Una masita redonda y tibia que, por el fenómeno de la migración, ahora se come en las calles de todo el mundo, tiene a dos países enfrentados: Colombia y Venezuela luchan por atribuirse el origen de las arepas.
Se trata de un debate que se origina en los puestos de comida, en las redes sociales y hasta en la política. Y es que ambos países comparten frontera y, aparentemente, también recetas similares de esta especie de pan hecha con maíz.
La discusión toma más profundidad porque la arepa es más que una comida para los venezolanos y colombianos: es parte de su cultura. Esto se puede evidenciar en su aparición en algunas películas importantes, como Encanto de Disney, que está basada en una familia colombiana.
Y así como los chilenos y peruanos se enfrentan cuando alguien les pregunta de dónde es el pisco, la arepa también causa revuelo entre sus más afanosos consumidores.
De dónde es la arepa
“Cada cual defiende su territorio”, le dijo a The New York Times el chef Gustavo Zapata, quien trabaja en el restaurante Sancho Paisa, un lugar conocido por preparar arepas tradicionales colombianas en Medellín.
De forma similar piensa Jesús Sanchez, dueño de los restaurantes venezolanos Los Chamos, quien le dijo al mismo medio que pensó que “solo nosotros comíamos arepas”.
Pero para llegar al fondo del asunto, la académica de antropología de la Universidad Central de Venezuela, Ocarina Castillo, explicó que las arepas se consumen “hace miles de años”, cuando en el norte de América del Sur todavía no existían los límites territoriales.
Fue en los siglos XV y XVI cuando los conquistadores españoles llegaron a la región y se encontraron con indígenas que ya preparaban y comían las masitas de maíz.
Según Castillo, los colonos “adaptaron” la receta indígena a sus costumbres y nació el nombre “arepa”, que los españoles acogieron cuando escucharon a los cumanagoto (indígenas que vivían en el norte y este Venezuela) decir la palabra “erepa”.
Esto no quiere decir que la arepa provenga de Venezuela, sino que “tiene un significado meramente lingüístico. Lo único que quiere decir es que cuando los españoles llegaron allí, escucharon a los cumanagotos referirse a ese alimento de ese modo”, dijo la experta, en un artículo de BBC Mundo en 2017.
La antropóloga explicó que nadie sabe con certidumbre dónde se preparó la primera arepa: si en Colombia o Venezuela, pero sí aseguró que en el debate, los implicados se olvidan de que “hace siglos no existían las fronteras que hoy conocemos”.
“Nosotros perdemos esa perspectiva y por eso nos empeñamos a ponerle patria a la arepa”.
Las diferencias entre la arepa colombiana y la venezolana
Colombia y Venezuela son dos países que comparten no solo su historia, sino también la cultura y una extensa frontera de 2.200 kilómetros.
Pese a ello, sus recetas sobre cómo preparar y comer las arepas son bastante distintas.
Por ejemplo, en Colombia las arepas se comen solas, pues son el acompañante de alimentos como la carne o una sopa, a veces se le pone algo encima o se rellena con algún otro producto.
Pero en Venezuela, la arepa es un plato principal: son grandes y tienen rellenos abundantes, como queso, plátano, porotos y todo tipo de carnes.
Otra diferencia es que en Colombia, cada región tiene una forma de arepa distinta, mientras que en Venezuela suelen haber arepas más “tradicionales” a nivel nacional.
¿Varían en sabor?
Sí. La arepa venezolana está hecha de harina de maíz, y la colombiana de maíz directamente, por lo que sus sabores pueden ser distintos.
Además, las arepas colombianas suelen ser más crujientes, mientras que las venezolanas son más suaves.
Lo anterior, depende de qué forma se cocine la masita, pues hay quienes las hacen asadas, fritas u horneadas.
La pelea sobre el origen de la arepa
La antropóloga Castillo dijo que la respuesta sobre quién gana el debate de las arepas depende de a quién le preguntes, pero “estrictamente”, Venezuela va ganando porque han migrado a muchos países del mundo, y a todos ellos han llevado el mensaje de que las arepas son venezolanas.
Según las cifras de las Naciones Unidas, casi ocho millones de venezolanos han emigrado desde el año 2014.
Y Nicolás Maduro, actual presidente de Venezuela, ha utilizado a las arepas como “punto de encuentro nacionalista y herramienta política”, según el NYT. Según el mandatario, la arepa es una comida “exclusiva” de su país.
Es más, Maduro aseguró que iba a ingresar una solicitud en la UNESCO para declarar a las arepas venezolanas como “patrimonio cultural global”.
Sin embargo, Juan Manuel Barrientos, un chef colombiano con dos estrellas Michelin que tiene restaurantes en Colombia, Miami y Washington le dijo al mismo medio que para él, la competencia está en “empate” porque su país (Colombia) está tomando relevancia como destino turístico.
“Nosotros le hemos dado arepas a muchos turistas en los últimos 10, 15 años”.
Como era de esperar, las peleas sobre la arepa en las redes sociales son más avivadas: el NYT recordó cuando Angelo Colina, un comediante venezolano, se hizo viral en la época de la pandemia, pues hizo un video donde comía una arepa y pensó que se había contagiado de Covid-19 porque no le sentía sabor.
Después bromeó de que estaba en un restaurante colombiano y que por eso no tenía sabor, y le cayó una montaña de comentarios de odio de parte de sus vecinos.
“Los colombianos me rostearon y honestamente me lo merecía”, dijo después en su mea culpa.
Pero Diego Mendoza, propietario del local Erikucha Arepera en Rotterdam, Países Bajos, admitió que la tragedia de emigrar y de la situación política de Venezuela hace “que le demos mucha más importancia a las arepas que los colombianos”.
“La verdad es que no importa si sea colombiano o lo que sea. Lo que sé es que la arepa debería ser del mundo”.