Estos son los grupos de alimentos más dañinos para el corazón, según Harvard
De acuerdo a un equipo de la Escuela de Salud Pública de Harvard, los alimentos ultraprocesados en general están vinculados a un riesgo mayor de desarrollar enfermedades cardíacas, enfermedades coronarias y accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, hay dos que podrían ser más peligrosos que otros.
El corazón es uno de los órganos más primordiales del cuerpo humano. Son varios los factores que influyen en que funcione correctamente a lo largo del tiempo, y uno de ellos, es lo que incorporamos en nuestra dieta.
Ahora, investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard alertaron en un nuevo estudio sobre algunos alimentos ultraprocesados que podrían ser perjudiciales para la salud al aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Los hallazgos fueron publicados el pasado 5 de septiembre en la revista The Lancet Regional Health - Americas.
El investigador postdoctoral Kenny Mendoza y sus colegas examinaron los datos de 200.000 personas que fueron recopilados a lo largo de tres décadas. Esos datos fueron combinados con los de otros 19 estudios para así realizar un análisis exhaustivo de casi 1,25 millones de adultos.
De acuerdo a los hallazgos del estudio, el consumo de alimentos ultraprocesados (UPF, por sus siglas en inglés) en general está directamente relacionado al alza de casos de enfermedades cardiovasculares, enfermedades coronarias y accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, existen dos que podrían ser más peligrosos que otros.
Los UPF son aquellos productos que han pasado por varios procesos industriales. Sus principales ingredientes suelen ser el almidón, aceites, azúcar y sal, además de tener aditivos como conservantes, estabilizantes, colorantes, emulsionantes, aromatizantes y resaltadores de sabor.
Solo en Estados Unidos ese tipo de productos representan el 57% de la ingesta energética de los adultos, detallan los autores.
Cuáles son los dos alimentos ultraprocesados más dañinos para el corazón
El equipo de investigadores de Harvard dividió los alimentos procesados en 10 grupos, de los cuales hubo dos que estuvieron asociados a un mayor peligro para la salud cardíaca. Según explicó Mendoza a The New York Times, al excluir esas dos categorías de todos los datos, la mayoría del riesgo vinculado a los UPF desapareció.
Una de esas categorías corresponde a las carnes procesadas, que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata de las que han sido modificadas “con salazón, curado, fermentación, ahumado u otros procesos para mejorar el sabor y preservar el alimento”. El grupo incluye a las salchichas, el tocino, las hamburguesas y otros embutidos que comúnmente se encuentran en supermercados y tiendas.
Este tipo de alimentos, además, se caracteriza por tener un alto contenido de sodio. Si bien el sodio es un nutriente clave para el organismo, consumirlo en exceso podría desencadenar un aumento en la presión arterial. Desde la OMS describen que el incremento de la presión arterial podría desencadenar enfermedades cardiovasculares.
El otro grupo de alimentos que mostró más riesgo para el corazón fueron las bebidas azucaradas, que son líquidos que llevan azúcares o endulcorantes añadidos. Se trata de los refrescos, sodas, bebidas deportivas, energéticas, jugos saborizados y bebidas de té.
Aunque son muchas las personas que eligen las bebidas azucaradas para acompañar las comidas diarias o hidratarse, la ingesta excesiva de ellas tiene un impacto negativo en la salud.
Además de estar repletas de calorías vacías que realmente no aportan para sentir satisfacción, el azúcar añadida de este tipo de productos es capaz de contribuir al aumento de sufrir obesidad y diabetes, las que a la vez son factores de riesgo para la aparición de patologías al corazón.
Qué se sabe sobre otros alimentos ultraprocesados
El estudio también se centró en analizar el impacto que tenían otros grupos de alimentos ultraprocesados: el pan, los cereales, salsas untables, bocadillos y postres envasados, platos listos para comer o calentar, bocadillos salados, yogures y postres a base de lácteos y licores.
Aunque los UPF en general tienen un impacto negativo en la salud, los investigadores expusieron que tres categorías estuvieron relacionadas a un riesgo menor de sufrir enfermedades cardiovasculares. Se trata del pan y cereales fríos, yogures y postres lácteos y los bocadillos salados.
Antes del estudio liderado por Mendoza, otras investigaciones habían planteado que precisamente las carnes procesadas y las bebidas azucaradas artificialmente son los UPF que pueden causar un daño mayor en la salud, mientras que otros estudios han sugerido que los cereales, los yogures y el pan tienen un riesgo muy menor, consigna The New York Times.
Según explicó Mendoza al medio estadounidense, es probable que esa diferencia se deba a “cómo se procesan y a lo que ofrecen nutricionalmente”. Y es que las carnes procesadas se caracterizan por su alto contenido de sodio y grasas saturadas, y las bebidas azucaradas presentan una elevada cantidad de azúcar. Los cereales y panes, en tanto, generalmente brindan nutrientes como fibra y minerales, pese a que sean ultraprocesados.
La recomendación de investigadores de Harvard
Teniendo en cuenta sus hallazgos, el equipo liderado por Mendoza desaconsejó el consumo de aquellos alimentos ultraprocesados que mostraron ser más nocivos, es decir, las bebidas azucaradas y carnes procesadas, “dada su constante asociación adversa con las enfermedades cardiovasculares”.
Con respecto a las otras categorías menos riesgosas, como el pan, cereales, yogures y snacks salados, aseguran que reducir el contenido de sodio, grasas azucaradas y otros aditivos es un paso necesario para mejorar la calidad nutricional de esos productos.
Los autores también aseguran que su estudio tiene varias limitaciones, como la ausencia de información sobre cómo se preparaban los alimentos y que su muestra está compuesta mayoritariamente por profesionales de la salud blancos, de “un nivel socioeconómico ligeramente superior”. Por esa misma razón, advierten los investigadores, es necesario realizar otros estudios similares a futuro que contemplen a otras poblaciones.
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