El terrible caso del músico que asesinó, quemó iglesias y marcó la tragedia del black metal noruego
Al momento de recibir su sentencia, Varg Vikernes sonrió a las cámaras que lo grababan. Acá, la historia del neonazi que sembró terror en el país escandinavo.
Cuando el compositor noruego Varg Vikernes fue sentenciado a 21 años de cárcel por el asesinato del guitarrista Øystein Aarseth —más conocido como Euronymous y líder de la banda musical Mayhem— , miró fijamente a una de las cámaras que lo grababa y esbozó una sonrisa.
Cualquiera que no hubiese conocido el caso podría haber pensado que se trataba de un veinteañero inofensivo, pero lo cierto era que ese sujeto de ojos azules, pelo largo, rubio y una aparente calma en dicho momento, había sido el autor de múltiples atentados: también incendió al menos tres iglesias y se encontraron explosivos en su poder.
Actualmente, el escandinavo tiene 50 años y es recordado por dos ámbitos en particular: por haber sido un precursor del género black metal y por haber cometido horrendos crímenes.
La muerte que figuró en la portada de un disco
Vikernes, quien también era conocido con el apodo de Conde Grishnackh —como una referencia a un orco de El señor de los anillos— compartía algunas afinidades con Euronymous, las cuales en un punto los llevaron a grabar una de las obras más elogiadas de la escena noruega.
A ambos les gustaba la música altamente distorsionada y tenían una particular visión de la sociedad, aunque desde distintas veredas.
El primero se vinculaba con la ideología neonazi y tenía creencias religiosas racistas, mientras que el segundo seguía postulados del comunismo y se consideraba cercano a ciertas ramas del satanismo.
“En 1991, la mayoría de los músicos de metal de Noruega creían que Euronymous era, digamos, un tipo genial, pero a mediados o finales de 1992 la mayoría nos dimos cuenta de que no era así”, escribió Vikernes en su sitio web según rescata El País.
Por esa época, el bajista de Mayhem, Jørn Stubberud, más conocido como Necrobutcher, comenzó a alejarse del guitarrista de su banda, debido a cómo reaccionó frente al suicidio de Per Yngve Ohlin, alias Dead.
Este último fue reconocido como uno de los primeros que introdujo la pintura facial en dicho género musical, mientras que se comportaba de forma extremadamente violenta durante sus conciertos.
Ahí, incluso llegó a atentar contra sí mismo haciéndose cortes en los brazos con elementos como un cuchillo o una botella rota.
Asimismo, tenía complicaciones de salud mental. Se cree que padeció un síndrome de Cotard o del “cadáver viviente”, un diagnóstico en el que los pacientes deliran que están muertos o, en algunos casos, que les faltan partes de su cuerpo.
Cuando Ohlin se suicidó a los 22 años el 8 de abril de 1991 tras hacerse varios cortes y dispararse en la cabeza, Euronymous llegó a la escena del atentado y optó por tomar fotos del cadáver antes de alertar a la policía.
Una de ellas se convirtió posteriormente en la portada del álbum en directo Dawn of the Black Hearts (1995), el cual se grabó en 1990.
Según declaraciones de los integrantes de la banda rescatadas por el citado medio, Euronymous lo habría incitado a que atentara contra su vida, mientras que se dice que tomó trozos de su cráneo para después repartirlos entre otras personas. Se relata que incluso se hicieron collares con los fragmentos.
Antes de morir, Dead dejó una nota en la que se leía “perdón por la sangre” y la letra de lo que más tarde se convertiría en la canción “Life Eternal” de Mayhem.
“Me hubiera gustado superarlo matando yo mismo a ese cobarde de Euronymous, pero el karma llegó primero”, confesó Necrobutcher en 2019 en una entrevista con el sitio especializado Loudwire para su canal de Youtube.
