Esta es la preocupante razón por la que deberías comer menos carne

Dejar de comer carne es una decisión que toman cada vez más personas. Algunas lo hacen por una postura en contra de la crueldad animal y la protección contra el medioambiente, pero otras también lo hacen por salud. Y es que son variados los estudios que indican que una dieta con menos carne tiene efectos beneficiosos para el cuerpo.

Para muchas, la idea de dejar de comer carne parece imposible, pues están acostumbradas a que este producto animal les acompañe en casi todas las comidas del día. Sin embargo, no es necesario que la dejen abruptamente, sino hacerlo paulatinamente (no comer carne una o dos veces por semana) y optar por consumir más alimentos de origen vegetal.

Esto porque varios estudios descubrieron efectos preocupantes de un alto consumo de carne, algunos de ellos, enfermedades que pueden resultar en la muerte.

Los alimentos en una dieta vegetariana o vegana, suelen ser bajos en grasas saturadas y colesterol, en comparación a los productos animales, como la carne y embutidos. Esto significa un menor riesgo en problemas de salud crónicos, como enfermedades del corazón y diabetes.

Y es que distintos estudios han demostrado que las carnes procesadas aumentan el riesgo de morir por problemas cardíacos, diabetes o un accidente cerebrovascular.

De hecho, una investigación publicada en la revista científica Journal of the American Heart Association reveló que una dieta de origen vegetal reduce el riesgo de enfermedad cardíaca hasta en un 52%.

Esto es porque comer más verduras y frutas significa un aporte alto de fibra, vitaminas y otros nutrientes. Y es que, cuando se deja la idea de que solo es necesario consumir carne animal, se suele dejar de lado una alimentación más variada.

Ahora, una preocupación constante respecto a este estilo de vida sin carne es la proteína. Sin embargo, esta se encuentra en porotos, alubias, arvejas, lentejas, productos de soja, nueces, semillas y también en el huevo y leche baja en grasa.

La recomendación general es evitar las grasas de la carne, aves y productos lácteos enteros, pues se trata de grasas sólidas y con más calorías, en comparación a alimentos de origen vegetal que son bajas en estos dos aspectos.

Hacer este cambio aporta muchos beneficios a la salud y, aunque puede ser difícil, se puede intentar variar la dieta y considerar la posibilidad de no comer carne unos cuantos días a la semana, planeando platos que no necesitan este producto, como sopa, ensalada de verduras, y encontrar productos como la carne de soja o tofu que son un excelente reemplazo.