Balenciaga
El detrás de cámaras de las polémicas campañas de Balenciaga. Fotos: Balenciaga.

El detrás de cámaras de las polémicas campañas de Balenciaga que encendieron las redes

Desde niños sujetando peluches decorados con prendas que aluden a lo sexual, hasta archivos históricos que se refieren a la pornografía. Las últimas colecciones de la firma han sido ampliamente criticadas por los cibernautas, hasta el punto en que personas vinculadas a las marca han recibido amenazas de muerte. Acá, cómo se gestaron las imágenes y las repercusiones que estas han tenido.


Durante las últimas semanas, la firma española Balenciaga se ha posicionado en el centro de las críticas en redes sociales, debido a dos recientes campañas que aludieron directamente a la sexualización de menores de edad.

El director artístico al mando de la casa de moda desde 2015, Demna Gvasalia, es conocido por su carácter rupturista. De hecho, entre sus trabajos anteriores se encuentra el hecho de poner tacones en Crocs, vender zapatillas en un intencional pésimo estado por más de un millón y medio de pesos chilenos, y ofrecer bolsas de tiendas comerciales como si fuesen un bien de lujo.

Cada una de esas acciones, entre muchas otras, han llevado a que los críticos especializados y la fanaticada de la marca se replanteen los conceptos en torno a la estética y el estilo que plantea Balenciaga.

Aunque en estas últimas dos campañas, tanto la propuesta de la marca como las críticas hacia ella, fueron mucho más allá.

Las polémicas fotografías de Balenciaga

El 16 de noviembre se estrenaron las imágenes de la colección Gift Shop en las redes sociales de Balenciaga.

Aquella sesión fotográfica, la cual fue capturada por el italiano Gabriele Galimberti un mes antes, mostró a niños que sostenían osos de peluche vestidos con prendas como arneses de cuero o tops de rejilla, las cuales suelen ser utilizadas en disciplinas sexuales relacionadas al sadomasoquismo.

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Colección Gift Shop. Fotos: Balenciaga.

Las imágenes despertaron indignación en numerosos cibernautas de redes sociales, quienes acusaron a la marca de promover la pornografía infantil y la sexualización de menores.

Según declaraciones de Galimberti recogidas por el New York Times, tanto los objetos como el lugar y los niños que se ven en la publicidad, fueron seleccionados por un equipo de directivos de Balenciaga, quienes también contaron con supervisores durante las dos jornadas en que se realizó el rodaje.

Cinco días más tarde, el 21 del mismo mes, la marca estrenó una segunda campaña llamada Garde-Robe, en la que contaron con los rostros de celebridades como Nicole Kidman, Isabelle Huppert y Bella Hadid, quienes posaron desde una oficina corporativa.

A pesar de que en aquella instancia no fueron menores de edad quienes aparecieron en las fotografías, usuarios de redes sociales no tardaron en alertar alusiones inapropiadas.

Una de ellas, es la presencia de una copia impresa de la decisión del Tribunal Supremo de 2008 en el caso U.S. v. Williams, en el cual se evaluó si la promoción de pornografía infantil restringe los derechos de la libertad de expresión de la Primera Enmienda estadounidense, según informa el Times.

A ello se le sumó, entre otros puntos, que estuviera el libro As Sweet as It Gets (2014) del pintor belga Michaël Borremans, el cual ha sido descrito por la galería de arte David Zwirner como una muestra de “niños pequeños participando en actos lúdicos, pero misteriosos, con matices siniestros e insinuaciones de violencia”.

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Colección Garde-Robe. Fotos: Balenciaga.

Desde las redes hasta conspiraciones en televisión

La mayoría de los cibernautas y medios de comunicación se han referido a ambas campañas como si fuesen una sola. Incluso, algunos se dirigen a la artista Lotta Volkova como si ella fuese la responsable de los contenidos de Balenciaga, cuando en realidad, dejó de trabajar directamente con la marca desde 2018, según confirmó Vanity Fair.

A pesar de tales puntos, la polémica en torno a la firma española continuó creciendo constantemente, hasta el punto en que fue abordada en el programa Tucker Carlson Tonight de Fox News, conocido por dar a conocer la teoría conspirativa del QAnon y relacionarla con ciertos contenidos.

Según el New York Times, esta puede definirse como la existencia de “un grupo de élites adoradoras de Satanás que dirigen una red de sexo infantil y están tratando de controlar nuestra política y los medios de comunicación”.