Además de su actividad musical, el guitarrista era propietario de un sello discográfico llamado Deathlike Silence, el cual contó con promesas como Burzum —el proyecto personal de Vikernes— y publicó obras de Mayhem como De Mysteriis Dom Sathanas (1994), en la cual el mismo Vikernes sustituyó a Necrobutcher para grabar el bajo.
Más adelante, uno de ellos sería el asesino del otro.
La quema de iglesias y la particular visión de Varg Vikernes
Euronymous también abrió una tienda de discos llamada Helvete en el barrio de Gamlebyen, en Oslo. Si se traduce dicho nombre al español, sería “Infierno”.
Ese lugar se convirtió en un punto neurálgico de la escena del black metal, debido a que varios de sus exponentes hacían reuniones en su sótano. Asimismo, ahí se formó un movimiento al que llamaron Inner Circle, mediante el cual se organizaban para quemar iglesias y profanar cementerios.
A diferencia de otros de sus compañeros que se identificaban con el satanismo, Vikernes se caracterizaba por tener un culto que llamó “odalista”.
Él mismo lo describió de la siguiente manera en su sitio web.
—Del nórdico óðal (“patria”, “alodio”, “ley alodial”, “nobleza”, “bienes heredados”, “patria”, “propiedad de la tierra”, “familia distinguida”, “distinguida”, “espléndida”, “parentela” y “la nación”). Este término sustituye todo lo positivo de todos los demás -ismos que he utilizado, y en él se encuentran el paganismo, el nacionalismo tradicional, el racialismo y el ecologismo. No solo es un término más preciso, sino también más inclusivo, que puede ser utilizado por todos los europeos (y por otros también). Por último, y quizá lo más importante, no es un término manchado por la historia.
Creía que las iglesias debían ser destruidas por establecerse sobre antiguos templos paganos, además de que —desde su visión— el cristianismo había sobrepasado a la antigua religión de los vikingos.
A lo largo de su actividad, los miembros de Inner Circle —el movimiento que reunía a Vikernes y Euronymous— quemaron al menos unos 52 espacios de culto, además de intervenir en miles de tumbas.
Uno de sus atentados más grandes fue en junio de 1992, cuando incendiaron la iglesia de madera de Fanloft, ubicada en las cercanías de Bergen en Noruega.
Ese mismo año, una militante del movimiento llamada María también llenó de acetona los exteriores de la casa del líder de la banda Therion, Christopher Johnsson. En un mensaje que dejó en la puerta, se leía: “El Conde ha estado aquí y volverá”.
Y como si fuera poco, recibió una carta que aparentemente había sido escrita por Vikernes.
“¡Hola, víctimas! Soy el conde Grishnackh. Acabo de volver de un viaje a Suecia y creo que he perdido una cerilla y un disco firmado por Burzum, ¡ja, ja! Volveré muy pronto y quizá, esta vez, no te despiertes en mitad de la noche”, decía el texto según el citado medio.
Junto con ello, su relación con Euronymous se iba poniendo cada vez más tensa, ya que según Vikernes, “lo único que hacía era sentarse en su culo gordo, beber Coca-Cola y comer kebabs todo el día”.
En enero de 1993, el hombre de Burzum accedió a una entrevista con Bergens Tidende, instancia en la que se presentó como Conde Grishnackh y se declaró autor atentados contra iglesias y del asesinato de un homosexual en la pequeña ciudad de Lillehammer.
Cerca de un año más tarde, en 1994, otro miembro de Inner Circle llamado Bård Faust fue sentenciado a 14 años de cárcel por ese crimen.
Tras escuchar las declaraciones de Vikernes, el reportero que lo entrevistó alertó a la policía antes de publicar su nota. Dos días después, los agentes lo encontraron y lo dejaron en prisión preventiva por seis meses hasta ser liberado por falta de pruebas.
“Exageré mucho y cuando el periodista se fue me eché a reír, porque parecía no entender que me estaba burlando de él”, escribió Vikernes en su web, para luego añadir que quiso dar esa entrevista como una estrategia para que Helvete se hiciera más conocida.
