Laboratorio Cartel de Sinaloa
Dentro de un laboratorio de fentanilo del Cártel de Sinaloa: la peligrosa droga que es 100 veces más fuerte que la morfina. Foto: NYT.

Dentro de un laboratorio de fentanilo del Cartel de Sinaloa: la peligrosa droga que es 100 veces más fuerte que la morfina

Un grupo de periodistas de The New York Times logró visitar un laboratorio improvisado, donde un cocinero de 26 años prepara fentanilo, la droga letal y temida de la actualidad. Esto fue lo que vieron.


Se arriesgaban a “represalias mortales”. Y es que los miembros del Cartel de Sinaloa de México siempre están en la mira de la policía, pero también de sus “jefes”. Por eso, cuando un grupo de periodistas de The New York Times les pidió visitar uno de sus laboratorios de fentanilo, aceptaron con recelo.

La promesa era no revelar la ubicación y mucho menos las identidades de los cocineros de fentanilo, una de las drogas más peligrosas en la actualidad que está matando a millones de personas en el mundo.

“Nos advirtieron que estuviéramos preparadas para que aparecieran las fuerzas del orden en cualquier momento”, relató la periodista Meridith Kohut.

Se vistieron con trajes de protección y máscaras de gas e ingresaron al laboratorio improvisado, donde un cocinero que usaba solo una mascarilla quirúrgica comenzó a sentirse aturdido por el humo tóxico que salía de una olla que desprendía vapores.

Fentanilo
Dentro de un laboratorio de fentanilo del Cártel de Sinaloa: la peligrosa droga que es 100 veces más fuerte que la morfina. Foto: REUTERS.

Cómo es un laboratorio de fentanilo en México

La periodista Kohut relató que, junto a su grupo, estuvieron meses intentando acceder a un laboratorio de fentanilo del Cartel de Sinaloa. El gobierno de Estados Unidos los responsabiliza por ser el principal proveedor de esta droga en su país.

Por eso, llegaron a Culiacán, la capital del estado de Sinaloa en México.

La noche que llegaron, escucharon disparos fuera del hotel y vieron cómo una furgoneta se llevaba cinco cadáveres, probablemente de una banda rival que se enfrentó con otros criminales.

Así, distintos episodios violentos hicieron imposible que pudieran llegar a un laboratorio, por lo peligroso. No obstante, al cuarto intento las aguas ya estaban más calmas y llegaron a una casa en el centro de Culiacán, “en una calle bulliciosa llena de peatones, automóviles y puestos de comida”.

“No había olores ni humo en el exterior que pudieran alertar a un transeúnte de las grandes cantidades de fentanilo que se estaban cocinando detrás de la puerta”.

Cuando entraron a la vivienda, se encontraron con una abrumadora oscuridad. La única luz que se veía era en una habitación al fondo: eran llamas al rojo vivo que se desprendían de una olla en la cocina.

Pero no era normal que eso pasara. El cocinero de fentanilo, un joven de 26 años, salió a los minutos, disculpándose porque hubo “una reacción química que causó una pequeña explosión”.

El grupo de periodistas procedió a vestirse con trajes de protección, guantes y mascarillas de gas.

Mientras lo hacían, vieron que en una mesa cerca a la puerta, había mucho polvo blanco, quizá equivalente a más de medio kilo (más de 200.000 dosis). Los hombres explicaron que era “fentanilo terminado”.

Fentanilo
Dentro de un laboratorio de fentanilo del Cártel de Sinaloa: la peligrosa droga que es 100 veces más fuerte que la morfina. Foto: REUTERS.

Ya dentro de la cocina, vieron botellas de cerveza Corona abiertas en la encimera. También contenedores de metal que, en su interior, tenían los químicos necesarios para seguir la receta del fentanilo.

Además, destacaba una pequeña montaña de láminas de cristal. El cocinero explicó que era hidróxido de sodio, uno de los ingredientes principales de la droga.

Los cocineros de fentanilo estaban inclinados sobre las ollas, que quemaban a fuego medio bajo. Estaban activando el principal ingrediente de la droga, el primer paso de un largo proceso. Pero mientras quemaban químicos y el vapor se desprendía, solo tenían una pequeña ventana y extractor para ventilar.

En esa ocasión, los cocineros solo tenían mascarillas quirúrgicas para protegerse, porque empezaron a preparar el producto con prisa.

“Ahora sí me pegó. Necesito salir a que me dé el aire tantito”, dijo uno de ellos, con un aspecto aturdido y corriendo hacia afuera.

Después de unos minutos, volvió fumando un cigarrillo y con una acetona en la mano. Esta última también se utiliza para preparar el fentanilo.

El millonario negocio del fentanilo del Cartel de Sinaloa

El cocinero comenzó a hablar con la periodista Kohut. Le contó que a sus 16 años, incursionó en el Cartel de Sinaloa. Primero cocinaba metanfetaminas, pero pronto cambió al fentanilo. Aunque estudió para ser odontólogo, nunca ejerció.

Y es que, según cuenta, no ha sido necesario. Preparando fentanilo gana millones de dólares, más aún cuando se trata de una droga con una gran demanda en Estados Unidos.

Con su “sueldo”, pudo comprarse autos deportivos, casas y ranchos.

Y aunque las autoridades estadounidenses están haciendo maniobras drásticas para frenar el ingreso de esta droga a su país, el joven cocinero le echa la culpa a los mismos consumidores, pues son ellos los que “deciden” consumir este letal producto.

Fentanilo
Dentro de un laboratorio de fentanilo del Cártel de Sinaloa: la peligrosa droga que es 100 veces más fuerte que la morfina. Foto: REUTERS.

Entonces, la periodista le preguntó si es que las presiones de los gobiernos de EE.UU. y México les harían parar con la producción, pero el cocinero “resopló con escepticismo”.

“Esto es lo que nos tiene con dinero. El narcotráfico es la principal economía aquí”.

Mientras hablaba, estaba masajeando el polvo de fentanilo con una tinta azul. Toda esa sustancia, pronto se convertiría en píldoras que pueden llevar el diseño que solicite el cliente. Les mostró una pastilla que tenía una corona similar al logotipo de Rolex.

Y aunque hasta ahora, el proceso había sido ameno, apareció un hombre en la puerta y le hizo una seña. Tenía que clausurar la cocina porque detectaron a una patrulla del ejército mexicano muy cerca.

Fentanilo
Dentro de un laboratorio de fentanilo del Cártel de Sinaloa: la peligrosa droga que es 100 veces más fuerte que la morfina

El escape de los cocineros de fentanilo en México

Tras la seña, el cocinero apagó rápido la cocina y se dirigió rápidamente a la salida de la vivienda.

“Nos tenemos que ir. Tenemos que irnos corriendo”, dijo con prisa.

Antes de ingresar a la cocina, los miembros del cártel les habían advertido que esto podía pasar. “Si llegan y nos revientan, ustedes se pueden quedar, nomás se tiran al piso”, les dijeron. “Nosotros tenemos que pelar corriendo”.

Y así lo hicieron.

Las periodistas se quitaron rápido la vestimenta de protección, tomaron sus teléfonos celulares y también salieron corriendo de la casa.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.