¿De qué color es realmente el Sol?
¿Blanco, amarillo, naranja o rojo? Nuestra cultura influye en cómo lo percibimos, sin embargo, la ciencia sostiene que ninguno de estos es el verdadero color del Sol.
Si alguien te pide que dibujes un sol, lo más probable es que lo hagas amarillo o naranja. Pero al otro lado del mundo, en Japón, es posible que lo pinten de rojo. Y es que el lugar donde crecemos suele influenciar cómo vemos las cosas.
Pero siendo más realistas, si levantamos la vista al cielo y con los ojos entrecerrados -casi cegados por la luz- miramos el Sol, muchos podrán verlo blanco, mientras que otros percibirán que tiene tonalidades amarillas.
Entonces, ¿cuál es el veredicto de la ciencia? ¿De qué color es realmente el sol?
El color del sol: ¿verde?
¿Amarillo o blanco? La ciencia dice que es ambos, pero también ninguno. De hecho, W. Dean Pesnell, científico del Observatorio de Dinámica Solar de la NASA, en conversación con The Washington Post, agregó un nuevo color: “El Sol se vería verde si tu ojo pudiera mirarlo. Básicamente, cuando miras el Sol, tiene suficientes colores diferentes y es tan brillante que los ojos de todos se disparan como locos”.
Según Pesnell, esta estrella gigante “es demasiado brillante para decir de qué color es. Por eso nos parece blanco”. Y esas tonalidades amarillas que muchos ven, tienen que ver con cómo se dispersa la luz.
Así como nuestro ojo ve el cielo azul, las moléculas del aire redirigen las ondas azules y violetas de la luz solar, provocando que nuestros ojos las vean amarillas y rojas. Y ya en la noche, la luz solar tiene que atravesar una atmósfera mucho más espesa, por lo que vemos colores más anaranjados y rojos en la puesta de sol.
En conclusión, Pesnell asegura que el Sol es una estrella verde que se ve blanca porque es demasiado brillante, aunque también se puede percibir amarilla, naranja o roja, por cómo nuestra atmósfera funciona.
El Sol podría llegar a cambiar su color
Las estrellas más calientes, emiten más luz azul, mientras que las más frías resaltan por el color rojo. El sol, que es una estrella gigante que tiene una temperatura que supera los 27 millones de grados Fahrenheit en su núcleo, está en “un lugar en el medio, un extraño espacio donde no podemos percibir su color”, explicó el experto.
Sin embargo, está destinada a cambiar su tonalidad en un futuro muy lejano. El gas de hidrógeno que tiene esta estrella es la que nos mantiene vivos, pero esa reserva se agotará en algún momento, cuando sea el momento de la muerte del Sol.
En ese momento, se hinchará y adquirirá un tono rojo intenso. Después, convertirá a la Tierra y a los demás planetas en snacks. Una vez muerta, su color dejará de ser perceptible, aunque no importa mucho, pues no habrá nadie en nuestro planeta para mirarlo.
Pero ese día no sucederá, al menos dentro de 4 o 5 mil millones de años más, por lo que no debemos preocuparnos: “El sol está en la mitad de su vida y todavía le quedan muchos años antes de que cambie de color. Todavía no se ha atenuado ni un poco”, aseguró el científico de la NASA.
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