“Aquí tienes una importante marca internacional de venta al por menor que promueve la pornografía infantil y el sexo con niños. No lo hace sutilmente, sino directamente al descubierto”, declaró el presentador del programa, Tucker Carlson, el pasado 22 de noviembre mientras estaba al aire

Las primeras declaraciones de la marca

Solo dos días después, el 24 del mismo mes, Balenciaga se refirió por primera vez a las fotografías de Gift Shop a través de un comunicado.

“Nos disculpamos sinceramente por cualquier ofensa que haya podido causar nuestra campaña navideña. Nuestros bolsos de peluche no deberían haber aparecido con niños, por lo que hemos retirado inmediatamente la publicidad de todas las plataformas”, declararon.

Unas horas más tarde, también se refirieron a las imágenes de Garde-Robe en un segundo comunicado.

“Nos disculpamos por mostrar documentos inquietantes. Nos tomamos este asunto muy en serio y estamos tomando medidas legales contra las partes responsables de crear el set e incluir artículos no aprobados para nuestra sesión de fotos (...) condenamos enérgicamente el abuso de los niños en cualquiera de sus formas. Defendemos su seguridad y bienestar”, expresaron.

El origen de los documentos de Garde-Robe

Ya el 25 de noviembre, Balenciaga presentó una demanda por 25 millones de dólares en contra de los encargados de diseñar las decoraciones de la campaña Garde-Robe: la productora North Six y el artista Nicholas Des Jardins, conocido por confeccionar el caballo que aparece en la portada de Renaissance (2022) de Beyoncé.

Según la declaración de la marca de lujo, la cual fue revisada por el Times, alegaron que incurrieron en “actos y omisiones inexplicables”, las cuales tienen un carácter “malintencionado o, como mínimo, extraordinariamente imprudente”, que abrió paso a que se vinculara a la firma con la violencia sexual en contra de menores.

Frente a este escenario, la abogada de Des Jardins declaró que “no hubo ningún plan malévolo” y que la responsabilidad no recae sobre su cliente, debido a que durante el rodaje de Garde-Robe (ya que no participó en Gift Shop), hubo personal de Balenciaga que se encargó de “supervisarlo” y de “manejar papeles y otro accesorios”.

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Tienda de Balenciaga en Cannes. Foto: Fashion Network.

Asimismo, el artista expresó que los polémicos documentos de la campaña salieron de “numerosas cajas” que habían sido alquiladas por Balenciaga a una empresa de utilería, mientras que desde la marca afirmaron que supuestamente estos eran “falsos” y que “procedían del rodaje de un drama televisivo”.

Cuando las disculpas no son suficientes

El 28 de noviembre, la firma de alta costura se refirió nuevamente a las críticas hacia sus dos campañas: Gift Shop y Garde-Robe.

En aquel comunicado, asumieron “toda la responsabilidad por nuestra falta de supervisión y control” y declararon que podrían “haber hecho las cosas de otra manera”, por lo que se encuentran en medio de “investigaciones internas y externas” para definir cuáles fueron los detonantes específicos de estas situaciones.

Junto con ello, también confirmaron que se están acercando a “organizaciones especializadas en la protección de los niños y cuyo objetivo es acabar con el abuso y la explotación infantil.”

“Queremos aprender de nuestros errores e identificar formas de contribuir”, destacaron.

Por su parte, el fotógrafo Gabriele Galimberti fue excluido de responsabilidades en torno a la campaña Gift Shop, ya que él no tomó las decisiones durante el set de rodaje. De hecho, según afirmó al Times, la marca le dijo que la temática era “punk”, por lo que no sabía con qué se iba a encontrar en el set.

Asimismo, él tampoco participó en Garde-Robe, pero la poca rigurosidad de los datos en redes sociales le han costado tanto su seguridad como su reputación, hasta el punto en que ha recibido amenazas de muerte y filtraciones de su información personal, una situación similar a la que se ha enfrentado Volkova.

Según dijo Galimberti al Times, “en este momento, nadie quiere que se le relacione con mi nombre, porque este se asocia con la palabra pedofilia en todas partes (...) llevo 25 años trabajando en mis proyectos personales, y luego todo queda destruido por esta campaña. No duermo bien y mi familia está completamente preocupada”.

Por su parte, el medio Business of Fashion anunció que no otorgará un premio que tenía considerado para el director artístico de Balenciaga, Demna Gvasalia, debido a que mantienen “la seguridad de los niños en la más alta consideración”.

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