El río Sena, emblemático de París, ha dejado de ser noticia por su belleza. Aunque fue protagonista en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos París 2024, ahora está en los tabloides por una situación preocupante: la contaminación del agua arriesga la salud de los competidores.
Y es que el debate de la calidad del agua empezó mucho antes de que comenzaran las Olimpiadas.
Para declararse “seguro” que los humanos pueden nadar en el Sena, el agua debe pasar una serie de pruebas de salud. Estos exámenes se comenzaron a hacer semanas antes de que llegaran los deportistas, y los niveles de la bacteria Escherichia coli en el agua eran altos la mayoría de las veces.
No obstante, las autoridades parisinas insistían en que el agua era segura para el nado, pues habían invertido cerca de 1.500 millones de dólares en su “limpieza” —que, en realidad, consistió en los esfuerzos para evitar que entren aguas residuales sin tratar al río—.
De hecho, la alcaldesa de la capital de Francia nadó en el río para “demostrar” que no pasaría nada con los atletas de los JJ.OO. A esto, le sumaron la justificación de que las condiciones meteorológicas próximas a las Olimpiadas habían mejorado y que el agua era más que segura.
Con estas garantías, la competencia comenzó. Pero el pasado 31 de julio, en una prueba femenina de triatlón, Claire Michel —del equipo de Bélgica— contrajo una infección por la bacteria Escherichia coli, conocida por provocar síntomas gastrointestinales graves y molestos.
Estos son los riesgos que representa el río Sena para los atletas.
A qué riesgos están expuestos los atletas que nadan en el río Sena
El Comité Olímpico Belga (COIB) y la federación de triatlón de Bélgica enviaron un comunicado donde confirmaron que la triatleta Claire Michel está infectada con la bacteria Escherichia Coli y que, por tanto, el equipo no participará en su próxima competencia.
La joven estuvo internada cuatro días en un hospital.
Según la prestigiosa Mayo Clinic de Estados Unidos, esta bacteria causa diarrea, calambres estomacales, náuseas y vómitos. Además, especificaron que la E. Coli “puede provocar una infección, aunque la ingieras en pequeñas cantidades”.
El mismo centro médico advirtió que el agua contaminada es una de las causas más comunes de infectarse de esta bacteria: “Las heces de seres humanos y animales pueden contaminar las aguas subterráneas y superficiales, incluidos los arroyos, ríos, lagos y el agua que se utiliza para regar los cultivos”.
No obstante, una persona también puede infectarse al consumir alimentos contaminados, “sobre todo de los vegetales crudos y la carne de res molida poco cocida”.
Por qué el río Sena está tan contaminado por bacterias
Según explicaron algunos expertos, el río Sena presenta niveles más altos de la bacteria E. Coli —y otros patógenos— cuando llueve. Y es que las precipitaciones aumentan el caudal del agua, provocando que las cloacas se desborden y, por tanto, que se mezcle el líquido contaminado con el del río.
Es decir, la contaminación principal del Sena sería fecal.
En esta línea, el riesgo de nadar en el emblemático río de París habría aumentado por las últimas lluvias intensas que vivió la capital francesa. En especial, algunos recorridos de natación habrían registrado niveles de contaminación muy por encima de lo aceptable.
Es por esto que la organización de los Juegos Olímpicos decidió cancelar los entrenamientos programados para los días siguientes a la infección de la deportista belga.
No obstante, esta competencia se realizará de todas maneras en el río: según las declaraciones de Tony Estanguet, director del comité organizador de París 2024, el único plan de contingencia que manejan es posponer las pruebas por unos cuantos días.
“No hay solución para trasladar las pruebas”, declaró Estanguet. El hombre también aseguró que se retomarán las fechas cuando el agua presente niveles óptimos de salubridad.
Por su parte, la ministra de Deportes de Francia, Amélie Oudéa-Castéra, aseguró que están “absolutamente tranquilos” y que “el único elemento que no se puede controlar es el peligro climático, con lluvias intensas y prolongadas. Eso es exactamente lo que pasó”.
La opinión de los atletas sobre el río Sena en París 2024
“La calidad del agua era muy discutible. Nos han tratado como payasos”, empezó a decir con frustración la atleta Miriam Casillas. “Si se hubiera pensado en la salud de los atletas, no se habría hecho aquí”.
Continuó: “Han tenido 8 años para preparar los Juegos, cada año vamos a peor. Es una pena. Debemos decirlo y no podemos quedarnos callados. Es una pena que no se piense en el atleta”.
Por su parte, la nadadora olímpica Ángela Martínez Guillén, de España, utilizó su cuenta de TikTok para compartir con sus seguidores que se estaba preparando mentalmente para nadar en un río donde había “cadáveres, ratas y está supercontaminado”.
Además, el triatleta de Canadá, Tyler Mislawchuck, le dijo a la prensa que después de realizar su prueba de triatlón en los JJ.OO., vomitó en reiteradas ocasiones: “¿Vomite una vez? No. Vomité 10 veces. Los últimos cuatro kilómetros fueron mortales y empecé a encontrarme mal y a tener mucho calor”.
Pese a las críticas, la limpieza del Sena estaría por buen camino. Según explicó el medio Wired, nadar en el Sena estaba prohibido desde el año 1923. De hecho, un año después, en 1924, se celebraron los Juegos Olímpicos en París, pero los nadadores no pudieron competir en las aguas de este emblemático río.
Es por esto que el plan para descontaminar el Sena y convertirlo en un lugar seguro para el baño no solo para los competidores, sino también para los mismos parisinos se puso en marcha en 2016. Estos trabajos incluyeron revisar los sistemas de alcantarillado —que son bastante anticuados e ineficientes— y construir enormes estanques que puedan retener el agua contaminada, para que no se mezcle con la del Sena.