¿Cuáles son los potenciales riesgos de beber alcohol en un vuelo? Esto dicen los especialistas de la salud

¿Cuáles son los potenciales riesgos de beber alcohol en un vuelo? Esto dicen los especialistas de la salud. Foto: referencial.

Aunque algunos viajeros lo ven como su elección predilecta para sentirse relajados por un momento, médicos alertan que hay más factores que se deben considerar.


Después de ordenar tu maleta, ir al aeropuerto, dejar tu equipaje, pasar por los controles, esperar para subir al avión y luego estar en un viaje de varias horas, es altamente probable que lo que más quieras sea relajarte.

Para ello, se puede recurrir a actividades como escuchar música, ver una película o leer un libro, por nombrar solo algunas.

Y si lo que quieres es conciliar el sueño rápidamente, elementos como tapones para los oídos y llevar tu propia almohada también puede ser de ayuda para dormir.

Sin embargo, para quienes beben alcohol, pueden aparecer ganas de pedir una o dos copas.

Aquello puede contribuir a bajar momentáneamente el estrés y a tener la sensación de que se podrá dormir más pronto.

No obstante, existen ciertos riesgos asociados a su consumo en los vuelos.

Así lo aseguran especialistas del ámbito de la salud en un reciente estudio que publicaron en BMJ y que fue liderado por la investigadora del Instituto de Medicina Aeroespacial de Colonia (Alemania), Eva-Maria Elmenhorst.

¿Cuáles son los potenciales riesgos de beber alcohol en un vuelo? Esto dicen los especialistas de la salud. Foto: referencial.

Los potenciales riesgos de beber alcohol en un vuelo

El neumólogo de la Universidad de Glasgow (Escocia), Colin Church, explicó al New York Times que cuando el avión sube, también baja el nivel de oxígeno en la cabina.

Esto, a su vez, hace que disminuya el nivel de oxígeno en sangre, agregó el experto.

Tales datos son relevantes, ya que la investigación liderada por Elmenhorst reunió a un grupo de 48 adultos sanos de entre 18 y 40 años, quienes se sometieron a distintas pruebas.

A una mitad de la muestra se le asignó dormir en un laboratorio de sueño con presión atmosférica normal, mientras que la otra debió hacerlo en una cámara de altitud.

La idea de esta última era que simulara la presión de aire que se puede encontrar en un avión.

Ambos grupos durmieron en dichos lugares desde las 12:00 hasta las 4:00 por dos noches: una sobrios y otra después de haber bebido cuatro onzas de vodka.

Esa cantidad equivale a lo que se podría encontrar en dos cervezas o copas de vino, detallaron los autores en su artículo académico.

Durante el tiempo en que durmieron, los investigadores usaron dispositivos para medir sus niveles de oxígeno en sangre, su frecuencia cardiaca y las fases de sueño.

Cuando revisaron laos registros, notaron que quienes durmieron en el primer espacio tuvieron —en promedio— un nivel de oxígeno en sangre del 96% la noche en que estuvieron sobrios y un 95% la noche en que consumieron alcohol.

Por otro lado, los que durmieron en la cámara de altitud presentaron un 88% cuando estuvieron sobrios y un 85% cuando bebieron.

Para hacerse una idea, los niveles que se consideran normales tienden a ser superiores al 95% en personas sanas, aseguró al Times el cardiólogo de la Clínica Cleveland, Ashish Sarraju.

Elmenhorst y su equipo también vieron diferencias en la frecuencia cardiaca.

En el primer grupo, el promedio pasó de 64 latidos por minuto la noche inicial a 77 en la que se bebió.

Para el segundo, sus latidos por minuto pasaron de 73 la noche inicial a 88 en la que se ingirió alcohol.

El aumento de la frecuencia cardiaca y la disminución de los niveles de oxígeno en sangre se traduce en que el corazón debe trabajar más para compensar este último factor, sintetizó el experto del centro médico.

Aquello, en los casos de las personas jóvenes y en condiciones sanas, puede generar una leve sensación de cansancio.

Eso sí, los efectos pueden ser distintos para quienes padecen afecciones cardiacas, respiratorias, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o apnea del sueño, entre otros diagnósticos.

En tales casos, podrían aparecer síntomas como mareos o quedarse sin aliento.

El tema con el alcohol en estos pacientes es que, si se bebe durante un vuelo, pueden aumentar las probabilidades de que se sufra una urgencia médica en el trayecto de avión.

Y a nivel general, aunque ingerirlo puede hacer que te quedes dormido más rápidamente, también es esperable que te despiertes con más frecuencia, por lo que no es recomendable para conciliar el sueño.

Además, para quienes sufren apnea del sueño, su consumo puede agudizar los síntomas, aseguró al citado medio el especialista de la Clínica Mayo, Bhanu Kolla.

Bajo esta línea, los expertos sugirieron que es mejor evitar la ingesta de alcohol antes o durante un vuelo, más aún si se tiene alguno de los padecimientos mencionados.

De la misma manera, aunque no enfrentes uno de esos diagnósticos, si tienes síntomas como dolor de cabeza al despertar es preferible que no bebas en tu próximo viaje, agregó Kolla.

Cabe recordar que siempre es recomendable visitar a un profesional de la salud si tienes dudas sobre tu caso.

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