Esta es la temperatura ideal para dormir cuando tienes más de 60 años

Para lograr un sueño reparador por las noches hay muchos factores que influyen, pero no siempre se realizan por cansancio o costumbre.

Incorporar la actividad física durante el día, no consumir alimentos o bebidas con cafeína hasta determinadas horas, desconectarse de los dispositivos electrónicos, dejar la habitación solo para el descanso y tener horarios determinados para acostarse, son son algunos de los elementos que se deben preparar cuidadosamente antes de dormir.

Adicionalmente, contar con una temperatura ideal en la habitación también es algo que impacta directamente en que podamos descansar de forma adecuada.

A más de alguien le ha ocurrido que, al sentir que en la pieza hay demasiado frío o calor, despierta con frecuencia a lo largo de la noche y a la mañana siguiente percibe que no hubo un descanso tan profundo.

A raíz de lo anterior, un reciente estudio publicado en la revista Science of The Total Environment investigó la relación que existe entre la temperatura del dormitorio y la calidad del sueño en un grupo específico de la población: los adultos mayores.

La investigación permitió descubrir cuál era la temperatura idónea para que este grupo etario consiga dormir plácidamente.

Según el estudio hecho por científicos de la Universidad de Harvard, el sueño es más profundo y reparador en adultos mayores cuando la temperatura nocturna del dormitorio donde se descansa está entre los 20ºC y 25ºC. Sin embargo, recalcan que hubo diferencias significativas entre los participantes.

Los científicos también hallaron evidencia de que la temperatura nocturna elevada, es decir cuando hace calor, tiene efectos directos en tener un mal dormir. Cuando esta oscilaba entre 25ºC y 30ºC, se identificó que hubo una baja del 5% al 10% en la calidad del sueño.

“El sueño tiende a ser más fácil y, a menudo, es más profundo y reparador en un ambiente más fresco”, dijo en un comunicado Amir Baniassadi, autor principal del estudio e investigador de la Facultad de Medicina de Harvard.

Baniassadi recalcó que ese proceso “no es arbitrario”, dado que tiene explicaciones biológicas para comprenderlo de mejor manera.

Cuando comienza a caer la tarde y luego llega la noche, los cuerpos de todas las personas bajan levemente su temperatura, lo que corresponde como una señal para indicar que es el momento de dormir. Si el dormitorio está muy caluroso, “puede interferir con esta caída de temperatura”, dice el experto, lo que hace que el proceso de dormir se vuelva más difícil de hacer se interrumpa.

Esta investigación liderada por Baniassadi contó con la participación de 50 personas, todas mayores de 65 años, y se llevó a cabo entre octubre de 2021 y abril de 2023 en Boston, Estados Unidos.

Según destaca The Washington Post, los científicos se apoyaron en monitores de sensores ambientales que fueron instalados en todas las viviendas de los adultos mayores.

También solicitaron a los individuos que utilizaran monitores especiales, que eran una especie de anillo en el dedo. Estos últimos permitieron medir factores como la duración e inquietud del sueño, la respiración, la frecuencia cardíaca y los cambios de temperatura corporal.

En total, los investigadores registraron alrededor de 11.000 noches de sueño de los participantes. El medio estadounidense destaca que todos los individuos tenían realidades diferentes, ya sea en términos de salud o de niveles socioeconómicos.

¿Y por qué quisieron analizar a los adultos mayores en esta ocasión? Baniassadi mencionó que lo hicieron “porque normalmente experimentan problemas de sueño más que las poblaciones más jóvenes, su fisiología es más sensible a los cambios de temperatura y son los que más sufren las olas de calor”.

“Estos resultados resaltan el potencial de mejorar la calidad del sueño en los adultos mayores al optimizar los ambientes térmicos del hogar y enfatizar la importancia de los ajustes de temperatura personalizados según las necesidades y circunstancias individuales”, indican los autores.

Adicionalmente, concluyen que es necesario prestar atención al impacto que podría tener a futuro el cambio climático y las noches más cálidas en el sueño de este grupo etario, particularmente en los que están en los niveles socioeconómicos más vulnerables.