A lo largo de la historia de la civilización humana, el misterio en torno a la existencia de vida extraterrestre siempre ha sido una pregunta constante. Desde jeroglíficos de comunidades ancestrales hasta estudios académicos y virales de Internet en los que se dice haber estado en presencia de ovnis, la necesidad de conocer los distintos tipos de vida que habita en el universo aún se mantiene en investigación.

Después de todo, en un espacio que acumula más de 400.000 millones de estrellas y, según informaciones reunidas por Deutsche Welle, por lo menos unos 100.000 millones de planetas, es lógico que numerosos especialistas intenten resolver esta cuestionante, para finalmente dar forma a la vida que supuestamente habita fuera del planeta Tierra.

A inicios de la década de 1960, el astrónomo Frank Drake intentó responder a esta pregunta con una ecuación que fue bautizada con su apellido y que buscaba descifrar la cantidad de civilizaciones que viven en el universo, pero a pesar de aquello y de décadas de estudios científicos, todavía no hay señales claras de que efectivamente hayan comunidades extraterrestres.

La llamada paradoja de Fermi, nombrada así en honor al físico Enrico Fermi, cuestiona esa interrogante de manera directa: ¿cómo es posible que a pesar de las amplias probabilidades de que existan otras estructuras sociales en la galaxia, aún no sepamos nada concreto de ellas? ¿Estamos solos en el universo?

Foto: Reuters.

La teoría del “gran filtro”

Un equipo de investigadores de la NASA trató de responder a estas preguntas en un reciente artículo, en el que explicaron este fenómeno a partir de la teoría del “gran filtro”.

En este sentido, los científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA de CalTech manifestaron la posibilidad de que, si hubo comunidades extraterrestres en el universo, estas se autodestruyeron antes de que surgiera la vida humana en la Tierra.

Aquella autoinmolación habría sido a través de factores como el deterioro climático y la destrucción de ambientes naturales.

“Postulamos que una catástrofe existencial puede estar al acecho a medida que nuestra sociedad avanza exponencialmente hacia la exploración espacial, actuando como el gran filtro”, explicaron en el documento, “un fenómeno que aniquila a las civilizaciones antes de que puedan encontrarse entre sí, lo que puede explicar el silencio cósmico”.

De esta manera, los científicos advirtieron que es necesario un “periodo de introspección” en nuestro planeta, para así enfrentar “los desafíos y métodos en los que podemos ser capaces de mitigar el riesgo para la humanidad y las casi nueve millones de otras especies que viven en la Tierra”.

Aquellas complicaciones serían el “gran filtro” que dificultaría que distintas civilizaciones puedan encontrarse entre sí dentro de la galaxia.

La posibilidad de un futuro intergaláctico

Frente a esta situación, los investigadores de la NASA manifestaron que para encontrarnos con eventuales comunidades extraterrestres, es necesario que el planeta no avance tan rápidamente en su autodestrucción, ya sea por consecuencias de daño medioambiental, eventos como un posible desastre nuclear, la expansión de virus letales o el choque de asteroides la Tierra.

En este sentido, los científicos enfatizaron en que es importante identificar los aspectos nocivos de nuestra sociedad, para así “neutralizarlos de antemano” y mantener un plan de supervivencia planetaria a largo plazo.

Foto: Departamento de Defensa de Estados Unidos.

Aun así, cabe destacar que aun no existe un consenso general en el mundo científico en cuanto a esta posibilidad.

Incluso, otro equipo de investigadores de la misma institución alertó a mediados de este año que se encuentran investigando el fenómeno de los avistamientos de aeronaves no identificadas, las cuales supuestamente serían de vida extraterrestre.