La controversial entrevista a la reina de las tradwife, Hannah Neeleman, que incomoda a las redes sociales

En un pueblo rural escondido entre las montañas de Utah, vive Hannah Neeleman, una joven de 34 años que, una vez, soñó con ser una famosa bailarina y recorrer los escenarios de Nueva York. Lejos de las luces de los reflectores, ahora la mujer despierta con el sol de un cielo despejado en su granja, el hogar donde está criando a sus ocho hijos.

Pero no por estar en el campo está alejada del ojo público y los tabloides. La joven —que muestra cómo es su vida en Instagram y TikTok— ha sido coronada por las redes sociales como la “reina” de las tradwife, una tendencia de mujeres que rechazan los roles de género modernos y optan por un papel más conservador y tradicional.

Prefieren ser amas de casa, esposas dedicadas a su pareja y madres por sobre sus carreras profesionales.

Este rumbo es el que habría elegido Hannah. En una controvertida entrevista con el medio The Times, la joven reveló que dejó ir su sueño de ser bailarina de ballet profesional después de que conoció a David Neeleman, su actual esposo.

Aunque ella no quería casarse tan pronto, porque quería terminar sus estudios en la prestigiosa academia Juilliard, David fue insistente y, a los tres meses de comenzar una relación, sonaron las campanas.

La conversación que tuvo la pareja con el Times fue muy comentada en las redes. Y es que incluso la misma entrevistadora, Megan Agnew, notó que Daniel, el esposo, interrumpió en repetidas ocasiones a Hannah o respondía por ella.

Este es un extracto de los momentos controversiales en el diálogo con la reina de las tradwife.

Hannah y David Neelman son mormones devotos y tienen ocho hijos: Henry (12), Charles (10), George (9), Frances (7), Louis (5), Martha (3), Mabel (2) y la bebé Flora.

Viven en una granja de 132 hectáreas en una pequeña ciudad llamada Kamas, en el estado de Utah, Estados Unidos. Allí, tienen animales y cosechas que utilizan para su propio sustento, pero también para venderlos.

Y Hannah es la que suele hacer casi todo el trabajo.

Pero ha sabido monetizarlo: la joven creó su cuenta en Instagram, TikTok y YouTube bajo el nombre de Ballerina Farm donde muestra cómo ordeña vacas e, incluso, cómo han sido sus partos en casa y sin anestesia.

Su popularidad se disparó después de que participara en un concurso de belleza, 12 días después de que dio a luz a su octava hija. Además de los esfuerzos que ya hacía por el embarazo, se esforzó el triple para mantener un cuerpo en forma y lograr ser la nueva Miss Mundo en Las Vegas.

Poco sabía que también se había ganado el título de reina de las tradwife o “esposas tradicionales” en las redes sociales. Sin que Hannah se considerara a sí misma como tal, este movimiento de Internet se apropió de su figura y, ahora, es reconocida como la tradwife más célebre del Internet.

“No me identifico necesariamente con eso, porque somos tradicionales en el sentido de que somos un hombre y una mujer que tienen hijos, pero siento que estamos allanando caminos que no se habían allanado antes”, le dijo al Times, Y es que al mostrar cómo vive una ‘esposa tradicional’, ha creado una especie de trabajo de influencer que es bien remunerado.

Mientras el sueño de Hannah era ser bailarina y vivir en Nueva York, el de Daniel era vivir en el salvaje oeste y dedicarse a la agricultura. Las aspiraciones de él sí se cumplieron, según la periodista Agnew que los entrevistó.

Según notó la periodista, cuando ella habla, Daniel suele interrumpirla y corregir lo que está diciendo. A veces, hasta los niños más grandes hablan por encima de su madre.

En la casa, no hay televisores, tablets y menos teléfonos para los niños. A veces, en la computadora que tienen, ven La pequeña casa en la pradera. Daniel no quiere que contraten una niñera en casa, por lo que su esposa hace todo el trabajo de cocina y crianza.

Hannah debe comprar los alimentos y opta por cocinar todo desde cero, como el pan y la pasta. Nunca comen comida preparada. Tienen una persona que les hace la limpieza, y Daniel lava la ropa.

Pero la mujer tiene tanto que hacer que, según su esposo, “a veces se enferma tanto del agotamiento, que no puede levantarse de la cama durante una semana”. Según relató ella misma en sus redes, no le gusta tomar medicamentos y prefiere la medicina homeopática y natural. Esto la llevó a tener conflictos con los usuarios que interactúan con su cuenta.

La periodista les preguntó su postura sobre el aborto: “La iglesia está en contra de ‘voy a abortar porque no estoy feliz de estar embarazada’”, respondió Daniel. “Nosotros vemos la alegría de tener hijos, es la santidad de la vida”.

“¿Y lo verían como un pecado?”, les replicó la entrevistadora. “Sí. Necesitas a Jesús”, le replicó el hombre.

“No puedo, al parecer, obtener una respuesta de Hannah sin que su esposo o niños la corrijan, la interrumpan o le respondan (...) Me enfrenté a un ejército de niños pequeños que quieren a su mamá y a un esposo que cree que sabe más”, relató la entrevistadora en la nota que publicó en The Times.

Sobre las críticas que ha recibido por ser una tradwife y llevar una vida más conservadora, Hannah respondió que “Daniel es muy bueno en eso, dice que no puedo apoyarme en lo que la gente dice o los títulos que la gente me pone. Simplemente hay que vivir la vida y dejar eso de lado, porque sino te superará”.