Enfermera de Hugo Chávez es condenada a 15 años de cárcel en Estados Unidos
Claudia Díaz Guillén, junto a su esposo, pasaron de tenerlo todo a nada. La pareja, que trabajaba en el gobierno de Hugo Chávez, habría cometido actos ilícitos contra el Estado de Venezuela y ahora fueron condenados por un tribunal a pasar 15 años en prisión y a deber millones de dólares para enmendarlo.
De una vida de lujos a la prisión. Ese es el trayecto que hará Claudia Patricia Díaz Guillén, exenfermera del fallecido expresidente de Venezuela, Hugo Chávez y que fue sentenciada este miércoles a 15 años de prisión y tres de libertad vigilada en Florida, Estados Unidos.
Pero no estará sola. La acompaña en la condena su esposo, Adrián José Velásquez Figueroa, quien era el jefe del Departamento de Seguridad del palacio presidencial de Miraflores, durante el mandato de Chávez.
¿La razón? Un corrupto y millonario lavado de dinero del Estado venezolano que les permitió tener una vida asegurada, al menos hasta ahora.
Las grandes multas que tendrá que pagar la exenfermera de Chávez
Además de los 15 años que tendrán que pasar en la cárcel, el tribunal de Florida declaró que la pareja debe devolver 136 millones de dólares (108.382.480.000 pesos chilenos aproximadamente) en bienes y efectivo, el equivalente al beneficio que obtuvieron a costa de un esquema corrupto de lavado de dinero.
Adicionalmente, deben pagar una multa de US$75.000 (70 millones aprox.) cada uno.
La millonaria deuda que ahora sostiene la mujer, que fue muy cercana al mandatario fallecido, solo lo pudo hacer por lo mismo, porque Chávez la puso en un alto cargo donde pudo fácilmente hacerse millonaria a costa del Estado.
El camino de Díaz Guillén a los altos cargos del gobierno de Venezuela
La exenfermera fue miembro de la Guardia de Honor, que era el cuerpo responsable de la seguridad de los presidentes venezolanos, además de ser parte del equipo de médicos y enfermeras que lo cuidaban, más aún cuando recibió su diagnóstico de cáncer.
En 2011, Hugo Chávez terminó por nombrarla Tesorera Nacional, el cargo que le abrió las puertas para poder enriquecerse con un corrupto lavado de dinero, según estimó la Fiscalía. Estuvo en esa posición por dos años, hasta el 2013, donde Díaz Guillén habría recibido sobornos de al menos US$65 millones del empresario venezolano Raúl Gorrín, propietario del canal de noticias Globovisión (y también buscado por la justicia de EE.UU.).
Se supone que con el soborno, Gorrín buscaba realizar operaciones de cambio de divisas, pues Chávez había establecido un estricto sistema de control de cambios en el país. Y es que en esa época, la brecha entre el precio oficial del dólar y la tasa no oficial hacía que adquirir divisas al precio preferencial que había fijado el gobierno y venderlas en un mercado paralelo generaba grandes ganancias.
Pero después, la exenfermera fue destituida por Nicolás Maduro y, con su millonario patrimonio, se fue del país. Ya en 2018, junto a su marido que habría sido una “pieza clave” en las operaciones, fue detenida en Madrid por una solicitud de extradición de las autoridades venezolanas, quienes los acusaban de delitos de blanqueo y enriquecimiento ilícito.
Esta petición no prosperó, pero en 2022, las autoridades españolas sí permitieron que se extraditara a la pareja, solo que esta vez a Estados Unidos, donde tendrá que cumplir su condena, a pesar de que ella afirma que sus cargos los obtuvo por “mérito propio” y declararse inocente. En esta línea, sus abogados aseguraron que tienen intención de apelar a la sentencia.
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