales de los pasajeros fueron succionados con el aire hacia afuera.
Uno de ellos fue un iPhone, cuyo dueño pensó que nunca volvería a ver. Pero estaba equivocado, pues alguien en tierra se lo encontró tirado en el suelo y en perfecto estado.
¿Cómo pudo sobrevivir un celular a una caída de 5.000 metros?
Cómo sobrevivió un celular a una caída de avión
Sean Bates, un ciudadano de Portland, Oregon, caminaba con tranquilidad por Barnes Road, una zona de la ciudad, cuando de repente se encontró un celular. Era un iPhone, con la batería medio llena y con la pantalla intacta.
Nunca habría sospechado que el celular había caído desde un avión que se encontraba en el aire, hasta que vio que el dispositivo mostraba un recibo de 70 dólares por dos maletas en el vuelo 1282 de Alaska Airlines que, a esas alturas, ya todos sabían qué es lo que le había pasado.
Con su encuentro, el hombre llamó a la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB por sus siglas en inglés) para comentar el hallazgo y poder encontrar al dueño del iPhone que había sobrevivido milagrosamente.
En ese momento, las autoridades le confirmaron que era el segundo teléfono que se encontraba. Así lo relató Sean Bates en su cuenta de X (antes Twitter).
Además, el teléfono tenía el cargador puesto al momento de ser succionado, pues en la foto de Bates se puede ver la parte que va conectada en el iPhone.
Pero la duda todavía perdura. ¿Cómo sobrevivió el celular?
“La respuesta básica es la resistencia del aire. Creo que lo contrario a la intuición aquí es que un iPhone que cae del cielo no termina moviéndose tan rápido debido a la resistencia del aire”, comenzó a explicar el investigador en el Instituto de Astrofísica Teórica de la Universidad de Oslo, Duncan Watts.
En conversación con The Washington Post, el experto explicó que al caer de una altura tan prominente, llega un punto en el que la fuerza de la gravedad ya no podría haber acelerado más la rapidez del iPhone, por la resistencia del aire de la atmósfera.
Para ilustrar mejor la situación, Watts ejemplificó que cuando dejamos caer un teléfono desde la altura de la cintura, este llega al suelo en una velocidad de 10 millas por hora (mph). Y, desde lo alto de un avión, “probablemente solo alcanza 50 mph”.
Además, “si el teléfono cae con la pantalla mirando hacia el suelo, hay bastante resistencia, pero si el teléfono cae hacia arriba y hacia abajo, hay bastante menos”.
En este caso, pareciera ser que todo jugó a favor y probablemente el iPhone cayó con la pantalla mirando hacia el suelo y sobre alguna superficie relativamente cómoda, como la hierba o follaje donde lo encontraron. La historia sería muy distinta si hubiese sido sobre una piedra o pavimento.
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