imaginación
Estas son las etapas que tiene la imaginación. Foto: Referencial.

Estas son las etapas que tiene la imaginación

Según una experta, es un mito que la imaginación es más potente en la niñez, dado que esta capacidad posee cinco fases que se presentan en toda la vida.


La imaginación es la habilidad cognitiva donde cualquier cosa que deseemos crear y darle vida, es posible. En ella no hay límites. Aunque todos los seres humanos tienen esta facultad, hay individuos que aparentan tenerla de una forma mucho más intensa y desarrollada que otros. Con una facilidad que impresiona, esas personas son capaces de desarrollar historias, escenarios o soluciones que no existen, pero que podrían convertirse en realidad.

Quien ha estudiado de cerca esta capacidad y sus aristas es Adriana Grimaldo, coautora del libro Educación Imaginativa, una aproximación a Kieran Egan y consejera académica del CIRCE (Centre for Imagination in Research, Culture and Education).

Durante años, la especialista mexicana ha explorado lo que es la educación imaginativa, un enfoque en el campo educativo que plantea que las emociones y la imaginación son vitales para el aprendizaje en el aula. Con la ayuda de esas herramientas, se cree que lo aprendido es más recordado por el niño. La teoría fue creada precisamente por Kieran Egan, un filósofo irlandés.

Una creencia frecuente en la sociedad es que la capacidad imaginativa es mucho más fuerte durante la infancia. “Es un mito. La imaginación tiene cinco fases que se desarrollan a lo largo de la vida”, aseguró Grimaldo en entrevista con la BBC.

Cuáles son las etapas de la imaginación

De acuerdo a la experta, a medida que vamos creciendo, “el potencial para imaginar” puede ser aún más grande. En concreto, según los planteamientos de Kieran Egan, la imaginación tiene cinco etapas y que tienen que ver con el desarrollo del lenguaje y el pensamiento: la somática, la mítica, la romántica, la filosófica y la irónica.

niño imaginación
La imaginacióne está presente en todas las etapas de la vida.

Grimaldo contó a la BBC que la primera fase, la somática, inicia cuando las personas son bebés. “Aunque el lenguaje oral no está presente, el bebé se comunica fabulosamente usando gestos, los sentidos, las sensaciones, el humor. En todo eso se manifiesta la imaginación”, dijo.

Una vez que los niños comienzan a mostrar signos de hablar con su entorno, llega la etapa mítica. Este proceso en concreto se caracteriza porque existe “mucha fantasía, mucha libertad mental”. Es posible que por eso mismo se asocie más la imaginación con la niñez.

La fase romántica inicia durante la adolescencia, dice la experta. En ella lo que ocurre es que el adolescente experimenta una especie de duelo, “cuando descubre que el mundo no es lo que pensaba”. Otra característica muy presente es que el adolescente suele imaginar y divagar mucho sobre su propio futuro.

En cuarto lugar está la etapa filosófica, donde la persona empieza a hacerse preguntas constantemente, intenta buscar respuestas y elabora teorías. “Avanza desde la imaginación del cuerpo, trae las fantasías de la infancia, pasa por las experiencias de la adolescencia y está buscando callarse, porque ha entendido que no lo va a poder saber todo”, comentó Grimaldo al citado medio.

La quinta fase, la irónica, llega en quienes han dedicado tiempo a oír lo que imaginan otras personas, por lo que su propia imaginación tiene “referentes externos”, explica la especialista. Esta etapa parece ser más calmada y creativa que las otras.

Los adultos y la imaginación

Grimaldo apunta que, desde el punto de vista neurológico, no es posible que haya adultos “sin imaginación”.

imaginación joven
La imaginación permite concebir ideas e historias que no existen, pero que podrían convertirse en realidad.

Para aquellos que están en esa etapa de la vida y pueden sentir que perdieron esta capacidad, la experta recomienda que lo mejor es escapar del egocentrismo, un patrón que solo tiende a dañar la imaginación.

Otra sugerencia que entrega Grimaldo, especialmente cuando las personas perciben que esta habilidad no está funcionando o está “apagada”, es simplemente salir a explorar el mundo, conversar con otras personas y hacer nuevas actividades. Esto tiene una estrecha relación con la fase somática.

“Si la casa es tu imaginación, no la estás ocupando. Como adultos nos quedamos en un rinconcito de nuestra casa y ahí nos pasamos la vida. Pero si tenemos una imaginación educada, vamos a ocupar toda la casa, y seremos más creativos, e incluso más empáticos”, asegura.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.