¿Es posible descontaminar Santiago? La radiografía de la preocupante situación en la capital
Con el humo de los incendios, la alarma sobre la contaminación en Santiago volvió a sonar. No obstante, pese a que no los veamos, los santiaguinos están respirando constantemente contaminantes. ¿Qué se está haciendo para reducir estos niveles? ¿Todavía se considera dinamitar los cerros como alternativa? Estas preguntas las resuelve un experto en gestión de calidad del aire.
El marcador de contaminación de Santiago —que de por sí, suele tener números altos— se disparó la anterior semana, cuando el humo de los incendios forestales cercanos llegó como un intruso silencioso a los hogares de la Región Metropolitana.
Con las altas temperaturas, muchas personas tuvieron que elegir entre sofocarse con el calor o con el desagradable olor a humo. No obstante, aún cuando no hay incendios activos, en el día a día, los santiaguinos están respirando contaminantes potencialmente tóxicos y mortales.
Y es que no solo son los incendios los que están contaminando el aire. La quema de combustibles fósiles, que permiten el desarrollo y la vida de las personas, está matando a 5.1 millones de personas al año, según un reciente estudio publicado en The British Medical Journal.
Con Chile posicionado como el segundo país más contaminado de Latinoamérica —según el ranking elaborado por la empresa IQAir— muchos se preguntan si esta situación logrará mejorar en algún punto o si están condenadas a vivir respirando un aire que podría enfermarlos.
¿Es posible descontaminar Santiago? Esta es la opinión de un experto.
¿Por qué Santiago está tan contaminado?
Luis Alonso Díaz, doctor en Ingeniería Ambiental de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), comienza a explicar a La Tercera que en Santiago “no logramos cumplir el límite de norma anual del límite de niveles de contaminación. Seguimos siendo una zona saturada por material particulado y gases”.
Haciendo un catastro de los principales contaminantes en la capital, el experto señala los siguientes:
- Parque automotriz.
- Motores sin catalizadores (como las “bici mosquito”).
- Fuentes industriales.
- Contaminantes de calefacción residencial. (Leña, pellets, parafina).
- Compuestos orgánicos volátiles. Estos están en el aire y pueden ser de origen natural o provenir de productos de uso diario en casa, las calles o el trabajo, como en la quema de madera o uso de disolventes, pinturas, pegamentos, gasolina en los autos, etc.
El experto asegura que, según el inventario de la zona de emisiones, las fuentes residenciales generan más de un tercio de la contaminación de la RM. “Eso solamente pensando en lo que sale del tubo de escape o de la chimenea”.
También apunta que en primavera y verano, la contaminación aumenta en la atmósfera, a raíz de las reacciones fotoquímicas con los compuestos orgánicos volátiles que están en el aire.
Qué se está haciendo en Santiago para descontaminar la ciudad
La descontaminación de Santiago comenzó hace al menos 30 años y, según recuerda Díaz, hubo una serie de hitos que deben valorarse, pese a que no se haya logrado en su totalidad.
“Se hicieron varias reducciones en fuentes relevantes, como las vehiculares e industriales. Se cambió el combustible por uno más limpio, se eliminó el azufre del diésel que se usaba en el pasado”, asegura el experto a LT.
De hecho, ahora los vehículos que utilizan diésel tienen, por norma, un catalizador que disminuye los elementos nocivos que arroja el sistema de escape.
También “se hicieron grandes inversiones en ENAP para poder tener un combustible de alta calidad y poder reducir los niveles de polución. Este fue un gran hito en Santiago, que después se propagó al resto del país”.
Otro momento importante en la lucha contra la contaminación en la capital fue la eliminación de las micros antiguas de los años 80 y principios de los 90, que utilizaban motores de mala calidad y que funcionaban con combustibles de altos niveles de azufre.
La normativa fue haciéndose restrictiva y “hoy tenemos una red de transporte público mucho más limpia, pese a que todavía hay buses con altos niveles de polución. Pero la entrada de vehículos eléctricos ha sido un gran acierto. También las líneas de metro que se están ampliando”.
Qué se debería hacer para descontaminar Santiago con efectividad
Pese a que las anteriores medidas han ayudado a descontaminar la ciudad, Díaz cree que no se hizo lo suficiente para concientizar y resolver la contaminación que viene desde la casa de cada santiaguino.
“El plan de contaminación atmosférica debería poder ser más robusto para reducir o restringir emisiones de la calefacción residencial, pensando en tecnologías limpias, sistemas eléctricos con energía renovable pero a un precio razonable”, sugiere el especialista en Ingeniería Ambiental.
