Estas son las zonas del cuerpo donde hay más bacterias perjudiciales
Un equipo de científicos de la Universidad George Washington descubrió que la composición del microbioma -comunidad de microbios y bacterias- es diferente en las distintas regiones del cuerpo.
Es probable que, a lo largo de tu infancia, escuchaste a tu abuela decir el siguiente consejo de higiene personal: es necesario lavarse detrás de las orejas, el ombligo y el espacio entre los dedos de los pies, pues en esos lugares del cuerpo se podrían esconder bacterias.
Esa advertencia ha despertado incluso el interés de algunos científicos, quienes la han llamado la hipótesis de la abuela.
Se trata de los investigadores Keith A. Crandall y Marcos Pérez-Losada, de la Universidad George Washington (Estados Unidos), quienes decidieron poner a prueba la famosa hipótesis de la abuela con la ayuda de estudiantes universitarios.
La idea era poder descubrir si realmente la composición del microbioma -comunidad de microbios como hongos, bacterias y virus- era distinta en los “puntos conflictivos” del cuerpo en adultos sanos.
Ahora, los investigadores publicaron en la revista científica Frontiers in Microbiology un nuevo estudio que prueba esa teoría: la composición del microbioma varía en las regiones del cuerpo, según estas sean húmedas, secas o grasas. Los científicos también sugieren que si esos “puntos conflictivos” reciben limpieza más a menudo, podrían estar más libres de bacterias perjudiciales.
Cómo se hizo el estudio
Según explican los investigadores, este estudio inicialmente fue parte de proyectos realizados en un curso de genómica.
Para partir la investigación se reclutaron 129 estudiantes de pregrado y postgrado de la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington, a quienes se les enseñó cómo podían recolectar sus propias muestras.
Los participantes eran de distintas etnias, no tenían enfermedades a la piel ni tomaban medicamentos que pudieran afectar los resultados. La mayoría eran mujeres y su edad promediaba los 24 años.
Específicamente, los estudiantes tuvieron que extraer muestras de las zonas de la piel que eran de interés de los investigadores: el ombligo, detrás de las orejas y entre los dedos de los dos pies. También se les pidieron muestras de las pantorrillas y los antebrazos.
Todas esas áreas tienen características fisiológicas diferentes, dado que son secas, húmedas o grasas, y además, pueden verse afectadas por trastornos dermatológicos, indica el estudio.
El análisis del microbioma de esas áreas cutáneas tuvo lugar durante cuatro años, entre 2019 y 2023.
Keith Crandall, director del Instituto de Biología Computacional y académico de bioestadística y bioinformática de la Universidad George Washington, explicó en un comunicado que frecuentemente su propia abuela pedía a los niños que “se frotaran detrás de las orejas, entre los dedos de los pies y en el ombligo”.
Zonas de la piel con bacterias más dañinas
Los resultados de los análisis arrojaron que áreas como los brazos y pantorrillas tenían “mayor diversidad”, un indicador de que era grupo de “microbios potencialmente más saludables” si se comparaba con las muestras de las orejas, dedos de los pies y ombligo.
Desde la perspectiva de Crandall, si algunos microbios considerados perjudiciales se adueñan del microbioma, podrían alterar directamente la salud. Principalmente, las consecuencias se reflejarían en enfermedades a la piel como la dermatitis atópica o acné.
Por todo lo anterior, el especialista sugiere que los hallazgos de la investigación permiten entender que considerar los hábitos de higiene en las áreas de la piel conflictivas podría tener un impacto positivo en las bacterias que están en la piel, lo que se traduce en evitar patologías dermatológicas.
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