Guerra en Ucrania: qué diferencias habría marcado tener aviones F-16 para responder a los ataques de Rusia
A pesar de que Estados Unidos ya dio su aprobación para que recurran a estos cazas en la contraofensiva, hay una serie de complicaciones adversas.
La invasión de Rusia en el territorio de Ucrania continúa sumando nuevos capítulos.
Si bien, la administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, esperó más de un año antes de dar su aprobación para que los países de la OTAN enviaran cazas F-16 para apoyar al país europeo, distintos especialistas en esta área han manifestado que cuando sus pilotos estén entrenados para manejarlos podría ser demasiado tarde para que puedan fortalecer la contraofensiva.
Y pese a que múltiples funcionarios y ex agentes de EE.UU., Europa y la misma Ucrania han sugerido que sus fuerzas efectivamente podrán seguir avanzando con tropas terrestres, artillería y ataques de aviones no tripulados, también han asegurado que les será más difícil y con avances menores.
Las diferencias que habrían marcado los F-16 en la contraofensiva ucraniana
El general retirado de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y ex comandante de la OTAN, Philip M. Breedlove, declaró al New York Times que sí cree que Ucrania podrá hacerlo, aunque hizo hincapié en que “tendrá que ocurrir sin los F-16″.
En este sentido, destacó que usar técnicas de armas combinadas —es decir, con el apoyo de tropas por aire— será “un gran beneficio” una vez que las aprendan, ya que “van a ser aplicables en muchas fases diferentes”.
Sin embargo, añadió que “si esperas que Ucrania luche como nosotros, entonces tiene que tener las herramientas que tenemos nosotros, y no se las hemos dado”.
Expertos consultados por el periódico neoyorquino afirmaron que su escasez de poder aéreo los ha puesto en desventaja ante los ataques de los helicópteros rusos, de los cuales algunos tienen la capacidad de destruir tanques y vehículos blindados que circulan por tierra.
Frente a esta situación, el coronel Markus Reisner, quien supervisa el desarrollo de fuerzas en la principal academia de formación militar de Austria, dijo al Times que con más aviones de guerra, Ucrania podría defender mejor a las fuerzas terrestres.
“Esto es lo que realmente se pretende (...) la lógica militar te dice que tienes que tener superioridad aérea para llevar a cabo operaciones terrestres con éxito (...) algunos generales estadounidenses dicen: ‘Bueno, no es lo que los ucranianos necesitan en este momento’. Creo que es una declaración política, no una declaración lógica militar”, expresó.
No obstante, ni el país del presidente Volodimir Zelenski ni el del mandatario Vladimir Putin han alcanzado la superioridad aérea desde que comenzó la invasión en febrero del año pasado.
A pesar de que, según un informe del Global Firepower Index revisado por el Times, en ese momento Rusia tenía 772 aviones y Ucrania solo 69, con el paso de los meses ambas partes optaron por recurrir a los drones, aviones no tripulados, artillería y misiles de largo alcance.
Tales estrategias se deben a que cuentan con poderosas defensas antiaéreas —los primeros con sistemas S-400 y los segundos con proyectiles Patriot— , lo que los ha llevado a evitar los ataques con naves piloteadas por humanos desde su interior.
A ello se le suma que no suelen acercarse demasiado a sus objetivos, debido a que podrían ser atacados.
Un alto funcionario del gobierno estadounidense manifestó al citado medio bajo anonimato que, desde su visión, aunque hubiesen suministrado cazas F-16 anteriormente para la contraofensiva ucraniana, aquello no habría significado necesariamente que fueran efectivos en proteger a las tropas terrestres, debido a los motivos comentados.
Por otro lado, el ex coronel del Ejército de Estados Unidos y antiguo vocero del Centro de Armas Combinadas del Ejército en Fort Leavenworth, Steve Boylan, sumó que un factor es disponer de las naves aéreas y otro muy distinto es aprender a ocuparlas.
De hecho, recalcó que esto último tarda años en dar resultados “con eficacia” y generalmente son lecciones que no se desarrollan “en medio de un combate”, lo cual se traduce en una serie de dificultades adicionales.
Es por esto que Boylan sugirió que lo esperable es que adapten planes militares a las estrategias que ya conocen, para que así los modifiquen “en función de lo que mejor les funcione”.
Durante la semana pasada, Zelenski declaró públicamente que los preparativos para contar con naves occidentales están avanzando, por lo que no tiene “ninguna duda de que los F-16 estarán en nuestros cielos”.
En medio de este escenario, ya hay pilotos ucranianos que se están alistando para aprender a manejar estos aviones, aunque algunos de ellos deberán tener conocimientos previos de inglés, por lo que serán enviados este mes a Gran Bretaña.
Aún así, el experto militar del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres, Douglas Barrie, enfatizó al diario de la Gran Manzana que enviar solo un par de ejemplares no marcará grandes diferencias en el combate de Ucrania, por lo que destacó que el apoyo debe estar “a la altura de las circunstancias” para que sea realmente efectivo en su tarea de hacer retroceder a las fuerzas rusas.
Según él, si Ucrania tuviera varios escuadrones equipados y entrenados desde un inicio, “¿habría ayudado en la contraofensiva?”.
“Es una pregunta teórica, pero la respuesta teórica es sí”, subrayó.
En otras palabras, Barrie sostuvo que si hubiesen contado con esos implementos y conocimientos para hacerlos trabajar en conjunto con las estrategias militares que aplican en la actualidad, las tropas rusas habrían tenido dificultades significativamente mayores para adentrarse en el territorio.
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