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Frances Arnold: de camarera y taxista a Premio Nobel de Química

La quinta mujer en obtener este galardón, tiene una historia de vida digna de convertirse en película, que incluye haber vencido al cáncer.


Con 62 años cumplidos Frances Arnold es licenciada en Ingeniería Mecánica y Aeroespacial por la Universidad de Princeton (Estados Unidos) y también doctora en Ingeniería Química por la Universidad de California-Berkeley. Tiene tres hijos y dos matrimonios. Hasta ahí, una mujer profesional y científica.

Pero hay varios aspectos más que hacen de la vida nueva Premio Nobel de Química un gran argumento para un próximo film.

Hija de un físico nuclear, creció en Edgewood, un pequeño suburbio de Pittsburgh (Pennsylvania). Desde muy joven, trabajó para costear sus estudios, fue camarera de cocteles en un club de jazz, taxista y antes, siendo una estudiante secundaria, viajó "haciendo dedo" hasta Washington para protestar contra la Guerra de Vietnam.

Mientras investigaba, se le diagnosticó un cáncer de mama (2005), enfermedad de la que se recuperó.

Es esta mujer la que hoy fue galardonada con el Premio Nobel de Química junto a otros dos investigadores: George Smith y Gregory Winter.

En 107 años y 178 galardonados en esta categoría, Arnold es la quinta mujer que recibe el Nobel de Química. Primero lo hizo, Marie Curie en 1911 por el descubrimiento del radio y el polonio y luego su hija, Irene Joliot-Curie, lo hiciera en 1935 junto a su esposo Frédéric Joliot por la síntesis de nuevos elementos radiactivos. En 1964 fue premiada Dorothy Crowfoot Hodgkin, por la descripción de estructuras de importantes sustancias bioquímicas; y Ada E. Yonath, en 2009, por estudiar la estructura y función del ribosoma, presentes en las células.

En el caso de Arnold, se premia su trabajo de "evolución dirigida de enzimas", un desarrollo relacionado con "proteínas que resuelven problemas químicos de la humanidad", según destacó en Estocolmo la Academia de Ciencias de Suecia. Ella es una de los científicos que exigió una industria química "verde". Ese fue el principal motivo para cofundar Gevo, una compañía que trabaja en el campo de las energías renovables.

Con Arnold son dos las mujeres galardonadas este año con un Nobel en una categoría científica. Ayer martes fue premiada con el Nobel de Física, la canadiense Donna Strickland, por sus avances en tecnología láser.

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Arnold en la premiación de la Academia de Tecnología de Finlandia (2016) / AP[/caption]

Hace dos años fue también la primera mujer en ganar el Premio de Millennium de Tecnología, un reconocimiento que hace doce años entrega la Academia de Tecnología de Finlandia. Entre los investigadores es considerado una especie de Premio Nobel desde hace 12 años y es conocido como el Premio Nobel entre los químicos. En esa oportunidad fue premiada con un millón de euros, por su trabajo sobre nuevas enzimas capaces de actuar como catalizadores industriales, detergentes domésticos y combustibles alternativos.

En una entrevista a la BBC dijo en esta oportunidad que para ella "la evolución es la mejor diseñadora de todos los tiempos" y que se dio cuenta "que éste debe ser el algoritmo para futuros diseños, para crear un nuevo código biológico que fuera útil para los humanos". En esa publicación contó que empezó prácticamente desde cero. "Esa investigación estaba siendo desarrollada por científicos bioquímicos y moleculares y yo era una ingeniera bioquímica y no sabía nada sobre ese campo. De no haber sido así, probablemente no lo habría hecho porque habría sabido lo difícil que era".

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