Estos son los seis lugares más dolorosos para hacerse un piercing, según un perforador
El especialista elaboró una lista en base a las partes del cuerpo que tienen más terminaciones nerviosas y, también, según la opinión de sus clientes.
“La percepción de dolor de cada persona es diferente y el cuerpo de cada uno se mapea de manera diferente”, comienza a explicar Brett Turner, un perforador profesional de 33 años que clasificó cuáles son los lugares más dolorosos del cuerpo para hacerse un piercing.
Y es que el dolor es subjetivo, es decir, depende absolutamente de cada persona. Turner cuenta, desde su propia experiencia, que cuando se perforó los lóbulos de las orejas, sintió un dolor insoportable, pero cuando lo hizo en su fosa nasal, no sintió nada. “Para la mayoría de la gente, esto es totalmente al revés”, dice.
Teniendo en cuenta lo anterior, el perforador hizo una clasificación de los lugares que suelen ser más dolorosos para sus clientes al tener más terminaciones nerviosas, e incluyó tres opciones que son las más “popularmente dolorosas”, siendo el último en la lista el más doloroso.
1. Lóbulo de la oreja
Es una de las perforaciones más comunes, pero también de las más dolorosas. Esto porque, según explica el especialista, esa parte de la oreja está llena de “diminutas terminaciones nerviosas”, por lo que podría llegar a ser una experiencia demasiado desagradable para algunas personas.
2. Ombligo
“Esta perforación es y siempre ha sido muy común entre los adolescentes”, cuenta Turner. Y aunque la perforación como tal no es tan dolorosa, sí lo es durante el proceso de curación, pues es más largo que el promedio de los demás piercings.
3. Fosas nasales
Una sensación de dolor y picor, pero una recuperación rápida. Así describe el perforador a las perforaciones en la nariz, y es que al introducir la aguja, existe una sensación de picor y, a veces, lagrimeo en los ojos. No obstante, es un dolor que se desvanece rápido, además de ser un piercing fácil de cuidar.
4. En la superficie
Esta zona refiere a las áreas planas del cuerpo, como el pecho o la parte superior de la mejilla, sobre la piel. Este piercing se logra cuando el perforador pellizca la piel y después empuja la aguja, proceso que lo hace difícil de tolerar. “Toman un poco más de tiempo que la mayoría de las perforaciones, por lo que el cliente puede sentir dolor por más tiempo”, explica Turner.
Además, son lesiones que tienden a hincharse, magullarse y sanar más lentamente, sin considerar que existe un alto riesgo de rechazo.
5. Pezones
Tanto para hombres como para mujeres, la perforación del pezón es bastante dolorosa, principalmente por la presión que se debe hacer. “Hay varios factores a tener en cuenta, como el tamaño del pezón, la profundidad y también si el pezón está invertido”, dice el perforador.
Y es que, además de curarse lentamente, son partes más “resistentes”, por lo que hay que ejercer más presión para poder perforarlas.
6. Andamio o perforación industrial
Esta es la perforación más dolorosa para Brett Turner. Se trata del piercing en la oreja que se inserta en ángulo y atraviesa dos partes separadas de cartílago: “En mi opinión, esta es la más dolorosa porque atraviesa dos veces el cartílago, tiene un ángulo leve y usa una aguja más gruesa que otras perforaciones en las orejas”.
Además, explica que son muy lentos para sanar y también propensos a contraerse, aunque admite que tienen un “aspecto increíble”.
¿Cómo manejar el dolor de las perforaciones?
Turner compartió sus mejores consejos con el diario The Sun para manejar el dolor de una perforación nueva: “Lo mejor que puede hacer cualquiera que esté preocupado por el dolor es aceptar primero el hecho de que la perforación se verá brillante y que vale la pena unos momentos de incomodidad”.
También sugirió asistir a la cita con un amigo, pero “uno bueno que no se ría y te apoye”. Además, agregó comer una comida decente unas horas antes y preparar todas las soluciones de limpieza y cuidado de antemano, para hacer más cómodo el proceso.
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