Por ejemplo, recientemente la Sede de la Junta de Vecinos Villa Las Araucarias, en la Región del Biobío, organizó una actividad llamada “Eficiencia energética en hogares y calefacción distrital” para dar a conocer a los vecinos un proyecto de sistema que produce calor, frío o electricidad que puede ser repartida a distintos hogares a través de tuberías.
Este tipo de alternativas podrían incentivar a los vecinos de Santiago y el resto de Chile a optar por deshacerse de la calefacción contaminante y poder respirar un aire de mejor calidad.
En esta línea, el experto también agrega que debiese existir una mayor fiscalización en las comunas donde se sigue utilizando leña, parafina o pellet.
La idea de dinamitar los cerros para descontaminar Santiago, ¿es viable?
Díaz, quien también es profesor en la carrera de Ing. Civil Química de la USACH, recuerda el día en que se propuso dinamitar los cerros que rodean la ciudad, como solución a la contaminación de Santiago.
“Recuerdo que fue muy polémico”, relata a La Tercera.
Era la década de los 50 y, tras ver el éxito que tuvo la ciudad de Lanzhou en China, donde recortaron el relieve de los cerros y pudieron ventilar mejor el territorio, se propuso intentar tal hazaña en la Región Metropolitana.
“Pensar en eliminar los cerros es una idea aberrante. Cuando hay episodios contaminantes, se conjuga la geografía de esa zona urbana o industrial y la meteorología adversa”, explica el experto.
Es decir, Santiago está en desventaja por los factores de geografía y meteorología, pues se trata de una cuenca cerrada con mala ventilación y que en otoño e invierno, entran masas de aire frío a la capital y “comprime el gas”, por lo que la protección térmica es muy baja.
Y aunque la solución de cortar los cerros pareciera ser buena ante esta situación, para Díaz esto sería un atentado al ecosistema y al desarrollo sustentable. “Aquí tenemos que reducir las emisiones, porque no tiene sentido eliminar la geografía, y tampoco podemos cambiar la meteorología”.
Los riesgos a los que están expuestos los santiaguinos por la contaminación
Las soluciones son a largo plazo, por lo que es importante conocer los riesgos de respirar contaminantes —como el humo— para la salud.
El doctor Cristián Deza, broncopulmonar de Clínica Universidad de los Andes, le dice a LT que en primera instancia, cuando es una exposición esporádica, puede existir un “efecto de irritación en las vías respiratorias altas y bajas” y empeorar las condiciones de pacientes con enfermedades crónicas, como el asma, o enfermedad pulmonar crónica.
“Los niños que viven en ambientes con muchos contaminantes tienen más riesgo de ser asmáticos”, asegura el médico.
Además, los síntomas de estar expuestos a un contaminante—que muchos santiaguinos sintieron en episodios críticos, como el humo que se vio la semana pasada— pueden ser:
- Irritación en las vías respiratorias altas.
- Enrojecimiento de los ojos.
- Ojos llorosos.
- Secreción nasal.
- Picazón de garganta.
- Irritación de nariz.
- Tos.
Deza asegura que los pacientes con más riesgo a la exposición de contaminantes son los adultos mayores sobre los 65, los enfermos crónicos y los niños pequeños, en especial los lactantes.
¿Cómo descontaminar tu casa, si es que vives en Santiago?
Para evitar contaminantes dentro de casa, viviendo en un lugar con mala calidad del aire, lo ideal sería optar por fuentes de energías más limpias.
“Obviamente, cuando estamos pasando por una economía no tan buena, no es fácil que una familia deje de usar leña o parafina y se pase a un artefacto eléctrico”, comenta Díaz, el ingeniero ambiental.
Hacer un recambio de los calefactores puede ser una buena idea que impactará no solo en el mismo hogar, sino en la contaminación de la ciudad en general. Pero, si no es posible, hay otras medidas que se pueden implementar. Estas son las recomendaciones del doctor Deza:
- Si hay humo en el ambiente, cerrar ventanas y puertas para evitar que entre al domicilio.
- Cerrar las ventanas del auto, si notas que hay humo en el camino.
- En días de mucha contaminación, evitar hacer actividad física al aire libre, pues estarías en riesgo de respirar más contaminantes que estando en casa.
- Usar mascarilla. Si los niveles de contaminación son altos, puedes ocupar mascarillas N95 (en el ideal), porque pueden filtrar algunas de las partículas contaminantes más grandes. Las más pequeñas podrían traspasar de todas maneras, pero se estaría reduciendo al menos un poco.
- Conocer el nivel de contaminación que hay en el aire. Existen algunas herramientas, como la aplicación de IQAir llamada Airvisual (Android o iOS) que, a través de distintas estaciones cerca de tu hogar, muestra el nivel de contaminación y las recomendaciones a implementar en casa y en el exterior.
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