El magnate de Internet Kim Dotcom vuelve a los tribunales de Nueva Zelanda el lunes, en lo que puede ser la última oportunidad del fundador del portal de descargas Megaupload para evitar su extradición a Estados Unidos.
La épica batalla para la extradición de Dotcom se ha extendido durante más de seis años, desde que en enero de 2012 la policía armada entró a su mansión de Auckland, mientras él se atrincheró en un cuarto blindado, en una operación espectacular que respondió a una petición del FBI en Estados Unidos.
El acusado, cuyo verdadero nombre es Kim Schmitz, ciudadano alemán de 44 años, está acusado de piratería online a gran escala por las actividades del portal Megaupload, que fue desactivado por las autoridades en aquel allanamiento.
Si es extraditado a Estados Unidos, Kim Dotcom se enfrenta a penas de hasta 20 años de cárcel por cargos de fraude, extorsión y blanqueo de dinero.
Tanto Dotcom como otros tres cofundadores de Megaupload acusados -Finn Batato, Mathias Ortmann y Bram van der Kolk-, niegan los cargos y cuestionan a la justicia la legitimidad de su arresto, ante el Tribunal de Apelaciones de Wellington.
Si la corte determina que Dotcom puede ser extraditado, el proceso podría durar meses y él tendría opciones muy acotadas de revocar la decisión.
Teóricamente, puede apelar a la Corte Suprema, pero sus asesores legales deberían aportar nuevas evidencias de que fue víctima de un error judicial.
Un pionero de la nube
Megaupload fue pionera en el universo de las páginas de archivos compartidos, que llegó a tener unos 50 millones de usuarios diarios en su mejor época en 2011, y acaparaba un 4% del tráfico mundial de internet.
El problema, es que según las acusaciones del FBI, muchos de los archivos que se compartían eran películas y música protegidos por las leyes de propiedad intelectual.
Las autoridades estadounidenses consideran que los acusados sacaron 175 millones de dólares en beneficios y que causaron perjuicios por cerca de 500 millones a los dueños de contenidos que iban desde obras musicales, cinematográficas hasta otros productos digitales pirateados.
Actualmente la nube tecnológica está aún más extendida y han surgido alternativas como los servicios de "streaming" que siguen planteando un gran desafío a las autoridades estadounidenses.
En este contexto, una condena contra una figura de alto perfil como Dotcom podría tener un efecto disuasivo, según el FBI y el Departamento de Justicia.
Dotcom, nacido en 1974 en el noreste de Alemania, decidió cambiar su nombre en 2005, más o menos en el mismo periodo que creó Megaupload.
"Yo soy un objetivo fácil, ellos necesitan un villano que sea rico, extravagante y excesivo", dijo en 2013.
"Viajar en un jet privado y manejar automóviles con una matrícula que dice "DIOS", "FUMADO" O "MAFIA", no son una buena forma de pasar inadvertido", confesó.
Durante la batalla judicial no se ha quebrado y el año pasado, en el sexto aniversario de aquel allanamiento de película en su lujosa mansión anunció una demanda multimillonaria contra el gobierno neozelandés por daños.