“¡Lo interesante es que cuando me detuvieron, en lugar de aprovechar la situación, cerró la tienda porque sus padres no aprobaban toda esa atención! Bastante patético”, añadió tras calificarlo de “idiota”.
El asesinato de Euronymous
La noche del 9 de agosto de 1993, cerca de las 21:00, Vikernes salió de Bergen con el supuesto objetivo de visitar a Euronymous para hablar sobre temas monetarios de su música, “entregarle el contrato de grabación firmado y, básicamente, mandarlo a la mierda”.
Con él iba otro artista de la escena black metal llamado Snorre Ruch, más conocido como Blackthorn, quien —según Vikernes— en un momento anterior le había dicho que el guitarrista planeaba asesinarlo después de someterlo a torturas.
Cuando llegaron, su acompañante se quedó fumando afuera y él entró en el departamento.
“¿Qué quieres de mí, comunista lapón? ¿Por qué quieres matarme?”, le dijo Vikernes según su propia versión.
Tras escucharlo, aseguró que Euronymous le dio una patada y corrió a la cocina para ir a buscar un cuchillo.
Frente a esta situación, Vikernes relató que sacó una hoja de ocho centímetros sin afilar y se la clavó en la espalda, acción ante la que el guitarrista trató de pedir ayuda a los vecinos.
Posteriormente, el informe policial detalló que Euronymous recibió 23 puñaladas de parte del hombre de Burzum el 10 de agosto. De esas, al menos una fue en el cráneo.
Por su parte, Vikernes reclamó durante el juicio que algunas de las heridas se las hizo al caer sobre una lámpara rota y que él solo actuó en legítima defensa, argumentos que fueron desestimados por la autoridad judicial.
Múltiples teorías sugieren que el atentado contra Euronymous tuvo un carácter político debido a sus diferencias. Otras plantean que lo odiaba por no considerarlo noruego, ya que la víctima era de origen lapón. También, aseguran que lo rechazaba porque supuestamente era homosexual.
Fue Blackthorn quien después alertó sobre el crimen a la policía.
Y pese a que Vikernes dijo que no tenía la intención de asesinar a nadie, en su auto se encontraron tres cuchillos, un bate de béisbol, una bayoneta y un hacha.
Finalmente, tras analizar las aristas del caso, en 1994 el tribunal le impuso 21 años de cárcel a Vikernes —la pena máxima en Noruega— y ocho a Blackthorn, ya que aunque no atacó directamente a Euronymous, sí se le consideró cómplice.
Sin embargo, el polémico hombre de Burzum solo cumplió 16 años tras las rejas, ya que en mayo de 2009 se le concedió libertad condicional.
A pesar de los crímenes y la cruda historia de Vikernes, nunca dejó de componer música para su proyecto y de escribir sobre su controvertida visión. De hecho, tiene varios libros con su firma.
En 2013 fue detenido junto a su esposa Marie Cachet en Francia por la presunta planeación de otros ataques, pero finalmente solo quedó con seis meses de libertad condicional y tuvo que pagar una multa de 8.000 euros —más de 7 millones 400 mil pesos chilenos actuales— por incitar al odio y difundir material de este tipo.
Aquello llevó a que en 2019 se cerrara su canal de Youtube en el que compartía esos contenidos violentos.
La película Lord of Chaos (2018) del director sueco Jonas Åkerlund relata su historia, a base del libro homónimo que Michael Moynihan y Didrik Søderlind publicaron en 2013.
¿Y qué fue de Mayhem? La banda continúa con dos de sus miembros históricos: Hellhammer y el ya mencionado Necrobutcher.
Si tienes dudas sobre salud mental y prevención del suicidio, puedes llamar a Salud Responde marcando el número 600 360 7777. También puedes encontrar más información siguiendo este enlace.
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