Estas son las actitudes que nuestros perros heredaron de los lobos
La mayoría de los perros cree que su dueño es el líder de su manada, pues es quien le pone reglas, le da alimento y cobijo.
Hay una teoría muy compartida en la ciencia sobre el origen de los perros, nuestras amadas mascotas, y es que provienen de los lobos. Inteligentes, organizados y con profundas emociones, los lobos han logrado crear la estructura social de una manada, con reglas y jerarquías muy claras.
Y esto lo han heredado a los perros, quienes también pueden formar fuertes vínculos físicos y emocionales y someterse a reglas estrictas que, si no se cumplen, pueden representar problemas de conducta en las mascotas perrunas.
Lobos, perros y humanos: ¿Cómo se elige el líder de la manada?
Cuando un cachorro nace, la primera líder en su vida es su mamá. El pequeño le hará caso, pues será ella quien lo eduque dentro del grupo al que pertenece, al menos hasta que, mientras crezcan, un nuevo líder en la manada emerja.
En la naturaleza, el líder de la manada nace, no se hace. Suele ser el lobo (o perro) que tiene niveles de energía altos, con un temperamento dominante y firme.
Sin embargo, en la domesticación, no podemos dejar que el perro tome ese papel, sino que el dueño o dueña del perro debe ser el líder de la manada: debe dar alimento, agua, lecho, juguetes y todos los recursos que necesite el miembro de nuestro grupo.
El médico veterinario Juan Enrique Romero le explicó a Infobae que, al momento de adoptar un perro, podrás saber si tiene un comportamiento dominante o sumiso, heredado por los lobos.
Si es dominante, tendrá mucha confianza y seguridad en él. La cabeza la mantendrá alerta, el pecho elevado y las orejas y cola levantadas. En cambio, si es un seguidor, tendrá la cabeza agachada, las orejas abajo, moverá la cola y se dará vuelta frente al líder, enseñando su panza.
“La mayoría de los perros han nacido para ser seguidores y no líderes, ya que ser líder implica la responsabilidad de la supervivencia del grupo, buscar alimentos, agua, cobijo, ordenar quién come primero, cuánto y cuándo”, afirmó el doctor.
Por tanto, para nuestras mascotas es más fácil ser un seguidor y dejarnos ser el líder de su manada, pues esa vida es menos estresante, ya que solo deben seguir las reglas que nosotros impongamos.
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