Esto es lo que le ocurre a tu cuerpo cuando te tragas un chicle
Según los especialistas, si alguien ha engullido goma de mascar, es un mito que quedará instalada en el estómago durante varios años.
¿A quién no le ha pasado que está masticando un chicle por gusto y, de pronto, termina tragándoselo por accidente?
Sin importar la edad en que eso haya sucedido, es bastante probable que otra persona que se enteró de esa experiencia te realizó la siguiente advertencia: una vez que te has tragado la goma de mascar, esta se dirigirá directamente al estómago y se quedará pegada en ese sitio por el resto de la vida.
Otra variación de esa afirmación indica que el chicle quedará instalado en ese órgano durante 7 años y solo recién podrá ser expulsado.
Sin embargo, existe consenso entre los especialistas que ese planteamiento no es tan real como se ha creído.
Qué ocurre cuando te tragas un chicle
Según explica a CNN Simon Travis, académico de gastroenterología clínica de la Universidad de Oxford (Reino Unido), la creencia popular de que el chicle se quedará instalado dentro del organismo “es un mito” que se desconoce de dónde surgió.
El especialista señala que en realidad es “perjudicial” cuando una persona se ha tragado demasiados chicles en un breve periodo de tiempo, por ejemplo, que esto haya pasado tres o cuatro veces al día. Solo en esos casos, podría decirse que es excesivo y hay que preocuparse un poco más.
¿Qué sucede dentro del organismo durante ese proceso, entonces?
Travis asegura que cuando el chicle ha sido tragado, este sí pasa por el estómago, pero luego viaja hasta el intestino y es capaz de ser expulsado a los pocos días.
En algunos casos más delicados, por ejemplo, en bebés y niños que accidentalmente han engullido estas golosinas, es posible que se queden en el intestino y más tarde les generen una obstrucción. Sin embargo, el académico menciona que, al menos en su trayectoria profesional como gastroenterólogo, no ha visto que eso suceda.
La gastroenteróloga Elizabeth Rajan plantea en Mayo Clinic lo mismo: que el chicle quedará alojado en el organismo por varios años no es algo verídico. “Si te tragas una goma de mascar, es cierto que el cuerpo no puede digerirla, pero no queda en el estómago. Se mueve relativamente intacta a través del aparato digestivo y se elimina con las heces”, argumenta.
Aaron Carroll, académico de pediatría de la Universidad de Indiana (Estados Unidos) recalca a CNN que si bien tragar chicle no es nocivo, tampoco hay que bajar la guardia pues “no tiene ningún valor nutritivo”.
Desde la American Chemical Society destacan que uno de los componentes principales del chicle es el caucho butílico, que precisamente es lo que le hace ser muy masticable.
Si bien eso mismo hace que su recorrido por el intestino sea un poco más difícil, y no pueda ser digerido o disuelto como sucede normalmente con los alimentos, aún así termina siendo expulsado a través de la digestión.
Los especialistas coinciden en que, a no ser que se haya tragado chicle de manera excesivamente frecuente o que se sienta mucho dolor estomacal, no es obligatorio ver a un especialista.
Sin embargo, para situaciones muy específicas como niños o bebés que hayan engullido chicle en abundancia, o pacientes que arrastran problemas en el tracto intestinal, podrían haber mayores dificultades.
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