“Hubo matanzas”: el impasse con el rey Felipe VI que tensiona las relaciones de México y España
Las relaciones diplomáticas entre los dos países se han deteriorado desde marzo de 2019, cuando el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador mandó una carta al monarca español donde le exigía que pidiera disculpas.
Un desencuentro diplomático han protagonizado México y España. En esta ocasión se trata de un hecho sin precedentes que nuevamente involucra al rey Felipe VI.
El gobierno español comunicó que no tendrían ningún tipo de participación en la toma de posesión de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum. La decisión fue anunciada en un comunicado luego de que se diera a conocer que el rey Felipe VI no estaba invitado a la ceremonia.
Por qué rey Felipe VI asiste a tomas de posesión de presidentes
De acuerdo a la Constitución del país europeo, el rey es el “Jefe de Estado” y es quien tiene “la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales”. Al ser la figura de mayor importancia de España, asiste a los relevos de poder.
Desde que fue proclamado monarca en 2014, Felipe VI ha acudido a 17 ceremonias de investidura de los jefes de Estado de otros países, señala la agencia EFE. Cuando era príncipe también representó a España en múltiples ceremonias.
Las veces en que el monarca no ha asistido a tomas de posesión de presidentes latinoamericanos han sido pocas, según el diario español El País. En noviembre del año pasado, por ejemplo, no asistió a la ceremonia del presidente de Ecuador, Daniel Noboa.
Qué se sabe del conflicto diplomático entre México y España
Recientemente, las autoridades de México dieron a conocer el listado de los invitados a la juramentación de la primera presidenta en ese país, que se celebrará el próximo 1 de octubre. En las últimas elecciones presidenciales, celebradas en junio, Scheinbaum había logrado imponerse con un 60% del total de los votos, que equivale a ser elegida por casi 36 millones de personas.
En la selección de invitados para la próxima toma de posesión se incluyó a varios jefes de Estado, entre ellos, el mandatario chileno Gabriel Boric, el brasileño Lula da Silva, el colombiano Gustavo Petro y el cubano Miguel Díaz-Canel. Sin embargo, el monarca español no figuraba en esa lista.
Durante la noche del martes de esta semana, el gobierno español anunció tajante que, ante la exclusión de Felipe VI de la invitación, no enviarían a ningún representante del Ejecutivo para participar en la ceremonia, calificando como “inaceptable” la actitud que adoptaron las autoridades mexicanas.
“El Gobierno de España considera inaceptable la exclusión de S.M. (su majestad) el Rey de la invitación a la toma de posesión”, aseguraron en un comunicado difundido por el Ministerio de Asuntos Exteriores del país europeo.
Mientras tanto, la ministra de Defensa de España, Margarita Robles, lamentó que el país ibérico no esté presente en el evento, especialmente porque considera que México “es un pueblo hermano”. Luego, enfatizó que “el jefe de Estado va siempre a todas las tomas de posesión, por tanto, no podemos aceptar que en este caso se le excluya. Si se le excluye, España no va a estar representada”.
Antes de que saliera a la luz el listado, el monarca no era el único considerado para ir a la ceremonia. También se contemplaba que asistieran el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares y la vicepresidenta segunda del gobierno, Yolanda Díaz.
En las últimas décadas, las relaciones diplomáticas entre México y España se han caracterizado por ser cordiales. Sin embargo, la tensión entre las dos naciones comenzó a escalar a partir de 2019, poco después de que López Obrador llegara a la presidencia.
Cuál es el origen del conflicto entre México y España
El 1 de diciembre de 2018, Felipe VI asistió a la toma de posesión de López Obrador. En esa ocasión también acudió el presidente de España, Pedro Sánchez.
Pero en marzo de 2019, a solo tres meses de asumir el mandato, se originó el primer conflicto.
¿La razón? El presidente mexicano mandó una misiva al monarca español donde le solicitaba que se disculpara por los hechos ocurridos durante la Conquista del país latinoamericano. Esto, ya que en 2019 se cumplían 500 años desde la llegada de Hernán Cortés a territorio mexicano.
“Durante la Colonia se vulneraron derechos individuales y colectivos que con una mirada colectiva deben asumirse como atentados a los principios que rigen a ambas naciones (..) México desea que el Estado español admita su responsabilidad histórica por esas ofensas y ofrezca las disculpas o los resarcimientos políticos que convengan”, se lee en la misiva.
Días después, AMLO volvió a referirse al tema en un video. “Fue una invasión. Hubo matanzas, imposiciones. La llamada conquista se hizo con la espada y la cruz. Se edificaron las iglesias encima de los templos”, diría la autoridad.
Desde el gobierno español decidieron rechazar “con toda firmeza” las palabras del mandatario mexicano y lamentaron que el texto saliera a la luz. “La llegada, hace 500 años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas”, dijeron.
A pesar del desencuentro, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de España aseguraron que estaban dispuestos a “trabajar conjuntamente con el gobierno de México y continuar construyendo el marco apropiado para intensificar las relaciones de amistad y cooperación existentes”.
Pero eso no fue suficiente para el jefe de Estado mexicano. En los años siguientes, continuó exigiendo que las autoridades españolas se disculparan por los acontecimientos ocurridos durante la Conquista, asegurando que eso podría mejorar las relaciones bilaterales entre los países. “No lo entendieron, era un acto para cerrar heridas, de reconciliación e iniciar una etapa nueva”, dijo en una conferencia de prensa en mayo de este año.
Sheinbaum, la presidenta electa de México, aseguró a mediados de este año que estaba de acuerdo con que el país ibérico tenía que pedir perdón, pero que al mismo tiempo, había que “mantener las relaciones”.
En tanto, después de que saliera a la luz el comunicado del gobierno español, Sheinbaum respondió que en julio se le había invitado a Pedro Sánchez a ser parte de la ceremonia. Sin embargo, Felipe VI no aparecía en la lista por no haber respondido “de forma directa” la polémica misiva de López Obrador, que fue filtrada a la prensa.
“Hasta el momento, esta circunstancia no ha sido aclarada, ni respondida de forma directa al gobierno de México”, argumentó.
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