-¿Cuál es tu definición de lo femenino?
-Lo femenino debe entenderse dentro de un contexto histórico en una sociedad determinada; y lo femenino históricamente se ha asociado a la mujer, con una tendencia a considerar lo femenino como algo negativo, pasivo, receptor de lo masculino. Hoy existe una reivindicación y transformación de lo femenino: en el Chile del siglo XXI se asocia a ser una mujer fuerte, que se atreve a romper los roles de género históricamente impuestos, a no sentir miedo, a luchar por nuestros derechos. Para mí, lo femenino tiene un componente político muy fuerte actualmente.
-¿Lo femenino es únicamente de la mujer?
-Creo que lo femenino, si bien ha sido aludido histórica y exclusivamente a las mujeres, podemos encontrarlo también en los hombres. Sin embargo, el concepto reivindicador de lo femenino, a mi juicio, no es aplicable a los hombres, especialmente por el componente político, porque los hombres no tienen que reivindicar lo masculino. En verdad lo que está en disputa, en tela de juicio, es la mujer, lo femenino.
-En un contexto de lucha feminista, ¿qué es lo fundamental de lo femenino que nunca debería olvidar en sus demandas?
-Si bien lo femenino y lo feminista son conceptos completamente distintos, hacen alusión a cuestiones casi diametralmente opuestas, yo creo que sí puede haber una conexión si transformamos lo que se ha entendido históricamente por femenino. El movimiento feminista lo entiendo como una lucha por y para los derechos de las mujeres; y si entendemos lo femenino como una reivindicación de la sujeta política del feminismo, que es la mujer eliminando lo machista, podemos evidenciar cómo lo femenino puede actuar como pieza importante en el movimiento feminista.
-¿Evoluciona la concepción de lo femenino?, ¿qué certezas han sido superadas?
-Creo que se ha ido superando, por ejemplo, la noción de que las mujeres no pueden trabajar, estudiar, participar en la política, ejercer liderazgos, porque se les ha catalogado de pasivas, histéricas, delicadas, de accesorio. A mi juicio, ningún elemento de lo femenino arcaico ha sido eliminado completamente; falta educación y una real reflexión.
-Lo femenino y lo masculino: ¿antagónicos o complementarios?
-No son antagónicos ni complementarios. No creo que todas las personas sean absolutamente femeninas o absolutamente masculinas, entendiendo incluso bajo un concepto muy histórico y sociológico sobre lo femenino y lo masculino.
-¿Qué mujer concreta encarna hoy lo femenino?
-Bajo mi concepto de lo femenino como reivindicador, la que encarna lo femenino con nombre y apellido es Natalia Valdebenito. Es fuerte, es valiente, no ha dejado que el miedo la paralice. La atacan por redes sociales, la molestan, y ella sigue ahí, fuerte.
-¿Cómo se entiende lo femenino en el mundo en el que tú te desempeñas?
-Practico la política y el activismo, y lo femenino no siempre se da ahí como algo positivo. En la política es negativo lo pasivo, lo delicado, lo histérico incluso, en contraposición a lo masculino, que se ve como lo fuerte, grande, elocuente. En el Congreso no sólo les pasa a las diputadas, también a las secretarias, las abogadas, las que somos asesoras. Aunque en política hay un tema de cuotas, eso no nos ha ayudado a entender ni transformar el concepto de lo femenino: es exclusivamente más mujeres en política, entonces seguimos bajo el mismo paradigma. En el activismo sucede algo muy parecido. La mayoría de las organizaciones están compuestas exclusivamente por hombres homosexuales y eso se puede ver en las vocerías, en las personas que van a los medios, donde ellos cooptan las vocerías por la comunidad LGTB, invisibilizando a mujeres lesbianas, bisexuales, trans, personas intersex. En mi caso, uno de los grandes logros ha sido ser una mujer trans que también transgrede los roles de género, que tiene una voz distinta a la esperada, una historia de vida distinta.
-¿En qué ves lo femenino en ti?
-No dejo que el miedo me paralice. Me gusta decir las cosas como son, que ningún obstáculo me frene. Pero se ve una contraposición del concepto de lo femenino entre lo que yo veo y el resto: lo femenino para el resto tiene que ver un poco con el tema de la voz, la corporalidad, donde yo no necesariamente encarno lo que entre comillas es femenino, porque no quiero encarnar eso. Para mí lo femenino va mucho más allá de una corporalidad.
-Lo defines como reinvindicador.
-Reivindicar es ir hacia el amor propio, a la liberación.
-Y en la comunidad LGTBI, ¿dónde ves lo femenino?
-Se ha reivindicado más en el último tiempo. En el caso de los hombres homosexuales, una de las formas que se ha intentado reivindicar y promover lo femenino es a través del transformismo y el drag queen; ahí también hay una forma, no sólo de manifestación artística, sino también de performance política, pensando en Pedro Lemebel.
*Constanza Valdés es licenciada en Ciencias Jurídicas, activista trans y asesora parlamentaria.
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