Guerra en Ucrania: las complicaciones de los pilotos para manejar los F-16 estadounidenses
A pesar de que es un modelo con altas capacidades de armamento, existen ciertos factores que dificultan que los pilotos ucranianos puedan utilizarlos.
Ha pasado más de un año desde que Rusia inició una invasión militar en el territorio de Ucrania, el pasado 24 de febrero de 2022. Si bien, las tropas dirigidas bajo las órdenes del mandatario Vladimir Putin han logrado mantenerse en el territorio, todavía no pueden derrocar al gobierno del presidente Volodimir Zelenski.
Como es de esperar, la guerra ha traído complicaciones para ambos países, tanto a nivel social, como económico, político y militar. Y pese a que los aliados occidentales han manifestado su apoyo a los ucranianos en su combate, hay un serie de complicaciones que dificultan que puedan facilitarles mayores herramientas armamentísticas.
Tal es el caso de los F-16, aquellos aviones conocidos por sus altas capacidades para operar en conflictos.
Las complicaciones de los pilotos ucranianos para manejar los F-16
Todavía no se sabe con exactitud qué países estarán dispuestos a facilitar de estos cazas a Ucrania. Tampoco es conocido cuántos serán suministrados ni cuándo lo harán.
Lo que sí es claro, es que será una tarea compleja que los pilotos puedan acostumbrarse a ellos, principalmente debido a sus complejos sistemas de armamento.
Un piloto belga identificado militarmente como Pulse contó a la BBC que dominar un F-16 le tomó un periodo de tres años, un rango temporal considerable si se aplica en el caso de la invasión rusa.
En sus palabras, el vehículo “vuela como un sueño (...) pero volar es la parte más fácil, el resto es más difícil”.
Con lo último no solo se refiere a las armas de los cazas, sino que también a entender cómo operan los radares y sensores.
Desde su visión, según contó al citado medio, aportar con aviones occidentales a Ucrania sería un apoyo considerable. Entre los motivos, se encuentra que estos ofrecen misiles para destruir naves enemigas en el aire y bombas para atacar objetivos terrestres.
Para él, ese es un punto “importante”, ya que “puedes usar cualquier arma de la OTAN” con estos F-16.
Según informaciones reunidas por el citado medio, tanto Noruega como otros países de Noruega han adquirido vehículos F-35 (una versión más moderna), por lo que tienen a su disposición los ejemplares más antiguos para suministrar a las fuerzas ucranianas.
Pero no solo basta con que haya aviones disponibles. El coronel de Martin Lesli de la base aérea de Orland (Noruega), fue enfático al referirse a dicha arista: “¡No puedes simplemente entregar un avión de combate y despedirte!”.
Aquello se debe, además de los puntos mencionados, a que su mantenimiento es altamente costoso y a que el entrenamiento para entender su software, cambio de repuestos y armas puede llevar un año o más (para un técnico superior especializado en este ámbito).
Aún así, reconoció que es comprensible la necesidad de Ucrania para contar con ellos y las insistentes solicitudes que han presentado a Estados Unidos.
De hecho, las aeronaves que manejan ahora, según Lesli, corresponden a las de la época soviética.
“Hasta cierto punto, si no se les proporciona otro tipo de avión carecerán de una fuerza aérea para defenderse”, precisó a la BBC.
Cuáles son las implicancias y cómo estos cazas prometen ayudar a Ucrania
El profesor del Royal United Services Institute, Justin Bronk, dijo al citado medio que para operar estos F-16, el país de Zelenski probablemente tendría que contratar a pilotos occidentales con los conocimientos adecuados. Esto debido a que el tiempo es clave cuando se trata de un conflicto bélico.
Junto con ello, aseguró que si eso llegara a pasar, las probabilidades de que Rusia ataque directamente las bases aéreas ucranianas podrían ser mayores.
Respecto al eventual papel de estas aeronaves en la invasión de Rusia, el teniente coronel Niels Van Hussen de Países Bajos manifestó que cumplirían más un rol de mantener “la capacidad de lo que están haciendo ahora” que de generar un vuelco significativo.
“Un solo sistema de armas no cambiará una gran guerra”, sentenció.
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