Para algunos es un esperado momento de descanso y para otros una necesidad con la que esperan seguir realizando las actividades del día. Pocos pueden resistirse a tomar una siesta, ese pequeño tiempo de sueño durante la tarde que puede ser de gran ayuda para continuar con la jornada.
Sin embargo, no todo es tan alegre cuando lo que se realizó con el objetivo de sentirse mejor termina provocando el efecto contrario, como puede ser una complicada noche de insomnio por haber dormido horas atrás.
Es por lo mencionado anteriormente que la siesta no es adecuada en todos los casos, pero existen algunas recomendaciones por parte de los expertos para disfrutarlas.
¿Cómo es la siesta ideal?
Hasta ahora no se conoce la duración perfecta para disfrutar de los beneficios de una siesta, por lo que distintos investigadores han entregado su visión al respecto.
Según explica Rebecca Robbins, doctorada de la Universidad de Harvard e investigadora del sueño en la Harvard Medical School, la duración ideal de la siesta es de un periodo corto.
“La siesta de 20 minutos es genial, nos aporta beneficios y permite seguir adelante cuando tenemos un ritmo de vida muy ajetreado”, señaló a El Mundo.
En cuánto a quienes se recomiendan que tengan un sueño durante la tarde, la profesional especificó que “solo deberían evitarla las personas que tengan problemas para conciliar o mantener el sueño durante la noche”.
La misma recomendación indicó la Clínica Mayo, señalando que las siestas recomendadas deben durar entre 10 y 20 minutos.
La organización también sugirió que la siesta tenga lugar en la primera hora de la tarde, explicando que tomarla luego de las 15:00 horas puede interferir con el sueño nocturno.
Sin embargo, para aquellas personas que presentan mayor nivel de cansancio, una siesta de larga duración también puede ser beneficiosa. Un estudio de 2020 analizó los efectos de siestas de distinta duración sobre la atención y el rendimiento físico y mostró que dormir 90 minutos en el día es mejor que tomar una siesta de 40 minutos.
Dentro de las recomendaciones para un correcto descanso también implican tener a disposición un lugar tranquilo y oscuro, alejado de las distracciones.
¿Cuáles son los beneficios?
“Tomar una siesta mejora la mayoría, si no todos, los aspectos del rendimiento físico y cognitivo”, fue la opinión de Allison Brager, neurocientífica y subdirectora científica del Centro y Escuela de Guerra Especial John F. Kennedy del Ejército de EE. UU. a la revista Real Simple.
“Un mito común es que las personas de alto rendimiento no duermen la siesta. Los mejores atletas y muchos soldados del ejército toman siestas para asegurarse de que están rindiendo al máximo”, agregó la experta.
En tanto, un estudio científico realizado en Suiza mostró que, quienes duermen una siesta una o dos veces por semana, tenían un riesgo significativamente menor de sufrir un ataque cardíaco.
Junto con eso, la Clínica Mayo explicó que la siesta tiene una serie de beneficios para los adultos, tales como:
- Relajación.
- Menor fatiga.
- Estado de alerta más intenso.
- Mejora del humor.
- Mejor desempeño (como tiempo de reacción más rápido y una memoria más aguda).
¿Cuáles son las consecuencias de tomar una siesta?
La entidad de salud también advirtió que la siesta no es apta para todas las personas, dado que puede traer alguna de las siguientes consecuencias.
- Inercia del sueño: sentirse aturdido y desorientado tras la siesta.
- Problemas de sueño en la noche: las siestas largas o frecuentes pueden interferir con el sueño nocturno.
¿Cuándo se recomienda tomar una siesta?
Según la Clínica Mayo, la siesta se recomienda en los siguientes casos.
- Se siente fatiga o somnolencia.
- Se está a punto de perder horas de sueño, como puede ser por tener que realizar un turno de trabajo largo.
- Quien desee planificar las siestas como parte de su rutina.