
Crónica del perturbador caso de Joël Le Scouarnec, el cirujano francés que abusó a 299 pacientes menores de edad
Un nuevo caso de abuso remece a Francia. Se trata del cirujano Joël Le Scouarnec de 74 años, que fue acusado de haber agredido a 299 pacientes, la mayoría de ellos, menores de edad. Los delitos fueron descubiertos tras un allanamiento a su hogar.
El nombre de Joël Le Scouarnec, un francés de 74 años, se escuchaba en las consultas médicas y los pasillos de los hospitales. Era un respetado cirujano, esposo, padre de tres hijos y abuelo. Pero desde 2017, el mundo conoció su verdadera faceta.
Su identidad comenzó a recorrer los medios de comunicación, y pronto, el hombre se vio a sí mismo en el estrado, siendo interrogado por una brutal acusación: Le Scouarnec habría agredido sexualmente a 299 de sus pacientes, y la mayoría eran menores de edad.
“Necesito entender por qué me convertí en esto… Perdí todo sentido moral”, diría el francés en su juicio, que comenzó el pasado 24 de febrero de 2025.
Francia acababa de condenar a los más de 80 violadores de Gisèle Pelicot cuando este nuevo caso volvió a remecer al país y al mundo.
Así es cómo descubrieron los atroces crímenes de Joël Le Scouarnec, un médico y pederasta que confesó desde el primer día en que fue atrapado.
Este artículo contiene relatos sensibles y perturbadores.

Los crímenes de Joël Le Scouarnec, el cirujano y abusador de Francia
2 de mayo de 2017. Eran las 8:45 de la mañana cuando la policía francesa llegó a la casa del cirujano Joël Le Scouarnec, en la localidad de Jonzac, Francia.
Habían recibido la denuncia de una niña de 6 años que aseguró haber sido abusada por Le Scouarnec, su vecino.
Las autoridades ingresaron al hogar del médico y encontraron las pistas que confirmaron sus sospechas: por sus antecedentes y lo nuevo que encontraron, el hombre era, sin duda, un peligroso pederasta.
Según relató El País, en la casa habían muñecas con objetos sexuales adheridos a las que había bautizado con nombres de niños, 300.000 fotos de pedofilia y zoofilia, 151 videos y llaves USB.
Oculto bajo su colchón, la policía Nadia Martineau encontró discos duros que contenían otra contundente evidencia que permitiría llevar al hombre ante la justicia. Eran todos los diarios donde él mismo había relatado, a detalle, los crímenes que perpetró desde 1990 hasta 2014.
Pero los relatos eran tan perversos y oscuros, que la agente Martineau tuvo que alejarse de sus labores en los últimos tres años. El caso le generó un trauma del que, hasta la fecha, le es imposible hablar sin romper en llanto.
En calidad de testigo, la mujer tenía que emitir su declaración ante el tribunal por videoconferencia. Pero la voz se le quebró al intentar detallar los pasajes de lo que había leído. “Yo hubiera querido… Lo siento mucho”, dijo entre lágrimas.

Uno de los escalofriantes relatos del francés Joël Le Scouarnec
El País tuvo acceso a uno de los relatos contenidos en los diarios del pederasta francés, que enfrenta 20 años de cárcel por sus crímenes.
En él, escribió la primera vez en que comenzó a sentir atracción por menores de edad, y confesó haber abusado de una familiar.
“Desde 1984-1985. Todo comenzó cuando mi sobrina me abrazó. Su tacto me produjo una especie de placer, aunque sé que la palabra quizá sea un poco fuerte. En ese momento empecé a querer meter mi mano en sus bragas... Después de eso, incrementé los tocamientos”, se lee en el diario.
En el resto de las páginas, Le Scouarnec contaba, sin aparente remordimiento, lo que le hacía a cada víctima (como abusar de ellas mientras estaban bajo los efectos de la anestesia antes de ser operadas), cómo jugaba con sus muñecas que identificaba con niñas, e incluso el abuso que perpetró contra sus mascotas.
A veces, escribía sus vivencias en forma de poesía y cuentos.
También admitió que comenzó a coleccionar fotografías de niños desnudos.

En el tribunal de Vannes, el francés confesó “Tenía dos vidas. Una vida social, familiar y profesional. Y, aparte de eso, una vida pederasta (...). Pasaba muchísimo tiempo satisfaciendo mis deseos (...) Era adicto a todo lo que pudiera estar relacionado con la pederastia”.
Sylvain Boissinot, policía que dirigió la investigación contra el francés, agregó que en su computador no solo había material pornográfico infantil, sino también contenido zoofilia e imágenes y videos “muy duros” de asesinatos de personas (como decapitaciones o ahorcamiento).
En 2005, muchos años antes de que el caso saliera a la luz, el hombre ya había sido condenado a prisión por cuatro meses, después de descargar imágenes de pornografía infantil que había comprado con su tarjeta.
Pese a esta condena, continuó ejerciendo como cirujano y atendiendo a menores de edad con normalidad.

La confesión de Joël Le Scouarnec
“No tengo el mínimo recuerdo de que pudiera ser víctima de nada”, dijo el francés, cuando le preguntaron si es que tenía algún trauma de infancia o juventud que podría haber desatado su aparente trastorno mental.
Continuó: “Cuando estaba en mi burbuja pedófila, solo veía al niño como un objeto de mi deseo”.
Entonces, se defendió con que ahora sus impulsos han desaparecido. “Ahora veo al niño, lo escucho”.
Y es que en 2020, Joël Le Scouarnec ya había sido condenado a 15 años de reclusión por haber violado a una paciente de cuatro años, una vecina y a sus sobrinas.
“Para mí, es una necesidad intentar entender por qué me convertí en esto. No tengo una respuesta. Lo que sí puedo decir es que ahora soy consciente del daño y la devastación que causé. Perdí todo sentido moral”.

Según explicó, antes de estar en la cárcel, se había separado de su esposa, tenía “dificultades económicas” y desarrolló una fuerte adicción al alcohol. Dijo que solía tomar medio litro de whisky al día.
Y fue este contexto el que hizo que aumentara su “obsesión”.
“No recibía a nadie o casi nadie. Me hundía en la negligencia. Había moho en mi casa. No quería cambiar de apartamento. Mi vida eran los sitios de pornografía infantil y la pederastia”.
Aunque hasta ahora se le han atribuido 299 víctimas, el hombre no descartó que puedan existir más.
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