La ciencia de Massive Attack para descarbonizar sus conciertos y la música en vivo
La agrupación británica ha concentrado sus esfuerzos en el desarrollo de medidas para que los eventos masivos sean más amigables con el medioambiente.
Desde la publicación de su álbum debut, titulado Blue Lines (1991), la agrupación británica Massive Attack se ha mantenido como referente del trip hop, género que reúne elementos del hip hop, la electrónica y la escena experimental.
Pero el grupo no se ha limitado únicamente al ámbito musical y ha buscado nuevas formas de generar aportes a la sociedad.
En este sentido, el cuidado del medioambiente es una de las aristas que más le preocupa a sus integrantes, por lo que han centrado su atención en desarrollar mecanismos que permitan hacer conciertos con bajas emisiones de carbono.
Con ese propósito en mente, en 2019 el productor de la banda, Mark Donne, se contactó con la científica climática Carly McLachlan, quien dirige el Tyndall Centre for Climate Change Research en la Universidad de Manchester.
En la conversación, le consultó si estaría dispuesta a evaluar el impacto medioambiental en los conciertos de Massive Attack, para así crear un plan de acción que pudiese impulsar cambios significativos en la industria de los espectáculos en vivo.
McLachlan aceptó el desafío y empezó a analizar datos, realizar talleres y hacer entrevistas.
Alrededor de dos años después, en junio de 2021, la especialista y su equipo publicaron una hoja de ruta de 17 páginas.
El documento plantea objetivos definidos y medibles en los que el sector puede trabajar para contribuir al objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5°C, punto considerado en el Acuerdo de París.
“Sugerimos acciones y enfoques para las distintas fuentes de emisiones, pero hay algunos principios generales que consideramos necesarios para impulsar realmente el cambio”, se lee en el escrito.
“En primer lugar, las prácticas de emisiones ultrabajas solo se pueden implementar si son fundamentales desde el inicio de una gira. Las emisiones ultrabajas de carbono deben estar presentes en todas las decisiones: ruta, lugares, modos de transporte, escenario, diseño de audio y visual, personal, promoción, etc”.
Luego, como segunda consideración, aseguran que “esto requiere que los diversos actores del sector utilicen su poder directo, así como su influencia más amplia, para superar las barreras y promover nuevas prácticas”.
El tercer elemento crucial es que “se debe monitorear y revisar el progreso”.
Massive Attack recurrió a esta hoja de ruta para hacer un evento el pasado 25 de agosto de 2024, el cual fue llamado Act 1.5 Climate Action Accelerator y duró una jornada completa.
La cita se realizó en el parque público de Clifton Down en Bristol, Reino Unido, y reunió a unas 34.000 personas, quienes fueron a ver tanto a los autores de Inertia Creeps como a otros artistas invitados.
Pero lo más relevante fueron las medidas que tomó la banda y la organización para hacer que la instancia fuese amigable con el medioambiente.
Qué medidas ha tomado Massive Attack para reducir el impacto medioambiental de los conciertos
El evento se alimentó en su totalidad con energía renovable y se utilizaron luces LED y de bajo consumo para toda la iluminación artística y del escenario, según rescató la revista Nature.
También utilizaron camiones eléctricos para ensamblar y trasladar baterías dentro del recinto, además de la infraestructura de un festival que existía con anterioridad.
Esto último, según el citado medio, permitió ahorrar alrededor de 2.000 litros de diésel de generador, lo que se tradujo en una reducción de 5.340 kilogramos de emisiones de carbono.
Para reducir la huella que generan los traslados de los asistentes, los viajeros de tren que reservaron a través de la aplicación Train Hugger recibieron incentivos especiales.
Entre los beneficios figuraron traslados gratuitos desde las estaciones principales de Bristol hasta el evento, en buses eléctricos.
Junto con ello, hicieron una asociación con la red ferroviaria Great Western Railway para ofrecer cinco trenes adicionales fuera del horario tradicional, para que así los asistentes pudiesen volver a sus casas y no optaran por viajar en autos.
La oferta de comida fue 100% vegetal y proporcionada por proveedores locales.
McLachlan afirmó en una entrevista con Nature que ella y su equipo esperan usar los datos reunidos en dicha instancia para evaluar estrategias que puedan convertirse en nuevos estándares para la industria de los conciertos.
De la misma manera, están revisando qué medidas se podrían mantener y cuáles se pueden mejorar.
Los especialistas presumen que a finales de 2024 publicarán un documento con sus hallazgos, además de un análisis detallado.
Por su parte, la banda está trabajando con organizadores locales en el desarrollo de una infraestructura de energía renovable en Clifton Down, la cual esperan que pueda alimentar futuros eventos.
En palabras de McLachlan: “Massive Attack es realmente bueno en lo que respecta al legado. Estos grandes artistas están cambiando las cosas cada vez”.
“Todo lo que dejan hace que sea más fácil para el próximo grupo pedir lo siguiente”, valoró la científica climática.
A pesar de que afirmó que la industria de los conciertos “es un área que se podría pensar que es bastante difícil de descarbonizar”, hizo hincapié en que “si se puede demostrar cómo hacerlo en un sector difícil como este, y luego combinar eso con el alcance de Massive Attack, puede ser poderoso”.
Desde el equipo de Act 1.5 también dijeron que están en conversaciones con The Smile —la banda conformada por Thom Yorke y Johnny Greenwood de Radiohead, y Tom Skinner de Sons of Kemet— para que el grupo adopte partes de la hoja de ruta en su gira.
Para McLachlan, la clave está en que se pueda proteger tanto la música en vivo como al planeta.
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