Estas son las 4 frases que pueden ayudar en una pelea de pareja
Según el reconocido terapeuta familiar Terrence Real, después de haber tenido un conflicto de pareja es necesario identificar las emociones y describirlas brevemente a la otra persona.
Las discusiones son algo que no se puede evitar, y contrario a lo que se suele creer, es saludable tenerlas ocasionalmente, señalan los expertos.
En el caso de las relaciones amorosas, se trata de una instancia necesaria para exponer las diferencias, validar los sentimientos del otro y llegar a acuerdos que sean satisfactorios para ambos.
Pero hay ocasiones en que por más que se intenta que una pelea termine con resultados positivos, no se consigue.
La situación puede ser aún más agobiante cuando se presenta la siguiente práctica: imaginar lo que otra persona podría estar pensando o sintiendo en ese momento específico. Eso está estrechamente relacionado con las experiencias vividas en el pasado.
Terrence Real, terapeuta familiar y autor del libro Us: Getting Past You and Me to Build a More Loving Relationship, conoce de cerca esa conducta. Según explicó el experto a The New York Times, inventar historias sin límites podría provocar que una discusión en una pareja se intensifique o existan malentendidos.
Para no llegar a ese punto, el especialista sugiere realizar una estrategia que podría ser útil en esas instancias. Se trata de la rueda de la retroalimentación, una técnica basada en cuatro frases sencillas que pueden ayudar a exponer las discrepancias de forma sana.
Las frases que puedes usar durante una pelea de pareja
En el caso de que te encuentres sumergido en un conflicto con tu pareja, Real sugiere detenerse por un momento y luego tener en cuenta que esa persona es importante para ti.
Después de haber reflexionado por unos minutos y creas que es el momento ideal para tener una conversación, verifica que el otro muestre señales de estar abierto a escuchar. A continuación puedes usar una de estas cuatro frases, detalló el terapeuta al medio estadounidense.
1. “Esto es lo que vi o escuché”. Una de las formas de abordar una discusión es dar una descripción de lo sucedido en solo una frase. Según Real, solo se debe hablar de “los hechos, los que una cámara puede registrar”, ya que lo importante es ser conciso.
2. “Esto es lo que imaginé al respecto”. Hablar abiertamente de esas historias que creamos en nuestra mente también puede ser una forma conveniente de abordar la pelea.
Lo anterior se debe a que, al exponer nuestro punto de vista, disminuye la presión en la otra persona y permite que analicemos las múltiples emociones que sentimos, explicó Alexandra Solomon, profesora de psicología en la Universidad Northwestern en Estados Unidos.
Para Real, esta afirmación también favorece que seamos conscientes de que nuestra interpretación de los hechos sea equivocada.
3. “Así me sentí”. Tras una discusión, una estrategia que puede servir es identificar tus emociones y describirlas brevemente a tu pareja. La idea, eso sí, es solo enfocarse en los sentimientos y excluir las creencias personales.
4. “Esto es lo que me haría sentir mejor”. Según lo que ha podido observar Real, esta afirmación no suele ser muy usada por las parejas, pese a que exponer las necesidades personales podría ser muy beneficioso.
La importancia de la vulnerabilidad
Bene Brown, profesora de la Universidad de Houston que durante décadas ha estudiado la vulnerabilidad, la empatía y la vergüenza, también cree que hablar abiertamente de “la historia que me estoy inventando” puede ayudar a mostrarnos más vulnerables. ¿La razón? Eso favorece que las personas confíen entre ellas y puedan relacionarse de mejor manera.
En términos simples, comentó Brown a Business Insider, al mencionar “la historia que estoy inventando”, estás indicando: “Quiero que me veas, me entiendas y me escuches, y saber lo que realmente quieres decir es más importante para mí que tener razón o autoprotegerme”.
Por qué una pausa corta puede ayudar en una pelea de pareja
El secreto para abordar una pelea durante una relación amorosa no solo podría estar en las frases que se dicen, sino que también en tomarse una pausa en ese instante.
Así lo plantean investigadores de la Universidad St. Andrews en Escocia, que en un reciente estudio identificaron que tener descansos de solo cinco segundos son suficientes para calmar una discusión de pareja. Los hallazgos de esa investigación fueron publicados en agosto en la revista Nature Communications Psychology.
Según el equipo de científicos, esos cinco segundos pueden ser tan efectivos como tomarse diez o quince segundos para resolver el conflicto.
“Parece obvio, pero es la primera vez que se demuestra experimentalmente que se produce una reducción de la agresividad tras pausas forzadas”, detalló en un comunicado Annah McCurry, autora del estudio y candidata a doctora en la Facultad de Psicología y Neurociencia.
Luego agregó: “Obligar a las parejas a hacer una pausa de cinco segundos resultó tan eficaz como una de diez o quince segundos, lo que demuestra que incluso las pausas más breves pueden ayudar a apaciguar una discusión”.
El estudio contó con 81 parejas que tuvieron que participar de un juego, cuya dinámica consistía en molestar a sus parejas con un ruido desagradable y al volumen que ellos decidieran.
Cada una de las parejas participó de 30 rondas del juego. Durante todo el experimento, sus expresiones faciales y tonos de voz fueron registrados por una cámara con audio incorporado. Posteriormente, las imágenes fueron sometidas a un análisis con inteligencia artificial, para así examinar sus respuestas emocionales.
El equipo de la Universidad de St. Andrews identificó después que aplicar un breve descanso en medio de una discusión podía evitar que esta escalara a niveles más altos.
“Es un truco simple, gratuito y efectivo para reducir las emociones negativas durante las peleas. Es más barata que la terapia de pareja y puede integrarse fácilmente en las interacciones cotidianas”, destacó McCurry.
La investigadora enfatizó que esta técnica está enfocada en calmar o solucionar conflictos menores y que de esa manera no suban de nivel. Por lo mismo, “el enfoque no se aplica a los escenarios de violencia doméstica”.
“Se trata de gestionar las discusiones mundanas y cotidianas que tienen las parejas y que pueden escalar”, argumentó.
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