Cruceros swinger: cómo son los barcos de lujo con “salas fetiche” y piscinas donde no es necesario usar traje de baño
Distintas organizaciones alquilan barcos de lujo completos para hacer actividades enfocadas en juegos con erotismo, pero también educativas y de autoestima.
Una aventura inolvidable para las parejas. Esa es la experiencia que ofrecen los cruceros swingers, un tipo de turismo en altamar que se enfoca en los juegos mezclados con el erotismo, estando en un barco de lujo, con un ambiente libre de prejuicios y mucha diversión.
Y es que, a diferencia de los cruceros tradicionales, en estos las personas pueden estar topless o incluso completamente desnudos en espacios públicos como jacuzzis y piscinas. Incluso, se puede hacer un “intercambio de parejas”, tener sexo en grupo y sexo en público en áreas designadas para estos fines.
Cruceros swinger: ¿cuáles son las reglas?
No se trata de una línea de cruceros. Los swingers son, en realidad, viajes que programan algunas organizaciones que alquilar barcos completos para este fin, como la compañía Desire, que ofrece aventuras en altamar solo para adultos heterosexuales, por ejemplo, y que viajar por Italia, las islas griegas o Río de Janeiro.
Los pasajeros deben tener 21 años o más y, en el caso de Bliss Cruceros -otra compañía-, deben ir acompañados de sus parejas.
Y es que cada compañía tiene su propio sello y reglas, aunque suelen ser pocas.
Otro ejemplo es la marca Temptation, que alquila grandes cruceros para viajes inclusivos que permiten solteros de todo tipo de orientación sexual. A estos los llaman lifestyle-friendly o amigable para todo estilo de vida.
Estas embarcaciones suelen tener áreas de topless y ropa opcional, además de una sala de juegos o camarotes privados que están destinados para mantener relaciones sexuales. En algunas, hay fiestas de baile, clubes nocturnos, eventos temáticos “sexy”, fiestas en la piscina, talleres picantes y una “sala roja” para actividades de adultos.
Sin embargo, todos deben cumplir las políticas de conducta que firman antes de abordar, que es un consentimiento donde se aclara que los invitados solo pueden participar en actividades sexuales en áreas designadas, como sus cabañas o salas de juegos, y que no pueden forzar a ninguna persona.
Sharon, una mujer de 53 años, y su pareja Clarence, de 63, asistieron a uno de estos cruceros y aseguraron que su vida sexual “es mejor ahora que nunca, porque es un ambiente sexual que te hace sentir sexy. Te animan y eso hace que mi relación con él sea aún mejor”, afirmó la mujer.
No obstante, no se trata solo de sexo. Los cruceros swinger también imparten talleres educativos y actividades de ocio positivas para el cuerpo y el autoestima, que están dirigidos por expertos: entrenadores, médicos y sexólogos, que suelen cubrir temas como sexo tántrico, masajes eróticos y mucho más.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.